Capitulo 6: parte 2

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Las manos de Cristian están sobre su cadera, sujetándolo con algo de fuerza mientras ambas bocas siguen unidas. El beso debería haber terminado hace rato, pero ninguno parece querer detenerse. Lo que había empezado como algo inocente y tranquilo, ahora había escalado a una expresión pura de hambre. Ambos labios chocan con intensidad, al punto de arrancarle a ambos jadeos y suspiros.

La lengua de Lisandro ya se encuentra explorando la cavidad ajena, mezclando ambas salivas y de paso, saboreando el gusto del Fernet que todavía persiste en su garganta. Una de sus manos se dirige al torso desnudo del morocho, explorando la piel caliente bajo la yema de sus dedos, en lo que va bajando lentamente hasta llegar al elástico de su short de fútbol. En ese instante, Cristian rompe el beso, dirigiéndose al cuello del de mechitas rubias, comenzando a dejar múltiples besos y mordidas que arrancan suspiros al más bajito.

"¡QUIETOS MANGA DE DEGENERADOS!" Se escucha el grito al final del pasillo, captando la atención de ambos. Giovani está allí, cubriendo sus ojos con una mano y apretando en un puño la que tiene libre.

"Gio, la concha de tu hermana, ¿por qué siempre tenés que aparecer en el peor momento?" Se queja Lisandro apartándose del agarre de Cristian, quien, por más extraño que parezca, luce bastante avergonzado por la situación.

"Voy a ver cómo está Valen." Dice en un tono casi de humillación, pasando rápidamente por el pasillo y llevándose del rubio una mirada que es muy parecida a la de un padre que acaba de enterarse de que su hijo roba o hace algo de ese estilo, básicamente decepción y bronca. Aunque obviamente viniendo de Giovani es un acting, el canalla se la da de serio, pero es igual de teatrero que Nicolás.

Lisandro se cruza de brazos, sabe que viene uno de los clásicos planteos que odia, aunque esta vez acepta que se lo merece. No tendría que haberse dejado llevar tanto en el medio del beso, no cuando el hijo de Cristian y los chicos siguen en la casa. Esta vez admite su error, ya no está en la edad para andar como un adolescente calentón a quien no le importa nada más que ponerla.

"Como te gusta dar vueltas a vos, trola, sos peor que una calesita", dice en un tono burlón Giovani, cruzándose también de brazos y admirando al de mechitas rubias con algo de fastidio.

"Yo no doy vueltas, le dejé en claro a Cristian que no tiene que esperar nada de mí". Explica con un obvio destello de irritación en su voz, poniéndose a la defensiva fácilmente ante el comentario de su amigo.

"¿Y todo esto del garche casual a qué va a llevar, eh?" Pregunta ahora con más seriedad, manteniendo una expresión severa, que revela que la conversación ya está tornándose más franca.

"A nada, va a ser solo sexo hasta que se me pase la calentura y se corte todo". La voz de Lisandro le sale hasta con rabia, no le gusta que le cuestionen sus decisiones y mucho menos que intenten indagar en lo que siente, más que nada porque sabe que Giovani lo conoce lo suficiente como para deducir todo sin que él tenga que decir ni una sola palabra.

"Sí, dale, te creo". Dice con obvio sarcasmo en su voz, llevándose una protesta de parte de Lisandro, quien se acerca para salir del pasillo y en el proceso chocando ambos cuerpos. Giovani se ríe de esto y lo persigue para empujarlo desde atrás. Los dos no son muy buenos manteniendo la seriedad, la relación de ambos es así.

Los dos vuelven al patio entre risas; cuando voltean, se dan cuenta de que nadie parece notarlos. Julián y Enzo siguen hablando entre ellos, mientras que Nicolás charla con Alejo animadamente. Cristian está cortándole a Valen un pedazo del asado que sobró. Lo extraño es que Alejandro está con su cabeza contra la mesa y se está quejando en voz baja.

"Al final, si me sentía mal de verdad". Suelta su hermano de golpe, captando rápidamente la atención de Lisandro cuando lo ve enderezar su cuerpo. Su rostro está pálido y sus manos se encuentran sobre su estómago.

𝗖𝗿𝗲𝗼 ;; Cutilicha AU!twtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora