Amantes prohibidos // spruan

2. Un vampiro saliendo del bosque de hadas

Al día siguiente, Juan salió de su habitación y miró a Spreen dormido en el salón. Una pequeña sonrisa se le salió de los labios. Negó mentalmente ante sus pensamientos. Es un enemigo Juan. Es un enemigo. Un enemigo. Solo le has ayudado por cortesía.
Juan miró a Spreen sin poder evitar sentir atracción por él. Su cuerpo bien ejercitado...sus brazos...su pectoral...sus abdominales...
Juan respiró hondo antes de perder la cabeza, ¿que le pasaba?, es un enemigo.
Suspiró y fue a la cocina.

Pasaron horas. Juan estaba con dos amigas, empezó a hacer frío y nadie llevaba nada para no pasar frío. La casa de Juan quedaba más cerca.

―Juan, vamos a tú casa
―¿Que?, no, no, no, no podemos
―¿Porqué no?
―Ah...pues...¡porque no!, ¡y ya está!

Ari suspiró.

―Pero nos vamos a congelar...
―Ir a un bar, yo me voy a mi casa...es que..eh...he adoptado una mascota...bueno la tengo de acogida...
―¿Y no podemos verla?
―¡No!, ¡porqué Ari es alérgica!
―¿Yo?..yo no-

Juan se fue corriendo antes de que Ari y biyin dijeran algo.

Juan llegó a casa y cerró la puerta. Respiró hondo. Miró el salón, se sobresaltó al ver que Spreen no estaba.

―¿Vampiro?..¿vampirito donde estás?..

Juan subió las persianas, estaba anocheciendo. Spreen salió de la cocina.

―No tienes nada rico de comer
―Si tengo, que a ti no te guste no es mi problema
―Las hierbas se fuman no se comen
―No seas...

Juan suspiró.

―Las hadas no pueden insultar

Spreen se burló.

―Oye, hadita, una pregunta, ¿cuando te masturbas te haces dedos o una paja?

Juan se puso rojo una vez más.

―Yo no hago eso... está en contra la naturaleza de las hadas...practicar sexo solo se puede hacer con tú esposo y solo si estás casada...
―¿Y las hadas con quién se casan?
―Duendes, gnomos...
―¿No es la misma mierda?
―No, y no voy a explicarte la diferencia, tienes que irte
―¿Porqué?
―Porqué estás en un lugar de hadas...
―Mh...vendré a verte
―No hace falta
―Claro que si, pienso que hemos conectado muy bien y me gustaría ser tú amigo
―Bueno, ya veremos...
―Nos vemos mañana, ¿donde quedamos?
―Flor verde. Donde haya una flor verde quédate ahí ¿si?
―Vale, estaré aquí mañana a las 12:30
―Nos vemos dentro de unas horas...
―¿No vas a acompañarme?, ¡Me pueden ver!
―Que mal me caes...

Juan suspiró y le echó polvo de hadas. Spreen, Spreen comenzó a levitar. Juan agarró la mano de Spreen y le dirigió fuera de la casa.

―¡Que hago en el cielo!, ¡Juan!, ¡Ayuda!

Juan se rió, cerró la puerta y comenzó a volar. Agarró la mano de spreen y comenzó a subir mientras ambos volaban

―¡Juan me voy a caer!
―No, esto se te pasa en una hora, vamos a tú casa
―¿Y a ti cuando se te acaba?
―A mi me dura todo el año...depende de que tanto lo uses
―Genial...

Spreen suspiró.

―Vamos fuera del bosque y luego te vas tú con tus vampiros y todo eso
―Vale..

Juan continuó llevando a Spreen fuera del bosque.

―¿Y...tienes pareja?
―No, ¿porqué?, ¿te intereso?
―Bueno, eres bastante lindo ni voy a mentir...pero eres mi enemigo...

Spreen sonrió.

―¿Y eso que?

Juan no dijo nada. Salieron del bosque, Juan bajó, bajando también a Spreen. Una vez en el suelo. Spreen y Juan se miraron.

―Muchas gracias por todo... mañana te vengo a ver aquí ¿si?
―No es nada, mañana te espero aquí a la 1:15?..
―Si, vale, nos vemos

Juan le dio un besito en la mejilla y volvió a volar. Spreen sonrió.

―Nos vemos mañana
―Si, si, ¡chao!
―¡Adiós!

Juan sonrió y se fue.

Spreen comenzó a caminar.