capitulo 7 🪐

1 1 0
                                    

Muchas veces le tenemos miedo a las arañas los fantasmas pero hay miedos más profundo precisamente éstos eran los miedos que atormentaban a nuestro protagonista por eso La escuela se había convertido en un refugio para los protagonistas, un lugar donde podían dejar atrás sus problemas por un momento y concentrarse en sus estudios y amigos. Pero incluso allí, la tormenta de sus vidas los seguía.¿Cuando acabarían estos problemas?

Hoy no sabremos eso pero como todas las mañanas las chicas llegaban a la escuela con una taza de café.Lo que no sabían era que aún venían más problemas.Bella, aún luchando contra sus inseguridades, se había vuelto cada vez más reservada y distante estaba dolida y no daría su brazo a torcer

El sol brillaba con fuerza sobre la escuela, iluminando los rostros emocionados de los estudiantes que se apresuraban hacia el teatro. Era un nuevo día de clases y, a pesar de la tensión que había surgido en el almuerzo, Bella intentaba concentrarse en lo que realmente importaba: la proyección de "Helena de Troya".

Mientras tanto, Mateo y Jen se encontraban al otro lado del pasillo, intercambiando miradas cómplices. La tensión entre ellos era palpable, y Bella no pudo evitar sentir un pequeño nudo en el estómago. Sin embargo, decidió dejar de lado esos pensamientos y centrarse en sus amigas.

Bella:¡Vamos, chicas! —gritó Bella, tratando de animar a su grupo mientras se dirigían al teatro.

Al entrar, el ambiente estaba lleno de risas y murmullos. Las luces del escenario parpadeaban suavemente mientras los estudiantes se acomodaban en sus asientos. Bella se sentó junto a Sofía y Val, tratando de ignorar la creciente incomodidad que sentía al ver a Mateo y Jen juntos.

La película comenzó, y las imágenes de la antigua Grecia llenaron la pantalla. Sin embargo, Bella no podía concentrarse. En un momento crucial de la película, sintió que algo se movía a su lado. Miró y vio a Mateo inclinándose hacia Jen, sus labios acercándose lentamente. El corazón de Bella se hundió cuando los vio besarse.

Sin pensarlo dos veces, Bella se levantó de su asiento, visiblemente alterada. Salió corriendo del teatro, dejando a Mateo confundido y a sus amigas con una mezcla de emociones que no podía procesar.

Sofi:¿Qué acaba de pasar? —preguntó Sofía, mirando a val con preocupación.

Val:No lo sé —respondió  sintiendo que una parte de ella quería seguir a Jen. Pero en lugar de eso, se quedó sentada, intentando ignorar el caos emocional que la envolvía.

Después de la proyección, las chicas decidieron ir a almorzar juntas. Se sentaron en una mesa del patio, rodeadas de risas y charlas animadas. Pero Bella no podía dejar de pensar en lo que había visto.

Val:¿Qué te pasa? —preguntó Val, notando el silencio de Bella.

Bella:Nada, solo estoy cansada —mintió Bella, forzando una sonrisa.

De repente, los amigos de Mateo se acercaron a la mesa. Lucas tenía una expresión seria en su rostro.

Lucas:Mateo, ¿qué hiciste? —dijo Lucas con tono reprochador—. ¿Por qué besaste a Jen delante de Bella?

Mateo se encogió de hombros, claramente confundido por la reacción de sus amigos.

Mateo:No sé, simplemente pasó... —respondió, pero su voz carecía de convicción.

Los amigos comenzaron a regañarlo en voz baja, mientras Bella observaba desde la distancia. Sintió una mezcla de alivio y tristeza al ver que Mateo estaba recibiendo lo que merecía. Pero al mismo tiempo, el dolor en su pecho no desaparecía.

Finalmente, después de un descanso tenso y lleno de murmullos, las chicas decidieron hacer una pijamada en casa de Bella para distraerse un poco. La idea les pareció emocionante y prometedora.

Sofí:¡Vamos a hacer palomitas y ver películas! —exclamó Sofía, tratando de animar el ambiente.

Al llegar a casa, la atmósfera era diferente. La abuela Estella había decidido quedarse en la sala viendo un programa de televisión mientras las chicas subían a la habitación de Bella.

Val:¿Qué tal si comenzamos con una película de terror? —sugirió Val con una sonrisa traviesa.

Las chicas se acomodaron en el suelo con mantas y almohadas esparcidas por toda la habitación. Mientras empezaban a ver la película, Bella sintió que la risa y las bromas comenzaban a borrar un poco el mal sabor que había dejado el día.

En medio del caos de risas y gritos por las escenas aterradoras, Sofía se acercó a Bella.

Cami:Oye, ¿estás bien? Sabes que estamos aquí para ti —dijo con sinceridad.

Bella sonrió débilmente y asintió. A pesar de todo lo que había pasado, sabía que tenía a sus amigas para apoyarla.

Bella:Sí, solo necesito un poco de tiempo —respondió Bella, sintiendo cómo poco a poco su corazón comenzaba a sanar con la calidez de la amistad.

La noche avanzaba y las risas de las chicas resonaban en la habitación de Bella. La película de terror había sido un éxito, y aunque algunas se sobresaltaba con cada susto, la atmósfera se había vuelto más ligera. Sin embargo, en el fondo de su mente, Bella seguía reflexionando sobre lo sucedido con Mateo y Jen.

Nati:¿Recuerdan la vez que vimos "El Exorcista" y Val se escondió detrás del sofá? —preguntó Nati, riendo.

Val:¡Claro! —respondió Val, poniendo los ojos en blanco—. No sé por qué me dejé llevar tanto. Era solo una película.

Las chicas rieron a carcajadas, pero Bella no podía evitar sentir que la risa era un intento de disfrazar la incomodidad que aún sentía. Se recostó en su almohada, mirando al techo mientras sus amigas continuaban charlando.

Con el corazón latiendo con fuerza, Bella se levantó y salió al pasillo, tratando de encontrar un lugar donde hablar sin ser escuchada. Se dirigió a la sala de estar, donde su abuela seguía viendo televisión. La luz parpadeante del televisor iluminaba suavemente la habitación.

Estella:¿Estás bien, querida? —preguntó Estella, levantando la vista.

Bella:Sí, abuela. Solo necesito un momento —respondió Bella, intentando sonar casual.

Estella: que te parece si Vamos a descansar

Aquella noche bella se fue a dormir sin parar de pensar en que
se encontraron en una tarde gris, con un café en la mano Sus ojos brillaban, una luz que le robó el encanto
Unos segundos eternos, una sonrisa sincera.Y en ese instante supo, que era algo especial, sincero.Hablarin de sueños, de miedos y de canciones
Y en du voz encontré un eco, a mis propias emociones.Un silencio cómodo, una complicidad sin igual
Pero el miedo a perderlo, la e hizo retroceder sin aval.Fueron un casi algo, un tal vez que nunca fue
Un amor que se quedó a medias, un sueño que no llegó a crecer.Un sabor agridulce, que se quedó en su corazón
Caminaron juntos, bajo la lluvia y el sol.Unos días mágicos, con un futuro incierto.Y la incertidumbre creció, hasta que el miedo se apoderó del desierto.Eran dos caminos dejarlo ir o luchar y no había opción la decisión estaba más que clara

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 01 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

"Almas Perdidas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora