“Distrae a ese príncipe, a cambio trabajaremos gratis para ti”
De acuerdo al trato con el imp, el pecador sólo tenía que distraer a ese príncipe... pero no pudo evitar sentir esa curiosidad por conocerlo más, aún cuando eso significaba que se volverían más cercanos.
¿Cuál era el problema de volverse más cercanos?... Que el príncipe sólo lo veía como un amigo.