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•Fairy Tail, High School DxD e imagínese que se utilicen, no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.

•Una disculpa de antemano por si hay errores ortográficos.

"Diálogos"

'Pensamientos'

.........

Era un cuerpo en llamas, descendiendo desde los cielos como un meteorito furioso. Cuando impactó contra la superficie de la tierra, lo hizo con la fuerza devastadora de un cataclismo. Sin embargo, no era un simple meteorito; era un ser humano que había caído desde más allá de las estrellas, desgarrado y maltratado por fuerzas desconocidas.

Su cuerpo estaba cubierto de heridas graves: profundas quemaduras, arañazos que parecían haberse originado en garras bestiales, y mordeduras que hablaban de un combate feroz. A pesar de todo, contra toda lógica, seguía con vida.

"..."

Con un esfuerzo sobrehumano, intentó levantarse, pero su cuerpo estaba al límite. Sentía cómo cada músculo se resistía, cómo el dolor se extendía por cada nervio.

Lo intentó de nuevo, pero sus fuerzas lo abandonaron. Jadeaba con dificultad, su respiración era irregular, y su conciencia comenzaba a desvanecerse, deslizándose hacia la oscuridad.

"Nya~ parece que necesitas ayuda" Una voz suave y burlona rompió el silencio, inesperada en medio de su agonía. Era lo último que sus sentidos le permitieron escuchar antes de sucumbir por completo.

………

Infierno en la tierra. No había otra palabra para describir aquel escenario.

Todo comenzó con un duelo a muerte entre dos hermanos. Hermanos que no compartían lazos de sangre, pero sí el legado de un mismo padre y el poder abrasador de su magia. Uno de ellos había recibido ese poder a través de años de cuidado y entrenamiento, desarrollando un vínculo profundo con su padre, mientras que el otro lo había heredado como parte de su linaje, crecido en una era de oscuridad y soledad.

En un rincón de ese desolado campo de batalla, las llamas de un cálido verano se alzaban para proteger, ardiendo con la fuerza de quien ha conocido el amor y la amistad, el calor de un gremio al que llama familia. Las llamas del verano no solo eran destructivas; también eran guardianas, abrazando todo lo que consideraban valioso y dispuesto a sacrificarse por aquellos a quienes amaba. Frente a él, en contraposición, se alzaban las furiosas llamas del averno, insaciables e implacables, alimentadas por la rabia de una existencia solitaria y por el deseo de reducir todo a cenizas, de incinerar el mundo hasta que no quedara nada.

El suelo ardía bajo sus pies, el aire mismo parecía incendiarse, cada aliento que tomaban estaba cargado de cenizas y fuego. Todo lo que les rodeaba se convertía en llamas, consumido por la voracidad de su poder. Árboles, rocas, incluso el suelo bajo sus pies, todo era reducido a cenizas, y esas cenizas, a su vez, eran arrasadas hasta la nada. Los rugidos de ambos dragones, uno buscando proteger y el otro buscando destruir, resonaban en la vastedad del desierto, cada uno intentando imponer su voluntad, su razón de ser.

Proteger y destruir. Dos fuerzas opuestas, encarnadas en aquellos que, a pesar de sus diferencias, eran hermanos. Un duelo que no solo era una prueba de poder, sino una lucha por la propia esencia de lo que significaba ser un dragón, un guerrero, un ser vivo. Las llamas seguían rugiendo, una batalla que parecía eterna, donde el calor no tenía fin y la esperanza se perdía en el crepitar de las brasas ardientes.

Verdadero Dragón de Fuego [Natsu en DxD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora