El amor es Rojo, mi odio por ti Azul.... Kokukai Kokushibo X Kaigaku

la ley de la polaridad

Kaigaku se levanta de su cama, se pone un sueter negro, se peina aquel cabello tan rebelde que trae consigo y abre la puerta de su habitación, camina, no mucho realmente, unos cuantos pasos, llega a la cocina, donde, yacía su abuelo y zenitsu preparando la comida, la mirada de estos llega a el de golpe, sus miradas dicen tanto como preguntas tanto como regaños, kaigaku solo suspira y dice:

-uh, abuelo y el enano, saldré a recoger a mi novia, no tardó- sale de su hogar y camina por aquellas calles, en donde el, creció, el clima era agradable y, se podría decir, el estaba "tranquilo", claro, si no fuera por que un pensamiento yacía en su mente desde hace un rato, era esa persona, kokushibo, hacia que su mente diera mil vueltas, no sabía que pensar, ni siquiera sabía si lo que hacia estaba bien, lo que más le preocupaba, ¿realmente le atraía?, para el, quizás decir un " que guapo" era simplemente eso, algo superficial, un sentimiento que, seguro todos tenemos al ver a alguien físicamente "lindo", simplemente es eso, decir, "es lindo", pero, ¿que hay más allá?, es aquello que rodeaba la mente de kaigaku, después de conocer a aquel hombre, un poco más; Sintió lo que llaman popularmente como " mariposas en el estómago ", eso que sientes cuando la persona que te atrae se acerca a ti, tu estómago se revuelve un poco y te sudan las manos, es increíble, como alguien puede evocar ciertos sentimientos en otra persona, pero, aquella persona que evoca los sentimientos, ¿se siente igual?.

Tal vez le estaba dando muchas vueltas a aquel asunto, se percató de eso cuando chocó con un poste, al por fin poner los pies en la realidad y verificar la hora en su teléfono, por simple instinto busco a esa joven que, era la razón de que haya chocado con un poste y salido de su increíble cueva (su casa), pero también, quien le salvaría de que su abuelo se enterara de lo que hacía y que, probablemente, era gay, ¿tal vez?.

Su mirada cruzó varios lugares, se percató de tantas cosas, hasta que por fin, entre la multitud de la gente, los niños jugando, los perros ladrando y los puestos de comida desprendiendo aromas deliciosos, diablos, tenía hambre, vio a una señorita, alta, delgada, con ojos azules, eran realmente azules, casi que puede compararlos con el mar mismo, el cabello le llega a la cintura y o por dios que cuidado se ve, puede asegurar que es de esas personas que gastan una fortuna en cuidado personal, tiene puesto un hermoso vestido negro con rayas azul rey, el vestido resalta su hermoso y cuidado cuerpo, es un vestido pegado.

Kaigaku se acerca, y le toca el hombro─hola, este yo...─ fue cuando cayó en cuenta de que, jamás pregunto el nombre de la mujer, JAMÁS, entonces, ¿como carajo la iba a encontrar?, que raro sería estar parado y que un extraño te pregunte si eres su noviw "rentadw", fue por eso que dejó de hablar, como si mágicamente hubiera perdido la habilidad de formular palabras.

─Si, soy yo, ¿donde esta tu casa?, la cena esta por empezar─ respondió con comodidad la chica, cosa que sorprendió a kaigaku.

─Esta por aquí, sígueme─ entonces, guio a la señorita con una mano, mientras caminaban algo en kaigaku se sentía, extraño.. Incómodo realmente lo que el más odiaba, era el silencio, así que simplemente dio una pregunta vaga a el aire─¿Como supiste que era yo con quien te quedaste de ver?─ pregunto sin tacto y con poco interés.

─Vi tu foto de perfil, es una foto tuya así que te reconocí, ¿no es obvio?─ Kaigaku sintió como su cara se puso roja de vergüenza, claro, lo olvido, el puso esa ridícula foto de perfil.

─Mejor cuéntame, ¿por qué estas rentando una novia?, no pareces alguien que acostumbre a eso─ menciono la chica mientras le seguia el paso a kaigaku.

─Bueno, digamos que... Uhhhh conocí a un chico atractivo su cabello es inusualmente rojo, y es algo serio, y mayor que yo, sin querer lo mencione a una amiga, y la misma lo grito en una cena familiar, mi abuelo casi me mata, mentí diciendo que tenía una novia, que claramente no existe y bueno aquí estamos...