Flores

Flor a flor, se empezó a crear un bonito ramo blanco, con sus cintas doradas y sus tallos verdes cubiertos por una tela blanca, una a una, se unían por una persona que trabajando, tarareaba una bonita melodía.

Descansando sobre la mesa esperaba su recogida, mientras más como él se hacían, un muchacho entró a la tienda, con traje y muy presentable, preguntó por su pedido y el ramo blanco le dieron, pagó por él con una mueca de melancolía.

El ramo viajaba por las calles de la ciudad, saliendo de su hogar, cada vez más lejos, entre las manos de una persona rota y destrozada, pegaba el ramo a su pecho para oler su fragancia ilustre, que simple pero bella alegraba un poco su vida, recordando su fragancia

Pasando barrotes, trozos de mármol o piedra llego a su destino, reposó el ramo en la hierba, tan delicadamente como frágil, pensando que se rompería en cualquier momento, más era su corazón el que lo hizo

El ramo tenía gotas de agua salada por su tela, mojándose en la tristeza del día, tomando la melancolía, pues aunque el cielo azul era las gotas caían sin compasión alguna, haciendo del ramo un triste recuerdo

Una flor fue desprendida de sus amigas, tomándola de su tallo, un joven igual que ella se la dio al muchacho, "Las flores sienten y perciben, los detalles son preciosos pero si te hundes de tristeza se hundirán contigo..."

La frase hizo al muchacho subir la cabeza para ver al joven y tomar la flor que le estaba entregando "hay que alejarse para curar, pero no tanto para sanar, cuando te sientas curado, acércate para sanar, pero nunca al revés"

Tomando la flor en sus manos el joven agradece su preocupación "No me des las gracias, si quieres darme algo, dame la alegría de poder ayudarte" se sentó al lado del muchacho mirando a la lápida frente a él

El ramo fue tomado en manos del muchacho, siendo estrujado contra su pecho y oliendo la fragancia que desprendía, mientras soltaba sollozos

El joven solo se quedó sentado mirando la tumba y mostrando sus respetos, "Yui Ikari".