Las estrellas que buscan su brillo

-Capítulo 4- Nuevos amigos

Una nueva semana comienza para Kazuto, quien despertó con el sonido de su despertador a todo volumen. Aprendió la lección de apagar la alarma de su teléfono pero se le olvidó por completo el otro aparato que tenia al lado de su cama.

"Se me olvidaba lo que era dormir en condiciones normales" pensó, dormir ocho horas completas era algo nuevo en el. recordaba como antes despertaba en el suelo o acababa en este cuando intentaba apagar el despertador.

Se dispuso a completar su rutina diaria antes de irse a la academia, agregando el hecho de que volvió a tomar su medicamento y se llevó su collar en forma de estrella, esta vez adornando su cuello y no su bolsillo.

"No está mal esto" la residencia Kirigaya estaba completamente en silencio, nada de extrañar para Kazuto. Eydis salía más temprano a su academia,Midori al trabajo y ahora Lumin también estaba por su cuenta.

"Todos a nuestras vidas" Kazuto sonrió para el mismo, terminó el desayuno que su madre le había dejado preparado y tomó su maletín para ya salir de casa.

Podía usar el trasporte público para llegar más pronto, pero le gustaba caminar. En sus propias palabras, aun mantenía la juventud necesaria para no sufrir cada que caminara medio kilómetro.

A mitad de su camino, una gran duda invadió su mente. ¿Que hará ahora que tiene tiempo libre después de clases?

"Ahora es cuando me arrepiento por rechazar la solicitud" recordó días atrás cuando claramente dijo "No quiero unirme a ningún club"

-Piensa...¿En que soy bueno?- Tenía algunas ideas para probar, tal vez los deportes o algo relacionado al arte como cierto amigo rubio que tenía.

Sus pensamientos hicieron que el camino se sintiera más corto, y ya estaba frente a la puerta norte de la academia Rising Stars. Las gradas rejas de metal le daban la bienvenida a otro gran día de clases.

"Ya lo pensaré después, Eugeo podría ayudarme"

Para Kazuto, ese día era distinto. La academia por primera vez se sentía viva para el. Los alumnos caminando de un lado para el otro, con el sonido de las campanas resonando para indicar el inicio de clases, o con los maestros hablando en medio de los pasillos sobre los exámenes que estaban por realizarse.

"Al menos eso no es nuevo"

Su salón de clases se podía dividir en los tres tipos de alumnos que se distinguían por sus notables comportamientos. Estaban los alumnos que a toda prisa estudiaban para los exámenes, los que se veían tranquilos, estudiando solo algunas notas, y por último los estudiantes que simplemente se rendían ante el inevitable fracaso.

Kazuto se sentó en medio de todo el salón, al lado del gran ventanal, lo que le permitía tener una buena vista sobre las áreas verdes de la academia.

-Buenos días, Kirito- saludó alguien a su lado.

Ahí estaba su mejor amigo, su sonrisa tan simpática y amable que casi siempre tenía. Llegó algunos minutos después que Kazuto.

-Buenos días, ¿listo para los exámenes?- preguntó Kazuto, girando levemente para ver a Eugeo.

-Lo suficiente para no estar como aquel chico de allá- señaló el rubio a un estudiante que estaba leyendo dos libros al mismo tiempo.

-Pobre tipo, se ve tan preocupado y eso que aún falta una semana para que comiencen-

-¿y tu no lo estas?- cuestionó antes de sentarse al lado de Kazuto.

-Para nada, yo siempre tengo una solución- su aura de confianza invadia a cualquiera.

-Ya te he dicho que "el arte de dormir en clase y mágicamente responder bien los exámenes" no es arte, y no es una solución- Eugeo no era afectado por esa aura de confianza.