ya agárrale odio porfi

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M: e we, ya me dijeron lo que me querías decir...

Yo: quien fue?, Dafi?, Nile?, Lalo?, quien fue?

M: No me sé su nombre, pero-

No le permití terminar la frase...

Yo: ah, yo, me tengo que ir ya, mi chofer va a pasar temprano por mí, adiós

Me di media vuelta sin el valor suficiente de mirar atrás y observar su reacción, mi jodida suerte fue aún peor porque era mentira que llegarían temprano a recogerme, pero tampoco esperaba que llegaran una maldita hora más tarde, me tuve que esconder detrás de una barda que sobresalía de la casa en la que yo y otros dos chicos teníamos que esperar a que llegaran por nosotros. No sé qué tan mal me veía en ese momento que incluso sin mirarlos pude notar que ellos me miraban constantemente con preocupación.

Ese fin de semana le suplicaba a la Luna una y otra vez que por favor él me rechazara, que no me sentía capaz de poder mantener una relación amorosa con alguien, dedicaba mis lágrimas de aquellas noches en constante suplica a que se olvidara de aquello y todo siguiera como si nada hubiera ocurrido, que al abrir mis ojos volviera a ser viernes y todo haya sido un mal sueño en el que estúpidamente tomé malas decisiones.

Llegó aquel fatídico lunes del que me arrepentiré toda mi vida, del cual incluso después de la muerte me convierte en un alma en pena. Aquella mañana abrí los ojos, frustrada por no haber podido conciliar el sueño, temblando de miedo me vestí con mi uniforme de gala, amarré mi cabello corto en una coleta bastante simple solamente para complacer a mi madre en verme como más le gustaba, subí al auto con las manos heladas al punto en que las puntas de mis dedos eran de un color rojizo, en la entrada de la escuela me encontré con Dulce, ella sabía de mis ridículos planes de declaración, le supliqué que no me dejara sola en ningún momento con él, ella se lo atribuyo a que yo estaba nerviosa por lo sucedido el viernes pasado. En realidad, mi plan en ese momento era alejarme de él, decirle que todo había sido una simple broma, que era mentira, una apuesta, un reto, lo que fuera necesario y más convincente viniendo de mí.

Al subir al salón él aún no había llegado, eso le dio un respiro a mi pobre corazón ahogado en lágrimas en ese momento, más relajada pude entrar al salón, estuve platicando con Dulce por unos 5-10 minutos, hasta que a través de la ventana lo vi pasar, pude sentir como el nudo en mi garganta volvía a aparecer, sentí que no podía respirar porque llego directamente a abrazarme para saludar, estaba acostumbrada a este tipo de saludo, porque siempre me quitaba mi bufanda, hecho por el cual lo conocían como:" Él chico de la bufanda roja".

Este abrazo fue diferente, se sentía horrible, asfixiante, algo en el fondo de mi alma me gritaba con una voz suplicante que le pidiera que me soltara, que le contara la verdad de que siempre había odiado el contacto físico, que ya no lo quería cerca de mí, mi corazón por otro lado anhelaba que el tiempo se detuviera en ese mismo instante y que este abrazo fuera eterno, porque tenía el presentimiento de que esta sería la última ocasión en la que estaría entre sus brazos como su "mejor amiga". En mi inocencia todo mi ser había entrado en una guerra interna, mientras mi ser consciente me pedía a gritos liberarme de aquel infierno, mi corazón adoraba arder en las llamas de aquello que todos llaman amor. 

(en lo personal, para mí actualmente la palabra amor es una manera elegante de decir: "dependiente de algo o alguien más")

Esa acción tan corta y probablemente insignificante para él, dio un vuelvo dentro de todo mi ser, una abrumadora y horrible sensación de asco que inundo mi instinto inhumano de escapar lejos de cualquier sentimiento. Me vi salvada por dulce, ella me alejo de sus brazos... pero fue lo peor que pudo haber hecho porque en ese momento, en la parte frontal de todas las butacas comenzaron a pelear por mí, forcejearon intentando quitarme de los brazos del otro con la típica frase: "Ella es mía" ... Ser de alguien, ¿yo le pertenezco a alguien?, para empezar, si quiera ¿pertenezco a algún lugar?

M: Ella me quiere más a mí, ¿verdad que sí?, nyancat (Jaja casi lo olvido, mi "apodo" en secundaria, al menos en segundo grado, fue: "NyanCat")

D: no, ella es mía, ella me quiere a mí

M: Mejor que ella decida, quiero escucharlo, ¿eres mía o de ella?

No quiero responder, amada Luna, si de verdad me escuchas... te suplico que al abrir mis ojos encuentre la respuesta a esta miseria, (es algo patético el hecho de que desde una temprana edad siempre he tenido un apego medio rarito por un satélite y las estrellas, también de coleccionar piedritas de colores y cosas relacionadas con la naturaleza, aniwuais), al abrir mis ojos lo primero que vi fue a Nile, en ese momento a penas y me sabía su nombre.

Yo: De Nile!!, ella es mi dueña, sí, soy de ella, de ella y del viento...

Ambos bastante extrañados se alejaron de mí, dejándome libre, de inmediato me aparte de ellos y los deje ahí peleando por sabrá dios que cosa y me acerque para sentarme en la butaca que estaba frente a Nile y hablar de cualquier cosa, en ese momento fue mi pequeño intento por evitar una situación incómoda entre mi persona y amigos. En ese momento me di cuenta de que estar con ella era (Y es) extremadamente cómodo, era como si de verdad los dioses hubieran escuchado mis plegarias, una amiga, mi primera amiga después de años, con una voz tan angelical... No, no quiero amarla, no quiero desearla de esta manera tan egoísta, entonces nació dentro de mí una vez más aquel sentimiento de asco propio, ¿por qué?, ¿por qué no puedo ser normal?... Esta vez huyendo de mis pensamientos, confiando en que el comportamiento de "Milan" era como el de todos los días y de que Dulce ya en más de una ocasión se había alejado de mí, diciendo de forma directa e hiriente que era una descarada, irresponsable, mala amiga y mala persona, recordándome una y otra vez la razón por la cual "Nile" no debe sufrir lo que es tenerme presente en su vida, volví a mi asiento, saqué una libreta en la que me gustaba dibujar, escribir mis pensamientos o frases que llegaba a escuchar, me puse a escribir sobre mis pensamientos en ese momento.

M: ******* Me gustas...

Escuchar su voz a un lado de mi, mientras me perdía en mis pensamientos casi me saca el alma del cuerpo.

Yo: Que?

M: Me gustas...

Yo: ¿Perdiste una apuesta?

M: no

Yo: ¿en qué momento aparece el que está grabando mi reacción?

Miré a mi alrededor con mis ojitos llenándose de lágrimas, hasta me ardió aplicar el impecable truco para evitar que caigan las lágrimas y disimular que estaba llorando, anteriormente me habían aplicado en más de una ocasión esa "broma".

(por lo que, ni ahora creo cuando alguien se me declara en persona o en linea, se me hace una completa mentira y cuando lleguemos a la parte después del nacimiento de noviembre entenderás la razón por la que ahora los llamo: "enfermitos de amor por mí")

"Milan" me hizo mirarlo sosteniéndome por los hombros

M: Me gustas... me gustas mucho desde hace mucho tiempo

Yo: También me gustas...

M: ¿Qué procede?

Yo: no lo sé... nunca había llegado tan lejos

(en un universo paralelo donde escuche las suplicas de mi lado lógico hubiera sido: "por favor suéltame, me incomodas" y ante la declaración: "Me gustas, pero como amigo" ) 

(Aunque sinceramente todo lo que viene después se hubiera evitando si yo simplemente hubiera aceptado cambiarme de escuela o meterme al internado de monjas XD)

Ji-EunWhere stories live. Discover now