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— Dejaré esto en su escritorio. --le digo a mi jefa quien tenía una llamada, ella me asiente y me sonríe mientras dejo los papeles y salgo de su oficina. 

Las nuevas promociones comenzaron y muchos correos debían ser enviados, junto a la firma de papeles, el cerrar contratos y organizar comerciales.

— ¿La prueba de vestuario ya comenzó? —pregunto a la asistente, Suyeon.

— Hace unos minutos, los colores ya están listos. —me responde mientras dejaba un monton de corbatas en la mesita de su lugar de trabajo. — Preguntaron por ti hace un rato, deben ser muy cercanos. —asume y yo solo asiento.

Casi nadie sabía que yo era hermana de Johnny y prefería que eso se mantuviera así. No me gustaría que suponieran una especie de favoritismo hacia mí. Peor sería que se esparciera la información y que los esfuerzos de Johnny de mantenerme en el anonimato hayan servido para nada.

Como sea, es momento de no ser paranoica.

— Wow, se ven geniales. —dice Suyeon y yo me volteo para ver lo que la tenía perdida.

Johnny, Mark y Jaehyun. Salieron de sus lugares vestidos con su nuevo look y aunque siempre se veían bien, esta vez se lucieron, ellos y las encargadas de su vestimenta. Las cuales se encontraban sonriendo orgullosas de su obra maestra.

Las maquillistas tampoco se quedaban atrás.

Nadie trataba de esconder su expresión y esperaba que a mi no se me notara.

Definitivamente, Jaehyun estaba en su mejor momento. Su piel tan perfecta como siempre, sus hombros en ese traje y como el blanco y el negro le quedaban a la perfección. Era algo dificil de ignorar.

— ¡Jane! —gritó Mark interrumpiendo mis pensamientos, causando que los demás se percataran de mi presencia.

Saludé sin hacer contacto visual con ninguno y me retiré. Eso extrañó a algunos pero no quise entrar en detalles.

La verdad no me estaba sintiendo muy bien, algo, algo no estaba bien.

(...)

— Hogar dulce hogar, ¿no? —Johnny me sonríe descaradamente, sabiendo lo largo que ha sido este día.

— Te odio, o no, mas bien los odio, a todos. —me descargo, dejandome caer en el sofá de la sala y tirando mi bolso al suelo.

Era tarde, Johnny me esperó mientras terminé el trabajo pendiente y no quería que volviera sola a casa. Luego de enviar los últimos correos, nos vinimos aunque ninguno habló en el camino, él estaba exhausto y seguramente más que yo pues fueron horas y horas de grabaciones y sesiones de fotos. Así que aqui estabamos.

— Ni siquiera tengo hambre. —hice un gesto de vomito aunque nada salió de mi boca.

Solo se rió y me dio palmadas en la espalda.

Luego de permanecer ahí por unos minutos, subí a mi cuarto y él al suyo, tomé una tibia ducha y me perdí en el vacío que ahora tenía en la mente. Fue un día pesado, y los que venían serían iguales o peores, así que debía aprender a desarrollar resistencia, y una buena por que o si no, estaría frita.

Me sequé el cabello y tan solo me puse una camiseta de una talla mas grande, luego me dejé caer y pasaron unos segundos antes de que me durmiera.

— Jane, despierta. Vinieron a desayunar y te trajeron helado. —desperté con la voz de Johnny, quien cerró la puerta luego de hablar.

𝐍𝐎𝐓 𝐘𝐎𝐔𝐑𝐒 | 𝐉𝐔𝐍𝐆 𝐉𝐀𝐄𝐇𝐘𝐔𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora