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Veo que Theodore se hacerca hacia Draco y hacia mí para alivianar el ambiente. —Por Merlin, cara sorella (hermana querida), te ves hermosa. Grazie mille fratello (muchas gracias, hermano) —le dije mientras me soltaba del brazo de Draco para poder acercarme a él.
—¿Ti senti bien, Adeline? (¿Te sientes bien, Adeline?) - me pregunto- Non mi sento molto bene, voglio andarmene da qui, non sopporto più Draco (No me siento muy bien, quiero irme de aquí, ya no soporto a Draco) - le comente a mi hermano mientras nos dirijiamos a la barra mientras dejábamos a draco en el lugar que estábamos- Ho davvero bisogno di bere (realmente necesito beber)-le hable a mi hermano mientras tomava un copa de algun licor que traía uno de los meseros que estaba pasando por el lugar mientras qie íbamos caminando hacia la barra donde esteaban sirviendo multiples tipos de alcohol.
Mientras Theo esperaba que llegara su bebida, veo una cabeza rubia que se asoma por la multitud. Sabiendo perfectamente quién es, comenzó a caminar en su dirección. —¡Daphne! —also mi voz mientras me acercaba a ella rápidamente para poder darle un abrazo. —¡Adeleine, hola!— me dice la pelirubia mientras me abrazaba. —Te extrañe mucho, Daphne— le dije mientras me separaba de ella y la observaba. Estaba mucho más alta que yo, tenía el cabello más largo y tenía puesto un vestido color azul oscuro que se señia a su cuerpo y tenía un moño en su hombro derecho que la hacía lucir mucho más hermosa de lo que es, resaltando su piel palida y su cabello platinado.
—¡Adeline Nott! —exclamó alzando la voz— ¡por qué no me dijiste nada de que te vas a casar con Draco, en qué momento se dejaron de odiar!
¡Por Merlin baja la voz Daphne! No he dejado de odiar a Draco, ven, te contaré. La tomé del brazo para caminar hacia un rincón del salón de la mansión Malfoy. —Adeline, ya no aguanto más, cuéntame ahora —me dijo emocionada—. Lo ciento por no haberte contado antes, pero esto fue algo que me tomó por sorpresa. No es algo que haya decidido.
—¿Entonces quién lo decidió, Adi? —me dijo con curiosidad por saber. —Fue algo decidido el señor tenebroso, Daphne. Como el padre de Draco está en Azkaban, el señor tenebroso decidió que nos comprometeremos para que Draco se convierta en mortifago y para unir a dos de las familias más poderosas para así en el futuro tener más seguidores —le dije a Daphne tristemente.
—Dios mío, Adi, ¿cómo eso es posible y tu padre cómo se puso con la noticia?
—Mi padre era el más feliz y orgulloso. Él está de acuerdo con esto. Él dice que es un honor haber sido elegida para hacer esto, Daphne. -
—Lo lamento mucho, Adi, nunca esperé esto de su parte, no pensé que era un mal padre —me dijo Daphne mientras se hacercaba.
Conmocionada, me acerqué a ella para abrazarla y sentir el calor que emanaba de su cuerpo que me tranquilizaba. Daphne siempre me ha apoyado en todo lo que hago; es un soporte para mi vida diaria, al igual que Theo. —Muchas gracias, Daphne, eres un gran apoyo para mí —le dije mientras la abrazaba.
—Por qué mejor no nos pongamos al día, tengo muchas cosas que contarte —me tomó del brazo para sentarnos en uno de los sillones que estaban a un costado del lugar donde estábamos anteriormente, donde se encontraba una cantidad de personas que no conocía que venían a la reunión por el compromiso de Draco y mío.
El tiempo pasaba muy rápido y ya se acercaba el momento de la pedida de mano donde tendría que fingir una felicidad que era una emoción que en ese momento no la tenía. Me mantuve todo el tiempo con Daphne conversando de cosas triviales hasta que se nos unió mi hermano Theo, Blaise, Tom, Mattheo, Pansy, Draco y Astoria.
Todos ellos conformaban mi grupo de amigos menos Astoria, que era la hermana de Daphne. Una niña insoportable que lo único que hacía era tratar de obtener la atención de Draco, molestándolo todo el tiempo que pueda. —Daph, no soporto a tu hermana —habló Matheo, mellizo de Tom e hijos de Lord Voldemort—. Lo tengo bastante claro, Matheo... —frunciendo el señor, Daphne le habló. Siendo interrumpida por Draco, quien se encontraba bastante sofocado en la situación en la cual se encontraba, ya que Astoria lo tenía agarrado del brazo, mientras que ella se acurrucaba en él apoyando su cabeza en su brazo. Bruscamente se para, haciendo que Astoria lo soltara rápidamente...
Antes de irse Draco se da vuelta de mala gana. —Nott, ya es hora, tenemos que ir con mi padre y el tuyo ahora— habló prepotentemente mientras se jiraba para seguir con su camino. —Lo siento, chicos, nos vemos después, vale— me despedí para dirigirme hacia donde se encontraban mi padre y los del platinado.
—Hola, Cissy —exclamé saludándola. —Señor Malfoy, ya está todo listo, ya es hora —un elfo doméstico le habló a mi padre. —Muchas gracias— le dijo Cissy antes de que mi padre tratara mal al elfo y lo echara del lugar.
—niños— Narcissa nos corrió a ambos hacia un lado mientras esperábamos al señor tenebroso. —Por favor, estén tranquilos; sé que esto no es algo que ustedes quieren, pero es la única manera, ¿sí? —poniendo una mano suya en uno de nuestros hombros.
Nos acercamos a la tarima donde se encontraba Voldemort, donde una mujer nos puso al lado del otro mientras que a los lados iban sus dos hijos, Tom y Matheo. También se encontraban tres portifagos delante de él, donde uno de ellos era mi padre y el otro mi hermano Theo. Comenzamos a avanzar para subir a la tarima detrás de Tom y Matthew.
—Buenas noches a todas las familias por encontrarse aquí hoy. Hoy damos por iniciado un nuevo proceso para ustedes y las familias más importantes del mundo mágico. Todos queremos que este puro linaje siga su transcurso por muchos años más, así que todos sabemos por qué fue echa esta cena hoy, ya que se da por oficial el compromiso de Adeline Nott y Draco Malfoy, para que se mantenga el linaje de los magos y de los futuros mortifagos... Donde hoy se nos unirá Draco —dijo Voldemort con su típica sonrisa de emoción por cumplir una más de sus metas, comprometernos a Draco y a mí, y también convertir a Draco en mortifago.
Draco se acercó a mí trapidamente, tratando de que esto pasara rápido mientras sacaba una caja pequeña de terciopelo azul. —Querida Adeline, ¿quieres casarte conmigo? —me dijo mientras se agachaba abriendo la caja que contenía un hermoso anillo con un diamante gigante en medio. Era de platino con unos detalles a ambos lados del hermoso diamante que tenía al medio. —Sí —le dije tratando de sonar emocionada.
