Capítulo 15

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Los siguientes días habían sido calmados, Jungkook parecía mejorar aunque sea mínimo, y Taehyung se aseguraba de acompañarlo en cada momento del día, junto con su cachorro pasando la mayor parte del tiempo en la sala. Sus mañanas se componían de desayunos variados y caminatas en el patio mientras el omega iba mejorando su condición; las tardes eran un poco más tediosas, la mayoría del tiempo Jungkook dormía pequeñas siestas mientras el alfa y el cachorro tenían su propio tiempo; y en las noches, las favoritas de los dos, acompañados de algo de música conforme el pelinegro se encargaba de hacer la cena y el castaño entretenía a Siwoo o le ayudaba a darle de comer.

—¿Qué te parece esto?—Cuestionó el alfa, acercándose hasta donde el omega se encontraba sentado.

Acercando la cuchara, Jungkook probó de la sopa y lo degustó, sonriendo satisfecho por el sabor.—Está demasiado rico, me gusta.

Taehyung asintió, contento con su respuesta.—Perfecto, apagaré la estufa e iré acomodando los platos en la mesa, ya casi cenaremos.

—Déjame ayudarte en acomodar la mesa, por lo menos para hacer algo.—Soltó una carcajada, levantándose de su lugar para acompañar al alfa hasta la cocina.

—Está bien, de este lado están los platos y abajo están los cubiertos, ahora te alcanzo.—Hizo las indicaciones con sus manos antes de enfocarse en la estufa, apagándola y tapando la olla antes de terminar con el resto de la cena.

Taehyung acomodó un juego de platos y de cubiertos en los respectivos lugares que en las últimas semanas habían tomado. Fue cuestión de minutos para que el alfa apareciera con la cena y comenzara a servir en los cuencos, adornando el comedor con un aroma delicioso que hizo gruñir el estómago del castaño, provocándoles una carcajada a los dos. Cuando estaban por sentarse y comenzar a cenar, el teléfono de la casa sonó, haciendo que Taehyung se levantara a contestar.

El omega esperó pacientemente en su asiento, observando el plato con la sopa, revolviéndola con la cuchara mientras esperaba a que se fuera enfriando. Sirvió la bebida con manos temblorosas, recién teniendo la fuerza necesaria para cargar la jarra con la limonada preparada. Estaba mejorando, él mismo podía sentir como se le dificultaba cada vez menos para moverse por su cuenta, pero no significaba que todo estaba bien con él, aún había momentos en que sentía que iba a decaer, pero trataba de aferrarse en aquellos momentos de lucidez y buscaba distraerse en algo, principalmente en seguir recorriendo la casa y adaptarse al nuevo ambiente.

Cuando bebió el primer sorbo de limonada, observó como Taehyung entraba nuevamente al comedor con un gesto diferente a cómo salió, uno más tenso y pensativo, haciendo que el contrario se alertara.

—¿Ocurrió algo?—No pudo evitar cuestionar, frunciendo la frente.

—Me llamaron del trabajo, mi licencia está por vencer el siguiente lunes, por lo que debo de presentarme a trabajar. Realmente ya no me acordaba de la fecha, en realidad no es como si extrañara el trabajo.—Sonrió un tanto divertido, tomando su lugar en la mesa.—Solo ahora tengo presente cómo es que puedo hacer con Siwoo, Namjoon regresa mañana de su viaje al extranjero, solo vino por unos días y mis padres tampoco están por mucho tiempo en la ciudad. Soy algo quisquilloso con las guarderías, pero supongo que tendré que recurrir a una.

—Yo puedo cuidarlo, de todas maneras no es como si saliera de casa.—Contestó, encogiéndose de hombros.—Claro, si quieres. No tengo ningún problema en cuidarlo mientras vas a trabajar, puedo hacerme cargo de ello.

—¿En serio? Creo que ya tienes mucho trabajo en recuperarte, no quisiera mortificarte con más.

—Para nada, estaría haciéndolo con gusto.—Sonriéndole, tomó un sorbo de la limonada.—Y míralo por el lado bueno, me especializo en el cuidado de los bebés, así que soy el candidato perfecto para el puesto.

Taehyung se rió sin poder evitarlo, asintiendo de acuerdo.—Está bien, si no te molesta hacerlo, me encantaría que cuidaras de Siwoo. Él parece muy cómodo contigo, creo que no habrá ningún problema.

—Es que soy bueno con los niños, todos me terminan amando.—Guiñando un ojo, se decidió por comenzar a comer.—Con tu permiso, muero de hambre.

—Adelante, no era mi intención privarte de tu cena.—Observó con diversión como el omega tomaba el primer bocado, mostrando una gran sonrisa conforme lo fue degustando.—Mañana me ocuparé de hacer unos arreglos, creo que será mejor si muevo provisionalmente un par de cosas de la habitación de Siwoo para que no tengas que subir las escaleras.

—Estoy mejorando, está bien si tengo que subir las escaleras.—Se apresuró en decir.

—Si te sientes mejor, también podríamos cambiarte a una de las habitaciones de arriba. Hay una habitación desocupada a lado de la suya, solo sería cuestión de salir y dar un par de pasos para entrar, sería menos movimiento.

—No tengo problema alguno con los arreglos, mañana lo definimos.

Con un asentimiento, siguieron con una conversación diferente durante la cena, soltando carcajadas y bebiendo de la limonada hasta que la jarra quedó vacía, la noche cayó por completo y el llanto de un cachorro sonó desde arriba. Fue en ese momento en que Taehyung se disculpó para salir del comedor y atender a su cachorro, que la realidad le asentó a Jungkook de sobremanera.

Se estaba acostumbrando rápidamente a esa rutina, como si fuera su propia familia. Su lobo se había empeñado en aferrarse a esa imagen por más falsa que fuera, porque solo podía pensar en que, en realidad, aquella familia solo estaba conformada por el alfa y su cachorro, él no se encontraba en el cuadro. Su amabilidad era bien recibida y no debía de confundirlo con otro sentimiento, pero las veces en que Taehyung se encargaba de perfumar su habitación para que no tuviera ninguna incomodidad durante la noche, la forma en que lo atendía a lo largo del día con comidas triviales, pasatiempos juntos y cómo se iban conociendo… Sí, para el omega estaba siendo difícil seguir negando sus sentimientos.

Ya no se trataba solamente de la cuestión de ser destinados, sino que Jungkook estaba queriendo mostrar sentimientos por Taehyung, aún y cuando él no pudiera darse cuenta de ello. ¿Cómo mejoraría si entre ellos nada sucedería? No habría una unión, una marca que cubriera su cuello y sellara su alma. Tenía que ser consciente que su buen estado solo era pasajero, y tan pronto como pareciera mejor, sería su momento para irse a su hogar solitario y volver a caer en una soledad que su lobo no volvería a soportar, no cuando estaba acostumbrándose a la presencia del alfa.

Su aroma se agrió, llenando el comedor con un matiz triste a causa de sus pensamientos. Se levantó con pesar de su asiento, recogiendo los platos antes de que el pelinegro volviera y comenzó a acomodar todo, lavando los platos y cubiertos que utilizaron y guardando un par de cosas que se encontraban en la encimera de la cocina. Para cuando Taehyung bajó y entró a la cocina, Jungkook terminaba de tirar un par de desechos a la basura y se lavaba las manos, listo para irse a dormir.

—Limpiaste todo.—Comentó con sorpresa, observando el lugar.

—Tú cocinaste, yo limpió. Así debe de ser un trato justo.—Sonrió, caminando fuera de la cocina.—Creo que iré a la habitación para comenzar a prepararme para dormir, que tengas una buena noche, Taehyung.

—Claro, ten también una buena noche, Jungkook.—Despidiéndolo con un gesto de mano, lo observó irse por el pasillo hasta perderlo de vista.

Y mientras el omega se dirigía a su habitación, no era consciente de la mirada que el alfa le brindaba desde la distancia. Y, solo con una pequeña posibilidad presente, Taehyung se estaba dando cuenta de que su amabilidad ya no se debía solamente por la deuda que sentía con el castaño, tampoco por la cuestión de los destinados y su forma de ayudarlo a afrontar la situación.

Había algo más, y no estaba seguro de cómo sentirse al respecto.

𝐹𝑜𝑟 𝑈𝑠  [𝑇𝑎𝑒𝑘𝑜𝑜𝑘] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora