𝟓

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—¡Uzi Doorman!

El chillido de Khan fue lo suficientemente fuerte como para despertar a Uzi. Realmente no había dormido nada, como mucho cuatro horas. Tenía miedo de tener pesadillas con él de nuevo, así que se acostaba en la cama y cogía el móvil a escondidas.

—¿¡Qué cojones quieres, papá?! —exigió saber ella, levantándose y sintiendo un profundo mareo debido a la falta de sueño.

—Son las diez y no has bajado a desayunar, ¿hasta que hora estuviste despierta?

—No te incumbe.

Intentó salir de la habitación, pero su padre le cortó el paso.

—Pues claro que me interesa, señorita —espetó, molesto—. Eres mi hija.

Silencio. Uzi no supo qué responder, así que miró hacia todas las direcciones menos al señor Doorman.

—¿Qué es lo que he hecho contigo? —suspiró, cansado—. Tienes dos tostadas en la cocina, prepárate y cuida de la casa.

—¿Qué? —preguntó ella, arqueando una ceja.

—Hoy no estaré en casa hasta esta noche —explicó Khan, cruzándose de brazos—. Tengo que hablar con unos clientes que quieren tener su casa a pie de playa en menos de un mes.

Millonarios, pensó Uzi, rodando los ojos.

—¿Está bien que invite a Doll?

—Es parte del vecindario, vive a dos casas de aquí y conozco bien a sus padres. Claro que puede venir —aceptó el señor Doorman—. Mientras que no hagas una fiesta con alcohol y adolescentes hormonales puedes...

—Papá, tengo ansiedad social.

Khan se avergonzó enseguida de lo que acababa de decir.

—Oh —murmuró—. ¿Desde cuándo?

Uzi cerró la puerta de la habitación con un portazo, provocando que el cartel de “Prohibido pasar” que estaba colgado en ella ondeara a ambos lados. Esperó hasta escuchar cómo el señor Doorman abandonaba la casa y vió desde la ventana el Porsche de su padre saliendo de su estacionamiento. Aprovechó para echarle un vistazo a la habitación de N. Seguía con la persiana echada, indicio de que el chico aún no había despertado.
Él no tendrá problemas de sueño, pensó, triste, lo envidio.
Se colocó sus auriculares y puso su playlist nightcore de Spotify. Inmediatamente, empezó a reproducirse «Die In a Fire». Bajó a la cocina (aún en pijama) y antes de comenzar su martirio de siempre, le sirvió su desayuno a Neptuno. La gata maulló, agradecida.

—Agh.

Las dos tostadas hechas por su padre estaban en la encimera. Agarró el plato y se sentó en la mesa del comedor. Comenzó una batalla de miradas entre la comida y ella. No solía comer bien, quizás fuese ese el motivo por el que era tan delgada. La música la ayudó a relajarse y empezó dándole suaves mordisquitos al pan. Después de más de una hora, Uzi terminó y enjuagó los cubiertos que había utilizado. Subió a su habitación y encendió Discord desde su ordenador. Llamó a Doll, quien respondió enseguida.

—¿Qué tal con el albino? —fueron las primeras palabras de su amiga.

—¿Es enserio, Doll? —dijo Uzi, decepcionada—. ¿Te llamo y esa es tu manera de recibirme?

El Vecindario ✮ 「 ✦ Nuzi ✦ 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora