Four

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Años atrás

Lilith era una joven realmente hermosa, ante los ojos de los demás una joya, un diamante en bruto, su piel era blanca, su cabello oscuro, sus ojos tan claros como la miel y su cuerpo formado tan perfecto como ningún otro.

Los hombres la codiciaban y deseaban con fuerza, pero Lilith solo tenía ojos para aquel hombre que la hacía soñar despierta y sonreírle a la nada.

Juraba que su amor era tan puro y fuerte que nadie sería capaz de romperlo, ni siquiera Dios, y aunque no lo sabía Lilith estaba muy equivocada.

Se había entregado en cuerpo y alma a aquel hombre, prometiendole amarlo con su vida y gobernar con el cuando el momento llegara, no lo dejaría solo y lucharia a su lado, daría su vida por el si fuera posible.

Tanto así lo amaba.

Pero para su mala suerte una noche, una de esas noches dónde el hombre que amaba había bajado al infierno, Lilith salió de casa encontrándose con la fría y oscura noche, pero aquello no fue lo único que se encontró esa noche, si no también con aquellos hombres que con maldad abusaron de ella, sin compasión dejándola casi muerta en aquel callejón oscuro.

Lilith sabía que Lucifer tomaría venganza matando a cada uno de ellos si se enterará de lo ocurrido, pero también pensaba que podría odiarla porqué ahora ella estaba sucia por aquellos hombres y la idea de que el la odiara lastimó lo más profundo de su ser.

Por eso esa noche Lilith huyó, lejos muy lejos de el.

Y aúnque sabía que escapar de el era imposible, esperaba que el entendiera que su lejanía era una decisión propia.

Los meses pasaron y la criatura en su vientre estaba a punto de salir, encontrándose sola en medio de la absoluta nada en aquel bosque, los dolores se hacían cada vez más fuertes mientras su cuerpo intentaba expulsar al bebé dentro de ella.

Sintió como el aire caliente calo en lo más profundo sus huesos, en ese entonces lo supo.

El ya la había encontrado, con la fuerza que aún le quedaba pujo una última vez escuchando el llanto de su bebé acompañado del suyo.

Con una sonrisa cansada corto el cordón, tomo al niño en sus manos mirándolo, tan igual a ella, tan hermoso como un lindo diamante.

Le había puesto de nombre JIMIN y lo había abrazado como su tesoro más valioso.

Pero ella no tenía tiempo, su cuerpo estaba débil, y la sangre no dejaba de salir, estaba teniendo un derrame, sabía que moriría, así que con la poca fuerza se dirigió a aquel signo dibujado en el piso rodeado de velas, aquel que desde hace dias había dibujado, por qué Lilith sabía que el la encontraría, pero su cuerpo había sido tocado y marcado por otros hombres, el no merecía ese cuerpo. Por eso Lilith  aquel día tomo a su bebé en brazos en medio de aquel signo, limpio su alma y se la entrego a aquel bebé.

– Tu mi amor, tú serás su Lilith, lo amaras y gobernaras con el como siempre el quiso que yo lo hiciera, cuando llegue el momento te irás con el, el te amara con su vida, una larga vida te espera en sus brazos mi pequeño... Mi pequeño Jimin.

Fue así como el alma de Lilith se abordo en lo profundo de aquel bebé mientras su cuerpo quedaba sin vida en medio de aquel ritual, ritual que había facilitado que lucifer la encontrara,  pues aquella era una manera de llamarlo y el esperaba pacientemente por aquello.

El apareció con sus ojos tan oscuros como la nada misma, había buscado a su enamorada pero al sentir su insistencia ryn querer estar alejada, decidió dejarla ser.

Vió aquel círculo en dónde el cuerpo de su enamorada yacía sin vida y el llanto de un bebé se escuchó en toda la cabaña desgastada y vieja.

Tomó el cuerpo de la mujer abrazándola con fuerza, lloro por su amada, miro su vientre levemente hinchado y la sangre saliendo de ella, entonces lo supo.

Ella había tenido un bebé, aquel que lloraba sin compasión.

El odio se apoderó de él, dejando el cuerpo de su amada en el suelo, se acerco al bebé dispuesto a quitarle la vida, pero lo que no contó era que ese bebé con solo mirarlo cambiaría la suya.

El bebé abrió sus rasgados ojos mieles tan parecidos a los de la mujer que amaba, solo entonces supo que sería incapaz de acabar con el, aún que ese bebé tenía algo más y es que podía sentir el amor de Lilith en el, como si ella estuviera ahí, mirándolo a través de los ojos del mismo.

Miro el signo en el piso y entonces lo supo, Lilith no había muerto, Lilith habia almacenado parte de su alma, en aquel cuerpecito.

Sonrió mirando al bebé, lo tomó en brazos, el sabía que no podía cuidar de el ni darle un amor fraternal, pero no importaba quien lo cuidara, porqué el lo encontraría en algún momento y cuando ese momento llegara el lo haria completamente suyo.

Actualidad

El cuerpo de Jimin se debilitaba, dejó de luchar y de retorcerse, cuando la puerta fue abierta y aquellos ojos completamente negros de hicieron presentes, Jimin sonrió a medias mientras las personas que disfrutaban verlo morir lentamente, temblaban ante su presencia.

El hombre se acerco lentamente a aquellas personas quienes sacaron los collares con crucifijos de sus cuellos mientras retrocedian y pedían a Dios por su vida.

El hombre sonrió con burla arrancando los collares de su cuello y tirandolos al piso.

– El no va a ayudarlos.- Dijo con burla.

– El es justo y bueno, nosotros matamos a Lilith y el nos recompensara.- Dijo la mujer evitando la mirada oscura del hombre.

– ¿Y cuál según tú, será la recompensa?

- Nosotros iremos al reino de los cielos y tu...Tu serás destruido.

– Respuesta incorrecta mujer, ni tu, ni el ni ningún humano irá al reino de los cielos ¿Sabes por qué?

La mujer negó cerrando sus ojos y tomando la mano de su esposo.

– Porqué ninguno de ustedes fueron creados por el.

– ¡Mientes! Por eso fuiste expulsado, eres vil y mentiroso.

– No, yo fui expulsado por haber hecho algo que solo mi padre tenía permitido hacer ¿Sabes que es?

La mujer negó con miedo mientras sentía la mano de su esposo tornarse fría.

– Poder crear vida.

La mujer abrió sus ojos mirando al piso.

– Todos ustedes fueron creación mía, fueron creados después de un pecado, uno que yo provoque, por eso cada ser humano asi diga ser fiel devoto de mi padre, es un pecador, cometerán errores, nunca serán dignos de ir al reino de los cielos, cada uno de ustedes tiene algo de mi en su ser, cada uno de ustedes irán al infierno sin importar cuánto se arrepientan y se inclinen ante el, nada que yo haya creado tiene un lugar allá arriba ¿Y que crees? He decidido que ustedes se iran más rápido al infierno de lo que tenía planeado.

Tomo a la mujer por el cuello levantandola del suelo con fuerza, con tanta fuerza que podía sentir sus huesos crujir y su respiración faltar mientras su rostro se tornaba morado.

– Van arrepentirse de haber tocado a mi tesoro, haré su vida allá bajo sea horrible y tortuosa, eso se los aseguro.

Aventó el cuerpo de la mujer impactandolo contra el piso dejandolo sin vida casi de inmediato.

Mientras el hombre yacía muerto por mirar sus oscuros ojos. El se dirigió a Jimin quitando aquel collar conjurado , rompiéndolo en pedazos.

Tomo a su pequeño en sus brazos mirando su cuerpo, ya no respiraba, sus ojos estaban abiertos y de su nariz desprendía sangre.

Otra vez se repite la historia.

Lo abrazó con fuerza, aún se sentía su fuerte amor como si siguiera allí.

– Descansa mi amor, prometo encontrarte nuevamente.

Porque si, parte del alma de Lilith seguía ahí, pero también la de su pequeño, y Jimin era el único amor de su vida

Diavlo✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora