Su llamado

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Al tiempo que mis dedos teclean de manera rápida en el celular, a mis ojos llega un atisbo de la olla con verduras hirviendo en la estufa y con cuidado poso el electrónico en la barra para acercarme a la comida que se cocina a fuego lento dejando un delicioso aroma en el aire que hace que mi estómago gruña con hambre, en el fondo la música liguera es un cálido ambientador.
Me gusta esto, la momentánea soledad de mi hogar y la libertad de tomar el espacio a mi gusto; siempre me ha parecido que la comida sabe mejor cuando se prepara con tiempo y cuidado.

Mis manos toman un par de guantes de cocina para colar con cuidado las verduras dejando que en agua caiga al fregadero mi mente se pierde en un vago fragmento de un sueño. Y al empezar hacer memoria, recuerdo en su totalidad aquel sueño que alguna vez fue recurrente.
   

-...
     Una puerta de madera rojiza con ventana rectangular en medio apetece frente a mí y sin pensarlo mucho la abro haciendo que la luz del lugar me ciegue completamente logrando que me quede en mi lugar deslumbrada; me toma unos segundos empezar a vislumbrar una mesa rectangular que parecía no tener fin, en cada asiento se encuentra una silueta negra que parecía hablar emitiendo un tipo de estática aguda que me lastimaba los oídos, de pronto un par de manos me tomaron de los hombros por detrás y me guio al único asiento vacío de la mesa donde me encontré rodeada de esos seres, todos emitían esos extraños ruidos y mis oídos empezaban a timbrar logrando darme un dolor de cabeza. Mis intentos de entablar conversaciones fueron inútiles ya que era interrumpida constantemente y la estática se volvía cada vez más fuerte al tiempo que sus figuras se alargaban hacia el techo en cada segundo haciendo que la poca luz que había de fuera reduciendo cada vez más, sentía que no lo podría soportar por mucho tiempo.

De un momento a otro mis piernas me impulsaron hacia arriba y rápidamente comencé a caminar lejos de las sombras adentrándome al pasillo en el cual por más que caminaba no parecía llegar a su fin haciendo que el pánico me inundase, mis piernas empezaron a correr mientras las paredes se cerraban sobre mí, y puedo notar de manera ajena todos los cuadros y fotos que colgaban en ellas, pero poco me importaba eso, yo solo deseaba llegar a mi salvación, la cual pronto vislumbro al final de pasillo, la puerta de madera oscura. Al por fin llegar a la puerta entro apresuradamente y respiro aliviada, aunque no parece durar mucho. La habitación es oscura y fría logrando que me sienta oprimida, a tientas busco la esquina más cercana de la habitación y me acurrucó en ella con el corazón agitado por mi huida, lentamente mi cuerpo se calma y todo lo que escucho es mi suave respiración en la sofocante del silencio.
Mas este sentimiento no es largo, ya que algo rompe el silencio, una voz dice mi nombre con una suave melodía que me atrae como el canto de una sirena haciendo que mi mente salga del letargo que me hacía volverme una sola con la habitación.

Y sin darme cuenta mi cuerpo se va levantando lentamente para poder me en pie, estática, pero nuevamente la voz me llama desde el otro lado de la puerta y mis piernas me llevan a la fuente del sonido por lo que me encuentro desorientada observando la puerta y en un repentino movimiento mi mano toma la perilla girándola mientras la voz me sigue llamando. La puerta se abre bruscamente dejando que toda la luz me ciegue y mis ojos se cierran inmediatamente, aunque pronto salgo de mi aturdimiento al sentir que algo toma la mi mano, apartándola de la perilla con una extraña delicadeza que remueve mis entrañas, lentamente se abren mis ojos para observar aquello que me sujeta; una mano, es una grande y cálida mano que me sujeta con cariño haciendo que mi piel arda en su tacto.
Mi mirada se eleva a su cara y sus ojos me transmiten un amargo cariño, no lo conozco, pero algo en el me parece tan familiar como lo es un sabor u olor de la infancia, es extraña la sensación de calidez que me transmite, mi mente se relaja y mis pulmones sueltan el aire que sin saberlo tenía retenido, mi mano se ajusta en la suya haciendo que mis entrañas se remuevan, todo lo que me transmite es tan inexplicable que el fondo de mi mente quiere alertarme mas, las sensaciones son tan abrumadoras que ignoro toda razón y no me alejo. Su mano me da un leve apretón antes de jalarme fuera de esa opresiva habitación y mi cuerpo lo sigue de manera instintiva, la presencia del desconocido es como una droga que detiene mi mente y razón, sólo sigo sus movimientos mientras me llena los oídos de dulces palabras, intoxicándome aún más.

Sus pasos son lentos y seguros mientras camina hacia atrás mientras me embriaga con el amor y calidez de su mirada al tiempo que me sujeta con firmeza cariño mientras me guía por el extenso pasillo por el que había corrido antes, y yo, completamente hipnotizada lo sigo como oveja a su pastor, en el pasillo las tantas fotos pasan como un borrón en el rabillo de mis ojos ya que mi mente solo e enfoca en una cosa, en el.
No pasa mucho antes de que el infinito pasillo llegue a su fin, mis ojos vislumbran la larga mesa en la cual siguen las largas sombras con sus ruidos abrumadores y por un segundo parecen más humanas y menos intimidantes, más conocidas; pero sin perder un segundo el vuelve a llamar mi atención con sus endulzadas palabras e hipnotizante tono haciendo que nuevamente mis ojos vuelvan a él y mi mente se nuble completamente, mis entrañas se vuelves a remover y mis ojos notan algo en su mirada.

De un momento a otro nos encontramos en una nueva habitación que tenía las paredes y piso forrados con un brillante azulejo azul cielo que brillaba iluminado por una cálida luz que embellecía todo, y al mirarme a mí misma me doy cuenta que estoy vestida en un bello vestido veraniego color verde menta que parece flotar a cada movimiento que doy, algo llama mi atención, una suave tonada empieza a resonar por el lugar al tiempo que una de sus manos me sujeta con más firmeza por la cintura mientras la otra empieza a guiarme en un rítmico baile al compás de la música.
Pero algo más aleja mi atención de él, mi mirada se dirige hacia una puerta de cristal donde una de las sombras que se encontraban en la mesa golpea la puerta mientras emite esa estridente estática, aunque hay algo extraño en esta sombra ya que su forma es casi humana, solo su cara parece un borrón negro. Su mano toma mi mejilla y me obliga mirarlo de nuevo, mientras hace que bailemos al son de la música y me jala hacia su pecho de manera firme; nuevamente ese sentimiento en las entrañas me incomoda al tiempo que algo muy al fondo de mi mente me grita, aun así, me niego a escuchar algo que no sean sus dulces palabras, me dejo hipnotizar para olvidar los golpes en la puerta y la estática que se cuela.

Aunque no lo quiera, la música llega a su final mientras nuestros cuerpos se detienen a la mitad de la habitación y sus dulces palabras cesan, pero sus manos me mantienen cerca con un agarre firme que impide cualquier movimiento que casi parece querer asfixiarme. Los golpes en la puerta se vuelven cada vez más desesperados mientras la sombra grita lo más alto que puede al punto de casi azotarse contra la puerta, pero al pasar los segundos sus chillidos de estática empiezan a tener sentido y forman palabras.
Mi mente me empieza a gritar haciendo que salga del ensueño que él me provoca y la sombra ya no es eso, es ahora una persona, una mujer que grita desesperada mientras se azota contra la puerta, su desesperación y dolor hacen que mi corazón se estremezca e intento ir hacia ella, pero el agarre con el que élme mantiene cerca no permite que me mueva tan solo un centímetro. Mis manos tratan de empujarlo al tiempo que volteo a mirarlo, pero cuando mis ojos se posan en él, el aire abandona mis pulmones y mi cuerpo se paraliza del horror. No es él, su cuerpo es una deforme masa negra y viscosa que imita la forma de un humano, la extraña materia me atrapa cada vez más mientras intento alejarme. Mis ojos miran alrededor en pánico mientras intento encontrar una manera de huir, pero no reconozco el lugar en el que me encuentro; lo que antes era una hermosa y deslumbrante habitación, ahora es un fangal, los muros son cafés por el moho, el musgo y el barro, el piso es lodo que hace mis pasos lentos y torpes, veo alimañas e insectos de coladera por todos lados y mi vestido veraniego está lleno de todo y hoyos, mi cuerpo tiene heridas que no sé de dónde salieron.

Nuevamente volteo hacia la puerta de cristal donde la sombra llora amarga y desesperada mientras golpea la puerta, su cara por fin es visible y ahora entiendo sus palabras, es ella, es mi madre, y llama mi nombre con una desesperación que nunca había escuchado, mi garganta se desgarra cuando grito por ella con todas mis fuerzas, pero es inútil, aquella masa negra ya me está tragando casi por completo, grito su nombre por última vez antes de que mi cuerpo sea envuelto completamente y sea asfixiada poco a poco.

-...
Mi mente vuelve a la realidad de manera abrupta por el sonido de una notificación que resuena por toda la casa vacía, me inclino hacia el celular y mis ojos echan un vistazo a la pantalla donde se muestra un mensaje que hace mi peil erizarse en un escalofrío.

-¿Quieres que nos conozcamos en persona?

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