Capítulo 2

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Me puse el uniforme que encontré en el armario, este consistía principalmente de dos colores, el gris y el rojo.

- Disculpe! Nos podría indicar donde se encuentra el centro comercial?

- Que... que haces? - le susurré

- Como que que hago? - respondió con el mismo tono - Te recuerdo que no sabemos como ir

- Después de dos calles girad a la izquierda - indicó la señora - al final de allí lo encontraréis

- Muchas gracias - contestó ella - Vamos

Seguimos las indicaciones de la mujer y rápidamente encontramos el centro comercial, era un edificio grande y lleno de artilugios - Eh... Febe donde estas?

- Mira Diana, que bonito - me enseñó una camisa llena de flores - Aaaa y eso también

Reí a causa de la emoción en la que se encontraba - Debería yo también ponerme a buscar ropa - comencé a mirar las diferentes prendas, habían muy bonitas y de diferentes colores, de diferentes texturas y diferentes modelos, era un tanto complicado elegir entre tanta variedad, pero había de algunas que tan solo mirarlas ya me encantaban

- Yo ya estoy - escuché decir a Febe, quien llevaba un carro lleno de ropa

- Eso es mucho, recuerda que tenemos 250€ cada una

- Mmmmm... Nunca se me han dado bien los cálculos - dijo un poco frustrada - Pero seguro que esto se pasa de 250, dejaré algunas cosas

Al final mi compra se compuso de 13 camisas, 13 pantalones y el resto en ropa interior, y aún me sobraron 7€, en cambio Febe se compró 16 camisas y 10 pantalones, incluso le tuve que dar un poco de dinero aun así estaba muy feliz - No puede ser!

- Pasa algo Diana?

- Mi madre me habló una vez de esto, me dijo que antes la gente las consumía y se las bebía mirándola a ella

- Se puede beber?

- Si - saqué una moneda - Creo que esto va aquí - aplaste el código que había debajo de la bebida y esta cayó

- Que chulo

- Y yo ahora como abro esto?

- Eh... No sabes abrirlo? - negué - Mmm... Oye! Puedes ayudarme

- Que pasa?

- Puedes abrirnos esto por favor - el chico de cabellera castaña nos hizo el favor y tal como apareció se fue - Toma

Cogí la bebida y mientras caminábamos de vuelta a la casa nos la íbamos bebiendo entre las dos - Oye... Estas segura de que es por aquí? - hizo una pequeña risa nerviosa - Mmm... Me suena esta calle, vamos

Después de dos horas caminando entre las calles conseguimos encontrar nuestra casa y al entrar un olor peculiar se asomó a mi nariz, seguí la fragancia hasta encontrar en la mesa dos platos, cogí la cuchara y comí un poco de lo que había, estaba delicioso, al final me lo acabé.
- Ay... me muero de hambre - escuché quejarse a Febe - Eh... Que es eso?
- Nuestra comida, supongo - reí - Esta delicioso
Ella se sentó a comer y se formó un silencio únicamente interrumpido por el sonido del cubierto chocando contra el plato - Te pasa algo?
- No... Simplemente extraño a mi mamá, esto está tan vacío
- Solo hemos estado un día ¿Ya te quieres marchar?
- No es eso - respondí - Mejor iré a colocar la ropa
Subí a mi habitación y empecé a colocar la ropa en los cajones y armarios, al acabar vi que sobraba mucho espacio.
Me tumbé en la cama - Son más blanditas las nubes - cerré los ojos y los volví a abrir al escuchar un pequeño maullido - Dónde has estado? - le pregunté al gatito de mi lado - Mmm... Aún te tengo que poner nombre ¿Cual podría ser? - volvió a maullar - jajajaja Supongo que no hay prisa, ya se me ocurrirá

La hija de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora