EL ÚLTIMO RUGIDO: Prólogo

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Los años nos han demostrado que cuando la raza humana intenta avanzar como especie, puede haber graves consecuencias. En el año 2045, el cambio climático casi extinguió a la humanidad por completo. La civilización estuvo al borde del colapso. Sin embargo, la corporación ExoLife Innovations, conocida por sus siglas ELI, logró controlar milagrosamente el cambio climático gracias a los avances de sus destacados científicos.

Diez años después, la corporación realizaba pruebas en un laboratorio situado en un planeta fuera de la galaxia. Los científicos se preparaban para una prueba rutinaria, como las que solían realizar. El planeta donde se encontraban es llamado "Kepler-62 E", pero los científicos lo apodaban "Próxima Terra". La científica Yessenia es la encargada de coordinar el proyecto Fénix Z24-0E, que consiste en investigar la viabilidad de establecer una colonia en ese planeta, analizando las condiciones climáticas, la biodiversidad y la posible vida que pudiera existir allí.

Yessenia, junto a tres científicos, se colocaron sus trajes de protección química para explorar el planeta. Una vez listos, recibieron la autorización para iniciar la exploración.

—Todo listo. ¿Verificaron que sus trajes estén bien colocados? —exclamó Yessenia, preocupada por sus compañeros.

—Sí, mamá.

—Cálmate, Yess. No va a pasar nada; el planeta tiene el oxígeno adecuado para poder ser respirado. —respondió John, uno de los científicos.

Al salir del laboratorio, los científicos comenzaron a recolectar muestras para investigar la biodiversidad del lugar. Todo parecía normal, el paisaje era simplemente hermoso, con árboles enormes y flores grandes, similares a las petunias. Era un lugar de una belleza inusual. Sin embargo, Yessenia notó un movimiento extraño entre la hierba.

—¿Vieron eso? —preguntó Yessenia, preocupada.

—¿Qué pasó? —preguntó John, confundido.

—Vi un ligero movimiento, ahí cerca de la hierba —dijo Yessenia, asustada.

John apartó a sus compañeros y se acercó al lugar donde Yessenia había notado el movimiento. Al aproximarse, algo se movió rápidamente, como si estuviera preparando un ataque. Consternado, John hizo una señal para que no bajaran la guardia. No sabían cómo reaccionar, ya que, en teoría, el planeta no tenía vida. Sin previo aviso, una criatura se abalanzó sobre uno de los científicos, atacando con sus afilados dientes. La criatura tenía la apariencia de un ser bípedo, similar a un dinosaurio. Yessenia corrió de vuelta al laboratorio para ponerse a salvo. Temblorosa, digitó el código de la puerta y entró, tan alterada que olvidó cerrarla, lo que permitió que una de las criaturas entrara. Yessenia, al percatarse de que la criatura se encontraba dentro, pensó que el comedor sería un buen lugar para esconderse. Se movió lentamente para no ser detectada, pero por un descuido hizo ruido y la criatura la escuchó. Se acercó a donde estaba, y al estar cerca, emanaba un fuerte hedor a carne descompuesta. Sin embargo, debido a la oscuridad, Yessenia no podía ver a la criatura con detalle. Siendo más cuidadosa, se escondió lentamente en un armario para alejarse del peligro. La criatura, al no encontrar nada de su interés, emitió un fuerte chillido y se marchó del lugar. Aunque Yessenia se sintió aliviada, estaba alterada por no saber qué podría suceder a continuación.

Días después del incidente, en el comedor de la Universidad de la isla Iluna, Elena esperaba con emoción a su novio, Alex, mientras esperaban la posible respuesta sobre si habían sido aceptados para trabajar en ExoLife Innovations. Elena estaba inquieta porque Alex no llegaba. A pesar de la ansiedad, se sentía esperanzada, ya que ambos se habían animado a buscar trabajo en ELI.

Ese día era especial para ellos, pues estaban celebrando su aniversario. Mientras pasaban tranquilamente ese gran día, Elena revisó su teléfono y vio que habían recibido un correo notificándoles que habían sido seleccionados para una entrevista para un proyecto secreto del corporativo ELI. La entrevista era muy importante, debido a la gran cantidad de científicos que asistieron, los nervios de Elena aumentaron. Aunque estaba consciente de que tenían altas posibilidades de ser aceptados, dado que ella había estudiado una licenciatura en agronomía y Alex ingeniería genética, sabía que sus habilidades serían valiosas para el proyecto.       

—Disculpa la tardanza, el profesor de física no me dejaba salir —exclamó Alex, dándole un beso a Elena.

—No te preocupes, amor, ese maestro es muy testarudo. No te culpo —dijo Elena, burlándose.

Juntos fueron a comprar algo de comida para esperar tranquilamente la respuesta sobre la admisión al trabajo, con la esperanza de que fuera aprobatoria. Alex notó los nervios de Elena y le dio un beso para calmarla.

—Tranquila, todo saldrá bien, amor —exclamó, intentando motivarla.

—Tienes razón, amor. ¡No puedo creerlo! ¡Ya nos enviaron un mensaje! —dijo Elena, muy exaltada.

—¿En serio, amor? ¿Qué estás esperando? ¡Ve a ver qué nos dijeron!

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