Stay with me in hell

Chapter 8

- Mierda, el cansancio debe ser lo que me tiene así...-

Después de quedarse un rato más bloqueado mirando a la nada, al fin volvió a caminar y así seguir el camino al lugar que últimamente le daba pesadillas.

Al día siguiente se despertó sintiéndose algo diferente, aunque era para mejor ¿tal vez este día fuera a ser uno bueno para él? Quien sabe, pero tenía un presentimiento de que al menos no sería tan malo como los que venía teniendo.

Luego de estirarse un poco optó por revisar su celular, llevándose con algunas sorpresas, una de ellas siendo que había sucedido un inconveniente en su trabajo y por ende no habría trabajo hasta nuevo aviso ¡y la otra era que Jieun le confirmó que ese mismo día iba a estar sola! Wow, la mañana había iniciado bastante bien. Jongwoo se sentía emocionado, se quedó viendo el chat que tenía con su novia...sin embargo ¿por qué se sentía extraño? Sentía que algo no estaba bien, que algo parecía haber cambiado ¿pero qué era lo que lo hacía sentir de tal manera?

Poco a poco la sonrisa genuina que se le había formado comenzaba a desvanecerse a medida que pensaba más al respecto. Por eso mismo decidió no seguir pensando en ello, si algo estaba diferente lo descubriría luego, no quería arruinarse solo el día cuando al fin tenía la posibilidad de estar teniendo uno bueno.

Su mañana transcurrió extrañamente tranquila ¿o tal vez ya se acostumbró a vivir en las raras condiciones? Eso no podía suceder, no quería acostumbrarse a esto ¿qué tal y por hacerlo terminaba también siendo un loco como todos los demás que habitaban en Eden? La sola idea de que le suceda eso pone sus pelos de punta.

Durante la tarde tuvo un momento de inspiración para su novela, sin duda no lo dejó pasar y se encerró entre las mal mantenidas paredes de su cuarto a escribir hasta exprimir cada gota de creatividad. Cuando ya llevaba al rededor de dos horas concentrado en su escritura recibió una llamada de su novia, la cual le hizo compañía por algunas horas más mientras hablaban de todo un poco, y se organizaban para verse esa misma noche.

-Cariño, iré a bañarme para ir bonito a verte -

Dijo jongwoo, ganándose una ligera risa por parte de la chica. Escucharla le sacó otra pequeña sonrisa, durante todo el rato que llevaban en llamada ella le había estado sacando varias, le estaba ayudando a por un momento olvidarse del deprimente lugar que se encontraba.

"Está bien, oppa ¡ten cuidado en el camino!"

- Lo tendré -

"Hasta luego, oppa"

- Uhum, hasta luego, jieun-

De esa manera se dio por finalizada su llamada, agarró su toalla y ropa que se pondría para la ocasión. Salió al pasillo de la residencia y fue rumbo a las duchas compartidas, para ser honesto, a él no le gustaba mucho ese tipo de duchas. Le recordaba a cuando estaba en el servicio militar.

Para su gran suerte esta vez estaban vacías, en otras oportunidades le ha tocado compartirlas con los gemelos o con el pervertido de la 313.

Una vez se desvistió entró a uno de los cubículos, se estaba enjuagando el cuerpo para deshacerse del jabón cuando escuchó una voz con la que ya se había familiarizado bastante.

- Desprendes un aura algo diferente ¿pasó algo, jagiya?-

Jongwoo miró por encima de uno de sus hombros, encontrándose con un Moonjo que lo miraba fijamente y con una sonrisa ladina.

- Ah, hola, hyung... Sí, he recibido algunas buenas noticias-

Respondió a su pregunta, en lo que el contrario iba al cubículo que estaba al lado del suyo. No era la primera vez que le tocaba bañarse al mismo tiempo que el dentista, pero había algo extraño ¿era el hecho de que su corazón se saltó algunos latidos al recordar lo que Moonjo hizo la noche anterior? ¿o era porque se le aceleró el pulso al comenzar a prestarle atención a las cicatrices que adornan esa piel tan pálida? Espera ¿qué carajos hacía prestándole atención al cuerpo de un hombre? Y más específicamente, el de su vecino.