He intentado por mucho tiempo huir de lo que soy.
No me agradaba aquel lugar ni su gente, no me sentía como parte del lugar por lo que no me incluía y en cada oportunidad trataba de huir.
Pero con la ausencia se valora.Tanto tiempo lejos de mi hogar me ha hecho extrañarle, incluso aquello que tanto me disgustaba.
El olor a sal húmeda en el aire, los insectos que sonaban en la tarde, lo ruidosa y alegre que era la gente, y el calor abrasador del mediodía.
Probar cada bocado que tanto extrañaba es como pisar el cielo por segundos.
El delicioso sabor frío del pozol y sus pequeños granos de maíz con cacao, la comida frita que sacia el hambre con rapidez y todas esas deliciosas frutas que no encuentro en mi nuevo lugar.Porque no lo puedo negar más, soy sureña y aunque no lo llevo en la sangre está en mi corazón.
Aquel que se emociona con la vista del mar y los Framboyanes; el que es feliz al probar su comida de la infancia; el que es feliz con las olas del mar entre sus pies.Soy sureña y nada puedo hacer. Solo espero que otra vida pueda estar cerca del aroma a mar caribeño que se pinta diferente con cada atardecer.
...
Y si algún día muero búscame en ellos, en las raíces de las Ceibas y las ramas de los Framboyanes. Búscame en el pozol frío al mediodía y las empanadas nocturnas. Búscame en las aves de colores y los perros callejeros que cuidé.
Búscame en tu memoria como la sureña que soy, con una gran sonrisa y mis cabellos al aire, con mis pies en la arena y mi ojos cafés perdidos en el horizonte.
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Simples escritos
RandomAunque sea un simple sueño, pienso seguir hasta quedar satisfecha, quiero llegar a la perfección de la literatura y no hay mejor camino que la práctica. Así que por favor, lean con la mente abierta, ya que muchas cosas las escribo en un suspiro y vi...