Chapter 1: Cloudy Reflections

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Radley miraba las aguas oscuras del río, los recuerdos del día anterior eran un torbellino en su mente. Lo había hecho, y ahora no había vuelta atrás. Bandit, su hermano menor, ya no estaba. El sonido del agua corriendo sobre las rocas era un eco constante, un recordatorio de lo que había hecho. Había planeado todo con cuidado, asegurándose de que nadie viera. Nadie sabía que había ido al río esa tarde, y menos aún que Bandit lo había seguido.

El sol empezaba a ponerse cuando Radley se deshizo del cuerpo. Lo había atado con una cadena gruesa a una gran piedra y lo dejó hundirse en el fondo del lago, donde la corriente era más fuerte. El agua lo devoró en silencio, como si el río hubiera estado esperando ese momento. Pero Radley no sintió alivio, solo un vacío frío que lo envolvía.

En los días siguientes, Radley regresó al río varias veces, asegurándose de que todo estuviera en orden. Había borrado cualquier rastro que pudiera incriminarlo, pero cada vez que se acercaba al agua, algo dentro de él se retorcía. El agua, antes clara y cristalina, ahora salía turbia, un sucio tono marrón que impregnaba todo a su alrededor. El olor a podrido se hacía más fuerte, pero él lo ignoraba, convencido de que no era más que su mente jugándole una mala pasada.

No era la turbiedad del agua lo que le preocupaba, sino lo que podría revelarse si alguien decidiera investigar. El cadáver de Bandit, allí, en lo más profundo del lago, con los ojos vacíos y el cuerpo hinchado, podría ser descubierto. Radley intentaba no pensar en ello, pero cada vez que veía el agua moverse, su corazón se aceleraba.

Una tarde, mientras el sol se reflejaba en las aguas inquietas, Radley se detuvo en la orilla. El aire era denso y la brisa casi inexistente. Se inclinó para observar el río, y su corazón dio un vuelco. En la superficie turbia, algo emergió, apenas perceptible, pero lo suficiente como para congelar la sangre en sus venas.

Era Bandit.

Su rostro, pálido y deformado por la presión del agua, aparecía en el reflejo del río. Los ojos, inyectados en sangre, parecían observarlo con una intensidad imposible. Radley retrocedió, tropezando con las rocas detrás de él, sin poder apartar la vista del espectro en el agua. Era como si el río le devolviera la mirada, como si Bandit estuviera allí, atrapado, esperando el momento para vengarse.

Radley sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Cerró los ojos con fuerza, intentando convencerse de que solo era su imaginación. Pero cuando los abrió de nuevo, el reflejo seguía allí, inmóvil, con los ojos sangrando, clavados en los suyos.

El agua se agitó, como si algo bajo la superficie luchara por salir. Radley se giró y corrió, sin atreverse a mirar atrás, sabiendo que el rostro de su hermano lo seguiría en cada reflejo, en cada sombra, atormentándolo hasta el día en que su crimen fuera descubierto.

"Still Cold Under the Shine of the Sun"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora