Las luces de la ciudad brillaban intensamente, reflejándose en los charcos de lluvia mientras Young Miko salía del club por una puerta trasera. Había dado un show espectacular, pero la euforia del escenario siempre le dejaba un vacío que solo una cosa podía llenar: 𝙍𝙖𝙦𝙪𝙚𝙡.
Raquel era una chica que Miko había conocido hace unos meses en una fiesta. No era famosa, ni aspiraba a serlo. Simplemente era real, auténtica, y eso le había robado el corazón a Miko. Desde la primera vez que la vio, supo que había algo diferente en ella. Cada vez que estaban juntas, el mundo parecía detenerse, y todas las preocupaciones de la vida de Miko desaparecían, aunque fuera por un momento.
Pero esa noche, Miko sintió una extraña tensión en el aire. Habían quedado de verse después del show, como de costumbre, pero había algo en la mirada de Raquel que no había visto antes. Una tristeza profunda, como si estuviera cargando con un peso que no podía compartir.
Cuando Miko la encontró esperándola, apoyada contra la pared de ladrillo húmedo, supo que algo andaba mal. Raquel no levantó la mirada de inmediato; su cuerpo parecía más pequeño, más frágil bajo la luz parpadeante de la farola cercana.
Miko se acercó, con una sonrisa que intentaba ocultar su preocupación.
—¿Cómo te fue en el show? —preguntó Raquel, su voz suave y cargada de una melancolía que Miko no podía ignorar.
—Fue brutal, pero tú sabes que lo que más me gusta es esto... —Miko respondió, su acento puertorriqueño impregnando cada palabra con una familiaridad que solía reconfortar a Raquel. Pero esta vez, Raquel no reaccionó como de costumbre.
En lugar de sonreír y besarla como lo hacía siempre, Raquel simplemente suspiró y bajó la mirada. Tiró suavemente de la mano de Miko, llevándola hacia un callejón oscuro, lejos de las miradas curiosas.
Miko sintió que algo frío se instalaba en su pecho, una premonición que no podía ignorar. Cuando llegaron al final del callejón, Raquel se giró para enfrentarla. Sus ojos estaban llenos de lágrimas que aún no habían caído, pero estaban al borde.
—Raquel, ¿qué pasa? —preguntó Miko, su voz cargada de preocupación.
Raquel tragó saliva, luchando por encontrar las palabras adecuadas. Su corazón latía con fuerza, sabiendo que lo que iba a decir podría cambiarlo todo.
—Miko... yo... —La voz de Raquel se quebró, y tuvo que detenerse un momento, respirando hondo para mantener la compostura—. Tenemos que hablar.
Miko sintió cómo el suelo se desmoronaba bajo sus pies. Esa frase nunca traía buenas noticias. Siempre temía ese momento en el que alguien le dijera que "tenían que hablar". Sabía lo que significaba, y la simple idea de perder a Raquel le provocaba un dolor indescriptible.
—Raquel, no me hagas esto... —Miko susurró, acercándose un poco más, como si con su cercanía pudiera evitar lo inevitable.
Raquel cerró los ojos, sintiendo cómo las primeras lágrimas finalmente se desbordaban. No quería hacerlo, pero sabía que tenía que ser honesta, tanto con Miko como consigo misma.
—Miko, yo... te quiero, más de lo que puedo explicar, pero... no puedo seguir así. —Las palabras salieron con dificultad, cada una de ellas siendo un golpe en el corazón de Miko.
—¿Qué quieres decir? —Miko preguntó, su voz quebrándose. Extendió la mano para tomar la de Raquel, pero ella la apartó suavemente.
—Nosotras... vivimos en dos mundos diferentes, Miko. Tú tienes tu vida, tu carrera, y yo... no soy parte de eso. Nunca lo he sido y nunca lo seré. —Raquel intentaba mantener la calma, pero su voz se entrecortaba con cada palabra.
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𝗕𝗲𝘁𝘄𝗲𝗲𝗻 𝗗𝗿𝗲𝗮𝗺𝘀 𝗮𝗻𝗱 𝗠𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝘀 ~One Shots De Young Miko~
Fantasy༻𝗢𝗻𝗲-𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀 𝗱𝗲 𝗬𝗼𝘂𝗻𝗴 𝗠𝗶𝗸𝗼༺