Desde que tengo memoria, he buscado un propósito en la vida. He leído a los grandes filósofos, he debatido con amigos y he pasado noches en vela, esperando encontrar una respuesta. Pero cuanto más busco, más me doy cuenta de que no hay nada.Cada día, camino por las calles, observando a la gente a mi alrededor. Todos parecen tan seguros, tan inmersos en sus rutinas. Pero yo sé la verdad: todo es un vacío sin sentido. La vida no tiene un propósito inherente, no hay un destino, solo un abismo infinito.
Una noche, mirando las estrellas, me di cuenta de que todo es inútil. No hay un significado oculto, no hay un plan maestro. Solo estamos aquí, flotando en la nada, esperando el inevitable final. La libertad que una vez pensé encontrar en esta realización se ha convertido en una carga insoportable.
Vivo cada día con la certeza de que nada importa. Los momentos de alegría son fugaces y vacíos, las conexiones humanas son ilusiones pasajeras. En un universo indiferente, cualquier intento de encontrar significado es una farsa.
Así que aquí estoy, atrapado en este ciclo interminable de desesperanza, sabiendo que no hay escape. La vida es un juego cruel, y yo soy solo una pieza más, de algo que en algún momento terminará. Moviéndome sin rumbo en el tablero de la vida.
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Los susurros de la mente
PoesieUna pequeña colección de pequeños poemas, microcuentos o frases que escribo de vez en cuando. ¡Recuerda dejar tu comentario y vota por el capítulo si te ha gustado!