Ignacio Desfigerz, 03 Marzo 2023, Academia Magica "Los Primogenitos".
El grimorio seguía pesando en mi mano, como si estuviera hecho de plomo en lugar de papel. Mi mente daba vueltas mientras caminaba hacia los dormitorios, intentando procesar lo que acababa de suceder. ¿Cómo era posible que me hubiera tocado un grimorio? Yo, que nunca había mostrado ningún tipo de control innato sobre la magia. El Árbol del Maná debía haberse confundido... o quizás este era su cruel sentido del humor.
Mis compañeros me miraban de reojo mientras pasaba junto a ellos. Algunos parecían genuinamente sorprendidos; otros, divertidos, como si esperaran que hiciera el ridículo en cualquier momento. Tragué saliva, ignorando las miradas, intentando mantener la compostura mientras la tensión me comía por dentro. De todas las cosas que podían haberme tocado, un grimorio era lo último que me esperaba.
Llegué a los dormitorios y cerré la puerta detrás de mí con un golpe sordo. Me dejé caer en la cama, dejando el grimorio a mi lado, sobre la manta. Lo miré de reojo, esperando, casi deseando, que algo en él cambiara, que revelara un propósito oculto o que desapareciera por completo. Pero no pasó nada. Solo estaba allí, inerte, un simple libro flotante a mi lado.
Lo abrí lentamente, esperando sentir algo, una chispa de maná que me indicara que al menos podría usarlo. Las páginas estaban en blanco. Genial, justo lo que necesitaba. Ni siquiera un hechizo básico para empezar. Solté una risa amarga. "Qué irónico," pensé. "El grimorio es tan vacío como mi habilidad para la magia."
Golpeé el libro con frustración, y para mi sorpresa, emitió un leve brillo dorado. Mi corazón dio un brinco. Acerqué mi mano, inseguro de si debía tocarlo de nuevo. Al rozar la cubierta, sentí una vibración suave, como un pulso. Un pulso que parecía... responderme.
El grimorio seguía brillando tenuemente bajo la luz de la habitación, como si estuviera vivo, respirando con un ritmo lento y constante. Me incliné hacia adelante, estudiándolo con más detalle. La cubierta, de un cuero oscuro y viejo, no tenía ningún símbolo o indicación de qué tipo de magia albergaba. Los grimorios de los demás siempre tenían una marca clara en la tapa: un relámpago para la magia eléctrica, una hoja para la magia de la tierra, una ola para la magia acuática... pero el mío no tenía nada de eso.
Fruncí el ceño y, con más cuidado, pasé los dedos sobre la superficie rugosa del grimorio. Fue entonces cuando lo vi: un símbolo enigmático, una combinación de sol y luna grabada de manera tan sutil que casi había pasado desapercibido. No era un relieve prominente, ni dorado ni brillante, sino una marca tenue, casi como una cicatriz en el cuero. Parecía antiguo, desgastado, pero había algo en él que me atrapó de inmediato.
Un sol y una luna... ¿Qué significaba eso? La magia de fuego se representaba generalmente con una llama, y la luz con una estrella radiante. Ninguno de los otros grimorios que había visto jamás había tenido una combinación como esta. Mi mente intentó encajar las piezas. Tal vez era un símbolo de algún tipo de magia especial o de un elemento perdido en el tiempo, uno que nadie más en la academia había visto antes.
Pasé mis dedos sobre el símbolo de nuevo, intentando sentir algo más que la textura áspera del cuero. "¿Qué eres tú...?" murmuró mi voz, casi sin darme cuenta. Entonces, sucedió de nuevo. El grimorio vibró bajo mi toque, un leve temblor que parecía responderme.
Una voz resonó en mi mente, tranquila pero decidida: "Confía... o serás devorado." Mis ojos se abrieron de golpe. ¿Había sido mi imaginación? Miré a mi alrededor, pero nadie parecía haber notado nada extraño. Antes de que pudiera analizarlo más, la campana resonó por los pasillos, llamándonos a las clases nocturnas de pruebas mágicas.
Me levanté rápidamente y salí hacia el patio de entrenamiento, donde todos nos reuníamos para las lecciones más desafiantes. La luna brillaba con intensidad, iluminando a duras penas el sendero. Mi grimorio permanecía en mi mano, con ese símbolo extraño en su tapa, y no podía dejar de mirarlo, preguntándome por qué no tenía un símbolo como los demás.
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Sombras del Maná
FantasyEn un mundo donde solo unos pocos son elegidos por el maná para convertirse en "Primogénitos de la Magia", los magos son vistos como los protectores de la humanidad, encargados de resguardar a las personas comunes de cualquier peligro. Sin embargo...