(♡☆) nuevos comienzos.

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Después de lo que sea que había pasado, Momo había estado pensando profundamente

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Después de lo que sea que había pasado, Momo había estado pensando profundamente.

¿Había estado mal?

¿Y si no le gustó a Mina?

¿Y si ahora la odia?

Suspiró, eran las 2:21 am y aún no podía conciliar el sueño, planeaba faltar a la escuela el día siguiente (y el resto de la semana, si era posible).

Nayeon le había dicho que así había hecho con su novia, Jeongyeon, y le había funcionado.

Momo iba a golpear a Im si a ella no le servía su consejo, pero sabía que la mayor tenía mas fuerza.

Se levantó de su cama y se fue hacia la sala de su casa, viendo el paisaje lluvioso de la ciudad, las gotas de lluvia suavemente golpeteando contra la ventana.

Limpió su ventana y pudo ver el cielo nocturno, la luna brillando más fuerte que nunca, siendo la primera vez en todo el mes en la que brillaba con fuerza.

Como Mina.

¿Cómo era posible que se hubiera enamorado de ella en menos de un mes?
 
Todo de ella era perfecto; sus brillantes orbes que podían iluminar una nación entera, su sonrisa gomosa que la enamoraba cada vez que estaba feliz, su dulzura y su amabilidad que demostraba que su corazón realmente era puro, sus rosadas mejillas cada vez que le decía un cumplido, sus lunares, sus-

—¿Moguri? ¿Qué haces despierta a esta hora? —preguntó Sana en un murmullo —interrumpiendo sus pensamientos—, su ronca voz resonando por la sala.

—¿Ah? —Hirai se volteó para ver a la menor, quien se sentó a su lado y la escaneó con la mirada.

—Moguri, estás muy rara. —dijo Sana, su mirada consternada sobre su hermana mayor. —¿Algo pasó?

Miró a Sana por unos segundos, buscando en su cabeza las palabras adecuadas para explicar su situación, al menos esperaba que su menor la comprendiera.

—Promete que no le dirás esto a nadie, ¿si? —Sana asintió, confundida. Momo tomó aire, desviando su mirada y finalmente habló. —¿Recuerdas la salida que tuve con Mina?

—Si. —la más alta la miró con confusión. —¿Por qué?

—Bueno..—Momo miró a Sana, esperando a que la menor entendiera lo que había pasado.

—¿Qué? —susurró, alzando una ceja. —¿Acaso Bambam se les apareció y arruinó su cita? ¿Por eso estás así?

—Si lo vimos, pero no nos molestó. —contestó Momo. —Pero...

—¿Qué?

—Sana, lo que pasa es que me besé con Mina y..—Hirai suspiró, agarrando sus mechones y tirando de ellos, una costumbre que tenía. —No sé si eso estuvo bien o no.

excluida   ♡   𝗺𝗶𝗺𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora