☆\\La Oportunidad De Amarnos//☆Urss X Reich ~ Weimar X Bolchevique

☆XXXII☆

Como varios quisieron que este capitulo fuese dirigido a Weimar y Bolchevique, pues que así sea :)

Después de lo que dijo, se acercó al rostro del mayor para besarlo, era un beso tranquilo, después sintió como lo levantaba por la cintura y lo recargo en la pared, por su parte, enlazo sus piernas alrededor de la cintura del mayor sin dejar de besarlo. Lo abrazo por el cuello mientras acariciaba el cabello del contrario, el beso pasó de ser tranquilo a ser algo pasional, así que era obvio que los sonidos obscenos ya se escuchaban, y no tardo mucho para que el Alemán sintiera como el mayor trataba de introducir su lengua en la boca del menor, por lo que sin negarse le dio paso para que, junto a la suya, se encontrara entre sí y jugarán un poco. Era un beso muy entretenido, pero la maldita falta de aire los hizo separarse con un hilo se saliva entre ambos labios.

–te gusto?–

–por supuesto, fue intenso pero me encanto–

–que gusto oír eso, y espero que lo estés disfrutando, porque esto es solo el comienzo de esta gran noche–

–pues...que más quieres hacer?–, le pregunto con una sonrisa

–no lo se, que quieres que hagamos?–

–quiero que me hagas sentir como si estuviera en el cielo–

–si eso quieres, por que seguir esperando–

Aun sosteniendo al alemán de la cintura, lo recostó en la cama para seguir besándolo, pero esta vez, fue un encantador beso francés, las caricias pronto aparecieron y eso Weimar pronto lo noto, por lo que decidió interrumpir el beso.

–que pasa querido?–

–nada, es que tengo mucho calor y al parecer la camisa me esta molestando–, dijo mientras se iba quitando poco a poco la prenda

–...–, lo miraba con un leve rubor

–mi cuerpo esta caliente, pero tus manos están frías, podrías enfriar mi cuerpo por favor?, mein liebe–

–...–

No dijo nada, solo comenzó a acariciar el cuerpo del menor, tocando desde su pecho hasta la cintura, pero esta vez no besaba los labios, sino estaba besando el cuello del menor, dejando a parte leves marcas y mordidas, también lamia como si fuera lo más dulce que jamás había probado. Por su parte, el Alemán sólo podía jadear por la tan encantadora sensación de su piel.

–lo haces tan bien querido–

Pero de pronto sintió como los besos bajaron hasta su pecho, el mayor comenzó a besarlos levemente, también los chupaba y mordía, además de lamerlos tan apasionadamente, Weimar pasó de jadear a gemir en tono bajo, pues a pesar de ser nuevo en esto, era impresionante. Todo ese sentimiento de placer lo hicieron tener una leve pero tan notable erección, por lo que jadeo con algo de dolor.

–que paso querido?, te mordí fuerte?–

–no es eso liebe, lo que pasa es que me exite tanto con lo que hacías, que me causó una erección–