Capítulo 4

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Caída libre, el abismo al que tu cuerpo se sumergía, metros y metros de frialdad y una caída que jamás alcanzabas, el hueco en tu estómago representando lo vacío que se encontraba y lo mareada que se encontraba tu cabeza para sentir quecaías y caí...

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Caída libre, el abismo al que tu cuerpo se sumergía, metros y metros de frialdad y una caída que jamás alcanzabas, el hueco en tu estómago representando lo vacío que se encontraba y lo mareada que se encontraba tu cabeza para sentir que
caías y caías por horas.
El sistema envuelto en sustancias poco conocidas, desorbitada en un rincón de su hogar que no reconocía, con su vista borrosa, haciendola trastabillar y caer al suelo en reiteradas veces.

Los mensajes sonando en su teléfono, los recuerdos del infernal tintineo cada vez que aceleraba el motor del auto antes de terminar así, inconsciente en la alfombra de la sala, las botellas de alcohol rodeando su duro cuerpo, mientras las imágenes de lo sucedido la atormentaban una y otra vez, la visión borrosa de lo que fueron los mensajes en esa noche, todo lo previo a su realidad, era el castigo más grande de todos, ver como Patch intentaba contactarse con ella, y jamás contestó, los llamados desesperantes de Diego, que jamás respondió, o las tantas llamadas de Vanya, ni siquiera pensó en atender.

Lex, no llegare a casa
Patch

Lex, Klaus fue secuestrado.
Diego

Lex, perdóname, debemos hablar, vuelve a casa
Vanya

Lex, estoy yendo a buscar a Klaus, Diego me llamó preocupado.
Patch

Lex, Patch no contesta

Lex, contéstame.
Diego

Y el pitido se detuvo, todas las imágenes repitiéndose en su cabeza, el dolor del momento y el manejo desenfrenado mientras el alcohol ingresaba en su sistema, después de 7 años, todo se disolvió cuando los mensajes de Eudora ya no llegaban, y el último mensaje esa noche fue de parte de Diego, un simple texto que la hizo sentir el abismo.

Lex, lo siento...

La operadora se reprodujo en el radio de Eudora, sobre la mesa de su apartamento, la voz molesta de una mujer se sintió como un disparo a su corazón, directo y sin amortiguar lo que sentiría

911: se ha encontrado el cuerpo sin vida de la oficial Eudora Patch.

Ya nada importaba, ella se había ido, ella había elegido a otro, su hermana ya no estaba, nadie correría a sostenerla  cuando el dolor la hiciera caer en tentaciones, ya nadie iría por ella al hospital porque la sangre ya no era de color roja; ni nadie más le insistirá porque mejorará su vida, porque asistiera a reuniones; la vida de Lex se había derrumbado en menos de 48 horas y ya nada parecía importarle

Lex, me enteré lo que sucedió, lo siento mucho. Fui a verte pero nadie me atendió, debemos hablar, linda.
Te quiero
Vanya.

𝐃𝐞𝐭𝐨𝐧𝐚𝐭𝐢𝐧𝐠. 𝐕𝐢𝐤𝐭𝐨𝐫 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora