𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟓: 𝐄𝐥 𝐜𝐚𝐦𝐢𝐧𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐛𝐮𝐬𝐜𝐚𝐬.

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Nos transportamos a la Ciudad de Gongmen, los rayos del sol en el amanecer iluminan la enorme metrópolis, un nuevo día, un nuevo comienzo. El Príncipe de la ciudad; Lord Shen continua con la misma rutina de cada día el entrenar arduamente su cuerpo, supervisar que su armamento este en perfecto estado, su ejército esté listo para la guerra, que los esclavos trabajen diario sin descansar hasta que terminen los cañones, administrar los barriles de pólvora pero su mayor prioridad es perfeccionar su plan de conquista por toda China; Después de hacer su rutina de las mañanas, el príncipe se encontraba observando la ciudad desde el balcón del piso más alto del palacio, se le miraba pensativo, estoico sin emoción en su rostro, por unos momentos cierra los ojos, la oscuridad lo cegó, los rayos del sol que le pegaban al rostro comenzó arderle como si estuviera cerca del fuego, luego escucha en su cabeza gritos de niños que fueron poco a poco intensificándose, Shen frunce el ceño y se agarra con fuerza de la barandilla pero de pronto....

— ¿Que tanto estás pensando? -Pregunto la adivina estando al costado de Shen con una expresión maliciosa en el rostro.

Shen abre los ojos, al verla que estaba a su lado apareciendo de la nada sin ni siquiera al menos avisarle que se puso al lado, Shen grita del susto, pero luego este se enojaría bastante.

— ¡¡AHHHHHH TU MALDITA BRUJA CASI ME DAS UN INFARTO!!

- Si mi presencia te causo tal impacto, no me imagino como será cuando estés frente a la famosa heroína que salvo a China.

Shen se mantiene en silencio, pero gruñendo entre dientes del enojo prefirió mejor mantener la compostura y no caer en las bromas pesadas de la vieja adivina, por otro lado, la adivina estaba por jalarle el cabello al príncipe, pero este de inmediato se apartó en cuanto vio las intenciones de la adivina.

— Ni se te ocurra hacerlo, ¿Qué demonios es lo que quieres? -Pregunto el príncipe alzando un poco la voz y mirándola con desprecio.

— Te estoy ayudo a que te distraigas de lo que te esta molestando.

— Lo único que me está molestando en este momento es tu presencia. -Diría Shen con enojo.

— Bien... -contesto la adivina mirándole de reojo, su expresión es seria, pero se podía notar que por unos momentos ella parecía estar afligida.

Después de esa respuesta por parte de la adivina hubo un silencio, ninguno de los 2 se dirigió la palabra, cada quien en su rumbo como si el otro no estuviera presente, Shen contempla la ciudad con repugnancia como si en su cabeza pasaran recuerdos que le causan odio, pero por parte de la adivina fue melancolía, el ver la ciudad le trajo recuerdos cuando el lugar estaba vivo y en las noches se iluminaban los cielos con los hermosos fuegos artificiales, pero ahora la ciudad parece un pueblo fantasma como si la vida se hubiera apagado a un color gris y con la llegada de Lord Shen a la ciudad ese gris se está convirtiendo en oscuridad. Estuvieron un rato mirando el panorama, más que parecer un momento incomodo en ambos se podría describir como desesperante, tal vez uno de ellos 2 espera a que el otro hable y se rompa este inquietante silencio, pero hay una brecha invisible que los está dividiendo si se mira desde la perspectiva a sus espaldas. Cuando uno de los 2 estaba por hablar algo interrumpe el momento, a unos 100 kilómetros pasando el mar, Shen y la adivina observan algo grande volando acercarse a la ciudad.

La adivina entre cierra los ojos para tener una mayor visibilidad, pero no lograba divisar a detalle lo que se acercaba a ellos, no parecía un ave mucho menos un dragón, ella le pregunta al príncipe que era lo que se acercaba tal vez el con mejor vista pueda ver con más claridad a lo que Shen respondió "Han llegado". Aquella cosa no había tardado mucho en llegar a Gongmen, los habitantes de la ciudad miraban el cielo con terror, todos comenzaron a gritar y a refugiarse en casa, la extraña cosa que volaba provocaba un fuerte ruido que aturdía los oídos de quienes lo escuchaban luego de tanto temor que se escuchaba que se infundía en la ciudad la extraña cosa del cielo había aterrizado arriba del palacio.

𝐓𝐡𝐞 𝐁𝐚𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐟𝐨𝐫 𝐂𝐡𝐢𝐧𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora