Son las 21:45, está lloviendo, ¿y que hago yo? Pues intentar que no me pille mi padre, porque les he dicho que me voy al local a ver una peli con los amigos cuando en realidad voy a casa de Taylor a verle. Me siento mal, por mentirles a mis padres...pero bueno, sufro, literalmente sufro hasta que no estoy en la parada del tren. Llega el tren y me siento en un rincón; cuando anuncia mi destino, me levanto y me dirijo a una de las puertas, y las pocas personas que estan en el vagón me miran, y me fijo en la señora, que está levantada, y me doy cuenta de que no es esa puerta, sino que es la de enfrente.
Salgo del tren toda avergonzada y doy dos bocanadas grandes de aire para intentar relajarme. Estoy demasiado nerviosa. Salgo de la estación de tren y ahi le veo, con un polo blanco, unos pantalones pirata negros al igual que sus zapatillas.
- ¿Tu sabes que vergüenza acabo de pasar?- sin saludar ni nada, con una naturaleza increíble le suelto eso.
- ¿El que?- dice con una sonrisa y los dos nos dirigimos a su casa mientras hablamos.
Llegamos y me presenta a la familia que vive con él. Y me lleva a su habitación.
- Puedes sentarte en la cama- me dice quitando una toalla y una mochila que estaban ahí tiradas. Me siento y me quito la chaqueta dejandola a mi lado- mejor encenderé la TV para no oir nada- dice y la enciende, y lo promero que escucho es a Finn, el de Hora de aventuras en Boing y me río- siempre estoy viendo esto- me dice con una de sus peculiares sonrisas- naahh es mentira- y nos reímos.
Cambia de canal, buscando alguna peli, pero al final se aburre y deja unos documentales de guerra.
- Creo aue me voy a duchar, no me gusta como me siento- me dice abrazándome.
- Será mejor asqueroso- digo y los dos nos reímos.
- ¿Me esperas aquí?- me pregunta.
- ¿Donde me iba a quedar sino?- le digo lo obvio.
- Igual te vas...no se...
- No me voy a ir, no tengo a donde ir- digo con una risita.
- Vale ahora vengo- dice, coge una toalla y desaparece. Al rato, llega con la toalla en la cintura y yo toda avegonzada sigo mirando al documental de Al Qaeda.
- No mires que me voy a cambiar- dice y yo abro los ojos sorprendida ¿¡ESTA DESNUDO!?
Venga _____, haz como si fuese lo mas normal del mundo y no mires por el espejo que tienes delante.
- No, no, no miraré- le aseguro- aunque ¿no sería mejor que te hubieras cambiado allí?- le digo forzando la mirada hacia la TV y no al espejo.
- También- dice riéndo. Se cambia y se pone solo unos shorts de deporte y se tumba detrás mio.
Me agarra de la cintura y me atrae hacia él tumbándome y me empieza a hacer caricias. Después se pone a mi lado, y me abraza así logrando ponerse encima mio. Oímos como la lluvia golpeaba y él se tuvo que levantar para guardar la ropa que tenía colgando.
- Te ayudo- le digo yendo al mini balcón y recogiendo un trapo.
- No, no pasa nada, ya lo hago yo- me dice amablemente.
- Que va.
Recogemos toda la ropa y él cierra la ventana. Me tumba otra vez en la cama, y Tay se recuesta a mi lado, y empieza otra vez con sus caricias.
- ¿Tienes cosquillas?- me dice a centimetros de mi cara; y yo alzo mi cara para mirarle.
- Bastantes- digo con una sonrisa.