๑⁠˙parte única˙⁠๑

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Segundo día de su Tour, ya se encontraban todos detrás del escenario preparando los In-Ear y tomando sus micrófonos. La emoción y felicidad se podía notar en los ocho chicos.
Hicieron el saludo grupal y luego de que cada pareja compartió un beso salieron.

Jeongin detuvo al rubio de la cintura, depositó un casto beso en sus labios y se agachó para dejar un beso en su pancita, donde estaba su cachorrito.

— Tómalo con calma, amor. — susurro sobre sus labios. Felix asintió sonriendo.

— Lo prometo alfa. — dejo varios piquitos. — ¿Seguro que tu celo no va a llegar a mitad de concierto? — pregunto mirándolo fijamente. Jeongin asintió tratando de verse seguro.

— Vamos tortolitos, ya tenemos que salir. — fueron interrumpidos por el grito de Changbin. Todos rieron para luego ubicarse en sus posiciones.

El concierto comenzó con los gritos de los fans y sus emociones a flor de piel. Cantando, bailando y disfrutando como siempre lo hacían.

En medio del concierto Jeongin sintió una fuerte presión en su vientre bajo, al mismo tiempo que su temperatura corporal aumentaba más. Un mareo lo golpeó de repente y tuvo que dejar de saltar.
Todavía faltaba mucho para finalizar el concierto, debía aguantar un poco más.

Pensó que no iba a ser muy difícil, ya que recién eran los primeros síntomas del celo, y no pudo estar más equivocado. En su cabeza lo único que se repetía era que, ni bien terminará el concierto iría a encerrarse en su habitación junto con su bonito omega en cinta y llenarse con su aroma dulce a caramelo con una pizca de leche.

Del otro lado del escenario Felix notó un cambio en su alfa, además de que sentía su aroma mucho más fuerte que antes. Rápidamente se acercó y con su mirada le preguntó si estaba bien, el alfa solo asintió. Pero, la mirada que le dió el menor hizo que su entrada comenzará a lubricar.

Felix trató de calmar a su lobo, así también calmar a su alfa, pero el menor lo miraba con tanto deseo y lujuria que solo provocaba que salga más lubricante, empapando su ropa interior.

Al finalizar el concierto, Jeongin tomó a su omega y rápidamente se dirigió a la camioneta para que los llevará a su departamento.

Los demás miembros rieron ante la desesperación del alfita menor. Ya tenían de quién burlarse al día siguiente.

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Una vez llegaron a su departamento, Jeongin no pudo esperar más. Tomó a Felix en sus brazos y lo llevó a la habitación. Al estar dentro acostó al omega en la cama, luego se dirigió a la puerta para cerrarla con seguro.

Jeongin volvió a la cama, donde su omega lo esperaba con una sonrisa coqueta. Se ubicó entre sus piernas, sin acercarse y comenzó a desvestirse. Quito su remera mostrando su pecho fuerte y sus abdominales marcados, Felix lo miraba con anhelo, sintiendo su entrada palpitar desesperada por recibir a su alfa.

El omega aprovechó para despojarse de sus pantalones y camisa. Revelando su pancita redondeada por el embarazo. Jeongin sonrió embobado y se agachó a dejar suaves besos en el vientre de su omega. Tanto él como su lobo sabían que aunque estuvieran en celo, debían ser cuidadosos con su omega.

Jeongin se levantó para quitar su pantalón y bóxer, quedando completamente desnudo ante su omega. Esté lo miró con admiración, sintiendo su deseo aumentar.
El alfa volvió a ponerse encima de Felix, dejando un recorrido de besos hasta llegar a sus hermosos pechos, donde tomó un pezón entre sus labios, succionando y lamiendo a su antojo. Escuchando los dulces gemidos del mayor.

Felix se dejó hacer entre los fuertes brazos de su alfa. Disfrutando del placer que le brindaba el menor al estimular sus pechos sensibles. Las manos del rubio acariciaban la espalda de Jeongin, mientras balbuceos salían de sus labios pidiendo más.

— ¿Qué quieres que haga, omega? — El tono grave de Jeongin provocó un temblor en su cuerpo y que se mojara aún más.

El alfa notó eso y llevó una mano al culo del omega. Sus dedos delinearon la pequeña entrada.

— AH si alfa~ — Gimió el omega cuando sintió un dedo de Jeongin entrar en su agujero.

— Estás tan mojado para mi, omega. — Jeongin movió su dedo lentamente, mientras seguía chupando los pezones del omega. Luego se acercó al rostro del rubio y junto sus labios en un beso fogoso, sus lenguas se encontraron, jugando y saboreando la lengua contraria. El alfa aprovechó el beso, para introducir otro dedos más. Los gemidos de Felix quedaron ahogados en su boca.

— A-alfa… —

— Dime lo que quieres, amor. — El alfa seguía moviendo sus dedos en forma de tijera, aunque el omega estuviera muy mojado, quería asegurarse que no doliera cuando entrará en él.

— Te…te quiero dentro. — Pidió mirándolo fijo, un destello azul pasó por los ojos de Felix y uno rojo por los ojos de Jeongin, sus lobos estaban a la superficie junto a su parte humana.

El alfa saco sus dedos lentamente para luego tomar su pene y alinearlo en la entrada de Felix. El omega jadeo al sentir la punta hacerse paso, y gimió agudo cuando Jeongin se enterró de golpe en él.

El pelinegro gimió grave al sentir la estrechez de su omega, enterró su cara en el cuello contrario para llenarse de su aroma, mientras comenzaba a moverse lentamente.

— Más…más rápido alfa. — rogó el omega sobre los labios de Jeongin, luego junto sus bocas y el alfa aumentó la velocidad de sus embestidas, dando repetidas veces en el punto dulce del rubio. Quién arqueó su espalda y balbuceaba el nombre de su alfa pidiendo más.

Jeongin no le negó nada, sus penetraciones eran cada vez más salvajes y rápidas. Abrazo el cuerpo del mayor, pegando sus pechos y labios. Felix apretó sus piernas y brazos a la espalda del alfa para que llegará más profundo, sentía que estaba muy cerca del clímax.

Jeongin giró sobré la cama quedando acostado de espalda con el omega encima. Felix gimió sorprendido, pero sabía que su alfa quería que lo montará, y lo haría con gusto.

Las manos de Jeongin descansaban en la cintura de Felix, mientras esté se movía de adelante hacía atrás y en círculos lentos. Ambos gemían a la par, mirándose con amor y deseo.

Varios segundos después, Felix comenzó a dar saltos impulsándose con sus rodillas, mientras sus manos se sostenían en el abdomen marcado del pelinegro, quién lo miraba embobado.

La vista para el alfa era exquisita, su omega sudado y rojito, con su largo cabello rubio mojado, pegándose a su rostro y hombros, sus labios hinchados, su cuerpo con marcas rojas que él mismo hizo y su abultado vientre viéndose demasiado hermoso.

Felix, también lo admiraba, su trabajado cuerpo sudado, sus filosos ojos mirándolo con adoración, sus labios hinchados y las marcas de sus cortas uñas en todo su torso demostrando que el menor ya tenía un omega en su vida.

El rubio se agachó, juntando sus labios en un beso más lento, sus saltos ahora controlados por el alfa. Bastaron un par de saltos más para que ambos llegarán a su orgasmo. El omega en el abdomen del alfa, mientras que esté dentro del rubio. El nudo se hinchó, Jeongin se escondió en el cuello de Felix, donde iría su marca. Sin poder controlarse lo mordió, reclamando al omega como suyo, su omega.

— Mío. Mí omega. — La voz del alfa salió ronca, mientras lamía la marca que hizo.

Felix sonrió, sintiendo la felicidad y amor de su alfa. Ambos sintiendo las emociones y amor del contrario.

— Tuyo, alfa. — Se besaron dulcemente, mientras Jeongin los acomodo en la cama.

Después de que el nudo bajará, Jeongin se acurrucó junto a su omega, abrazándolo fuerte.

— Te amo, mi omega. — susurró.

— Te amo, mi alfa. — respondió Felix, con su característica sonrisa de ángel.

Y así, se quedaron dormidos, rodeados de amor y felicidad.

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Gracias por leer🤍 Espero les guste!!✨

•BB•

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