Tú y yo para siempre, o no.... (Cinco Hagreeves y tú)

Capítulo 1: El Comienzo de la Umbrella Academy

Los días transcurrían normales como cualquier otro en todo el mundo salvo porque de repente un grupo de mujeres de varios países dieron a luz al mismo tiempo. Un hecho nada inusual si no fuera porque estás mujeres no estaban embarazadas a comienzo del día. Un excéntrico y gran empresario decide adoptar a tantos de ellos como puede y de los 20 bebés nacidos en esta condición acabó adoptando solo 8.

A cada uno le puso de nombre un número aunque más tarde Grace, la madre, les puso nombre.

Luther Hargreeves (Número Uno)

Poder: Superfuerza. Luther posee una fuerza física extraordinaria, lo que lo convierte en el miembro más fuerte del grupo. Su cuerpo fue alterado tras un accidente, dándole una apariencia similar a la de un gorila.

Diego Hargreeves (Número Dos)

Poder: Manipulación de trayectorias. Diego tiene la habilidad de lanzar objetos (como cuchillos) con una precisión extrema, y puede alterar su trayectoria en pleno vuelo.

Allison Hargreeves (Número Tres)

Poder: Persuasión a través del habla (Control mental). Allison puede alterar la realidad diciendo la frase "He oído un rumor...", seguida de lo que quiere que suceda. Cualquiera que escuche su "rumor" se ve obligado a cumplirlo.

Klaus Hargreeves (Número Cuatro)

Poder: Comunicación con los muertos. Klaus tiene la capacidad de ver y comunicarse con los espíritus. Con el tiempo, aprende a canalizar y usar los poderes de los espíritus que invoca.

Número Cinco

Poder: Teleportación y viaje en el tiempo. Número Cinco puede teletransportarse a cortas distancias y también tiene la habilidad de viajar a través del tiempo, lo que le permite visitar diferentes períodos históricos o futuros.

Ben Hargreeves (Número Seis)

Poder: Monstruo tentacular. Ben tiene la capacidad de liberar tentáculos de una dimensión desconocida a través de su cuerpo, los cuales son extremadamente fuertes y peligrosos.

Vanya Hargreeves (Número Siete)

Poder: Manipulación del sonido y energía. Vanya tiene la capacidad de convertir las ondas sonoras en energía destructiva. Inicialmente, su poder estaba suprimido, pero cuando se libera, muestra un nivel de poder devastador que puede causar destrucción masiva.

_________ Hargreeves (Número Ocho)

Poder: Creación de ilusiones. _______ tiene la capacidad de manipular la percepción de la realidad de las personas que la rodean. Puede proyectar imágenes, sonidos, e incluso sensaciones táctiles y olfativas en la mente de los demás, haciéndoles ver, oír, y sentir cosas que no están ahí. Su habilidad le permite crear ilusiones tan realistas que es casi imposible distinguirlas de la realidad. Esto le da una ventaja táctica inmensa, ya que puede confundir, desorientar o engañar a sus oponentes y aliados por igual.

______ tiene una relación compleja con sus hermanos. A veces es vista con recelo por su habilidad para distorsionar la realidad, lo que hace que algunos de ellos desconfíen de sus intenciones. Sin embargo, ella es muy protectora con su familia, usando sus poderes para mantenerlos a salvo, incluso si eso significa ocultarles verdades incómodas. Tiene una relación particularmente cercana con Klaus, ya que ambos comparten una percepción alterada de la realidad, aunque por razones diferentes.

Entre todos, _______ tiene una relación especialmente cercana con Número Cinco. Desde pequeños, ambos compartieron una amistad profunda, confiando el uno en el otro más que en los demás. Pasaban mucho tiempo juntos, creando estrategias para las misiones y discutiendo sobre las curiosidades del tiempo y la realidad. A medida que crecieron y llegaron a la adolescencia, esta amistad evolucionó, y comenzaron a notar una atracción más fuerte entre ellos, que iba más allá de la simple hermandad. Esta nueva dimensión en su relación les creó una mezcla de emociones, debatiéndose entre el cariño fraternal que siempre habían compartido y los nuevos sentimientos románticos que emergían. Sin embargo, las complejidades de sus vidas y la responsabilidad hacia su familia hicieron que ambos fueran cautelosos al explorar estos sentimientos.

Volviendo al presente.

El reloj marcaba las cinco en punto cuando Sir Reginald Hargreeves descendió de su automóvil frente a la imponente mansión que dominaba el horizonte. A su lado, Pogo, el chimpancé inteligente, caminaba con una libreta en la mano, sus ojos llenos de curiosidad e inteligencia. Había sido un día extraordinario, uno que cambiaría el curso de la historia para siempre.
Dentro de la mansión, una fila de cunas ocupaba el centro del salón principal. Los ocho bebés dormían tranquilamente, ajenos al destino que les esperaba. Sir Reginald se detuvo frente a la primera cuna, observando al bebé que se encontraba dentro, un niño de grandes ojos que lo miraba fijamente, como si ya entendiera más de lo que dejaba ver su edad.
Reginald: número uno- pensó Sir Reginald, su mente ya clasificando y organizando- fuerte. Puede ser que tenga una fuerza superior a la de un humano ordinario. Habría que probarlo-

Pogo se acercó a la siguiente cuna, donde un niño pequeño apretaba las sábanas con una fuerza inusual. La cuna se movía ligeramente cada vez que su pequeña mano tiraba de las mantas.

Reginald: número dos- anotó Pogo- fuerza no convencional, quizás también una destreza en combate cuerpo a cuerpo. Este niño tiene el instinto de un luchador, una habilidad que podría desarrollarse si se entrena adecuadamente-

El tercer bebé era una niña, y a diferencia de los demás, sus ojos estaban fijos en Sir Reginald, como si intentara leerle la mente. Sus labios formaron una pequeña sonrisa, y Pogo sintió una extraña inquietud.

Reginald: número tres- murmuró Sir Reginald, intrigado- hay algo en su mirada… como si ya supiera más de lo que debería. Tal vez tenga la capacidad de influir en la voluntad de los demás. Esto podría ser extremadamente poderoso si se controla-

Llegaron a la cuarta cuna, donde otro niño dormía plácidamente, sus labios curvados en una ligera sonrisa. Pogo sintió un escalofrío, como si algo invisible lo rodeara.

Reginald: número cuatro- anotó, con una sensación de inquietud- este bebé… hay algo en él. No puedo verlo, pero está ahí. Algo intangible. Su poder puede ser mental o espiritual, vinculado a algo que todavía no podemos comprender-

El quinto bebé estaba inquieto, moviéndose constantemente, como si el espacio a su alrededor no pudiera contenerlo. De repente, desapareció de la cuna y reapareció a un metro de distancia en el suelo.

Reginald: número cinco- dijo Sir Reginald con un atisbo de sonrisa en los labios- teletransportación o algo similar. Muy útil. Necesitará un control estricto-

El sexto niño estaba en silencio, sus ojos cerrados, pero su expresión era de pura concentración. Pogo se inclinó, sintiendo que algo emanaba de él, un pequeño tentáculo con el que quita el lápiz a Pogo y se lo mete en la boca a modo de chupete.

Reginald: número seis- dijo pensativo- Hay una fuerza oscura en él, algo que todavía no podemos comprender. Tal vez tenga un vínculo con otra dimensión o energía oscura-

Cuando llegaron al séptimo bebé, una niña que parecía tan normal como cualquier otro, Sir Reginald frunció el ceño. No había nada extraño en ella a primera vista.

Reginald: número siete- anotó de todos modos, aunque con una duda evidente- Puede ser que no tenga ningún poder o que esté oculto. Debemos vigilarla de cerca-

Finalmente, llegaron a la última cuna. En ella, la niña observaba a su alrededor con una expresión tranquila pero curiosa. Pogo sintió una leve distorsión en la realidad, como si las sombras a su alrededor se alargaran y las paredes se curvaran ligeramente.

Reginald: número ocho- murmuró, fascinado- Puede manipular lo que otros ven o sienten. Un poder de ilusión, algo muy peligroso si se usa mal. Es esencial que se entrene desde joven-

Sir Reginald asintió, satisfecho con la evaluación inicial.

Reginald: estos ocho niños serán la clave para el futuro. Necesitarán ser entrenados, moldeados y controlados. Cada uno tiene un papel que jugar en lo que está por venir-

Pogo cerró la libreta, sus ojos llenos de preocupación y curiosidad. Sabía que estos niños no eran simples humanos. Eran algo más, algo que ni siquiera Sir Reginald podía comprender completamente. Sin embargo, una cosa era segura: sus vidas nunca serían normales. Estaban destinados a ser mucho más.
La noche cayó sobre la mansión mientras los bebés dormían, ajenos al destino que les esperaba. Así comenzó la historia de la Umbrella Academy, en un día ordinario que dio paso a lo extraordinario.