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⸺ Todavía tenemos unos minutos

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⸺ Todavía tenemos unos minutos. ¿Hay algo más de lo que quieras hablar?

Minho miró el reloj en la pared del consultorio de su psicólogo. Ya llevaba varias sesiones, pasando de culpar a todos a su alrededor por su actitud y sus problemas, a poder admitir pequeños errores y culpas que él había tenido.

Había que admirar el gran trabajo y esfuerzo que el pobre chico estaba haciendo.

⸺ Aún no he podido pedir disculpas a mis amigos. Quiero hablarles, pero no quiero obligarlos. Tampoco quiero que nos graduemos y todo termine mal entre nosotros.

El doctor Choi acomodó sus lentes.

⸺ Minho, arreglar las cosas con tus amigos y con ese otro chico, Jisung, va a ser una de las partes más complicadas de tu proceso. Sin embargo, tarde o temprano vas a tener que hacerlo, ya sea que ellos te busquen cuando estén listos, o que un día tú mismo te acerques y ellos acepten escucharte. Tienes que darles tiempo; no fuiste el único lastimado en toda esta situación. Así que trata de ser un poco paciente con ellos, pero no olvides que si fueron amigos, fue por una razón. Tal vez esta situación se resuelva más fácilmente de lo que ambos creemos.

⸺ Gracias.

⸺ No me agradezcas. Te veré la semana que viene. Cuídate, Minho.

El señor Choi abrió la puerta de su consultorio, dejando salir al menor después de haberse despedido y haberle entregado un dulce, como ya era costumbre suya con todos sus pacientes al finalizar las sesiones.

Al otro lado de la puerta, Minho se encontraba escribiendo un mensaje a su familia, avisándoles que había salido de su terapia, esperando que su madre le dijera que pasaría por él para ir juntos a comer algo. Realmente podría comerse una hamburguesa en ese momento.

En cambio, solo recibió un mensaje avisándole que alguien más lo esperaba fuera del consultorio, otro deseándole buena suerte, y un emoji de unas manos rezando.

¿Había mandado a uno de sus tíos? ¿O Mina había decidido esperarlo para obligarlo a llevarla al cine? ¿Si era su hermana, por qué le deseaba buena suerte? ¿A quién había mandado su mamá?

⸺ Ah, Minho, ¿ya terminó tu terapia?

Mierda.

No, no, olvídenlo, esta era una oportunidad. Minho no podía hacer las cosas mal en este momento.

No podía decir algo mal y darle un final definitivo a su amistad con el rubio. Pero era Felix, quien, a diferencia de otro cierto rubio, no había tenido intenciones de agredirlo físicamente hasta verlo llevado en una ambulancia.

Minho respiró, contó hasta tres y volteó, agradeciendo mentalmente a su mamá por haber llamado a Felix, y estando aún más agradecido con el rubio por no darle la espalda, aun teniendo todas las razones para hacerlo.

𝐉𝖾𝖺𝗅𝗈𝗎𝗌𝗒 | 𝖬𝗂𝗇𝗌𝗎𝗇𝗀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora