Capítulo 18

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Llegan a casa de Silvia, Sebastián termina lo que está cocinando para ella y la ve sentarse en el taburete cerca de la cocina.
Sebastián- ¿Cómo te sentís?
Silvia- Bien... Tensa pero que bueno tenerte conmigo mi chocolate.
Sebastián- ve a darte un baño y ya estará la comida.
Silvia- ¿Huelo mal?
Sebastián- no, solo si querés... Si estás cómoda así, está bien.
Silvia- pues, si me voy a bañar rápido.
Sebastián- no tardes porque la comida ya está casi lista.
Silvia va a bañarse mientras piensa en lo sucedido, quiere dejar eso de lado para disfrutar todo lo que su novio le preparo. Luego de varios minutos Silvia llega con la bata de baño y el cabello un poco seco.
Silvia- lo seque un poco para que no gotee.
Sebastián- ¿Por qué no lo secaste bien?
Silvia- porque me iba a tardar más y pues... Tengo hambre.
Sebastián- ¿Por qué no te vestiste?
Silvia- (se enoja) te molesta o que.
Sebastián- no, solo te pregunto. No te enojes.
Silvia- perdón... ¿Quieres ver si traigo algo puesto?
Sebastián- no empeces... Después no te la bancas.
Silvia- (imita el acento argentino) Yo me banco todo nene.
Sebastián- a ver.
Sebastián apaga el fuego y se acerca a ella mientras se pone aún más nerviosa. Le mira los labios y la besa con pasión. Silvia rodea el cuello de él con sus brazos y Sebastián deshace el moño de la bata y cuando esta por abrirla para verla ríe y lo vuelve a amarrar.
Sebastián- ya basta... Hay que comer.
Silvia- (baja la mirada) ok.
Comen en silencio, Sebastián la observa y nota que algo hizo mal.
Sebastián- ¿Paso algo?
Silvia- ¿Yo te gusto?
Sebastián- por supuesto que si... No quise hacer algo que quizás no querés.
Silvia- Es que siempre me huyes.
Sebastián- No, solo te respeto.
Silvia- Te estás metiendo en mi mente y mi corazón.
Sebastián- vos también, ya no se que vamos a hacer.
Silvia- ¿Cómo que no sabes? Vamos a seguir juntos y felices.
Sebastián- si, estoy dispuesto a todo. Pero hablaba de lo otro.
Silvia- no pensemos eso, solo hagamos que funcione.
Sebastián- cuando tenés razón, tenés razón.
Terminan de comer, lavan los platos juntos con besos de por medio, luego que terminan caminan hacia el jardín y Sebastián abraza desde atrás a Silvia.
Silvia- Me gustas mucho.
Sebastián- Vos me gustas mucho también.
Silvia-¿Te quedas toda la semana?
Sebastián- ¿Vos querés?
Silvia- si, por eso te pregunto.
Sebastián- (ríe) está bien.
Se quedan en silencio y Sebastián se nota que algo tiene pensativa a Silvia.
Sebastián- Te voy a contar todo, lo que sea que pase por mi cabeza te lo diré... No penses cosas que no son.
Silvia se voltea y baja la cabeza, Sebastián levanta su cabeza posando sus manos en las mejillas de ella y besa la punta de su nariz.
Silvia- Te quiero.
Sebastián- yo te quiero a vos. Ahora entrá porque estás fría.
Silvia- no, otro rato más.
Sebastián- Entonces no hay masajes.
Silvia- ¿Por qué?
Sebastián- ya estás desnuda y lo mejor es que si te estás enfriando tenés que abrigarte.
Silvia entra a la casa y camina hasta su habitación seguida de su novio.
Sebastián- así me gusta, que te portes bien.
Silvia- ya cállate.
Sebastián- quítate la bata y recueste boca abajo. Antes ponte ropa interior.
Silvia- No, así estoy cómoda.
Sebastián- como quieras.
Silvia sin pudor alguno se quita la bata y se recuesta mientras Sebastián toma una toalla y la dobla.
Sebastián- voy a tapar la tentación.
Cubre el trasero de Silvia y escucha la risa de ella. Luego busca un aceite de ella y empieza con masajes desde los hombros hasta el comienzo de sus glúteos, Silvia gime y disfruta cada caricia.
Sebastián- no gimas así.
Silvia- ¿Por?
Sebastián- porque se despiertan cosas.
Silvia- y yo que pensé que no te gustaba.
Sebastián- deja de decir boludeces querés... Me encantas solo te doy tu tiempo y te respeto.
Silvia- ya no me respetes más.
Sebastián ríe y sigue con los masajes hasta que se acerca a ella y Silvia se levanta, se miran a los ojos fijamente. Sin más se besan con intensidad Silvia gime en los labios de él. Se separan y Sebastián la vuelve a recostar para seguir con el masaje, luego de varios minutos el la ve dormida así. Se aleja para guardar las cosas y va a el baño para acostarse el también. Al llegar la ve de costado y la cubre con una sábana. El se queda solo en boxer y se acuesta a su lado, Silvia al sentirlo a su lado se acomoda en su pecho y el la abraza.
Sebastián- descansa vainilla. Sos hermosa mi amor.
Ella sonríe apenas y él le da un beso en la frente.

Al día siguiente ella abre los ojos y se acurruca más a él hasta que nota que está desnuda y el al sentirá abre los ojos.
Silvia- Buen día chocolate.
Sebastián- buen dia vainilla.
Silvia- perdón, me quedé dormida.
Sebastián- esa era la idea.
Silvia- no era mi idea... La mía estaba mejor.
Sebastián- ¿En serio estás lista?
Silvia- creo que si.
Sebastián- no lo estás... Si no dirías "Sí" así de una.
Silvia- ay mi amor... Estás siendo demasiado caballero.
Sebastián- no caigas en la tentación.
Silvia- tu no quieres ¿Verdad?
Sebastián- si quiero pero estás con todo esto de Jorge y es una confusión todo.
Silvia- puede ser. Pero yo quiero todo contigo.
Sebastián- bueno, tenemos tiempo así que a disfrutar cada momento.
Silvia- hazme el amor.
Sebastián- ¿Ahora?
Silvia- si... Aún que ¿Que hora es?
Silvia ve la hora y ve que no tiene tiempo, había dormido tan bien que se pasó de hora.
Silvia- apenas llego. ¿Me llevas?
Sebastián- claro.
Silvia se levanta y corre buscando ropa mientras Sebastián se le quedó viendo.
Silvia- Ya muévete... Deja de comerme con la mirada.
Sebastián ríe y se levanta. Ambos se preparan rápido y salen sin desayunar. En el auto Sebastián cada que puede la observa y nota sus mejillas sonrojadas. Cuando él semáforo está en rojo de acerca a darle un beso en el cuello y luego besa el dorso de su mano.
Sebastián- Estás caliente.
Silvia- tengo calentura... Pero no por enfermedad, por otro cosa.
Sebastián ríe y ella también. Silvia mira nerviosa por la ventanilla y sonríe mientras se abanica con la mano. Luego agarra su cabello y sigue dando aire con su mano. Sebastián ríe y ella voltea a verlo entre cerrando los ojos.
Silvia- no te burles... Esto no me pasaba desde hace años, vaya que me pones nerviosa, caliente y... Ay no.
Está vez de abanica con el horario de los llamados.
Sebastián- tus mejillas cada vez estan maa rojas.
Silvia- no me digas... Que voy hacer.
Sebastián- bañarte con agua fría.
Silvia-¿Yo soy la única que estoy así?
Sebastián- no, pasa que cuando te vi desnuda buscando tu ropa me metí al baño.
Silvia- ¿A hacer que?
Sebastián- (ríe) solo a asearme... No pienses mal.
Silvia- bueno, es que sonó raro.
Sebastián- me obligue a pensar algo feo, buen feo y pues se me pasó.
Silvia- ¿Que pensaste?
Sebastián se acerca a él oído de ella y le dice lo que pensó y ella con cara de asco ríe.
Silvia- ¿Por qué? Ahora tengo la imagen en mí cabeza, que asco Sebastián.
Silvia- la idea era que dejará de pensar lo otro y funcionó.
Silvia- pues si, Ay no... Que asco.
Llegan a el set y Sebastián abre la puerta para ella. Silvia le da un beso y no quiere separarse de el.
Silvia- ¿Cómo hacemos?
Sebastián- vengo por vos. Solo avisame.
Silvia- está bien... Dios mio, que fea imagen.
Sebastián- ¿Todavía con eso?
Silvia- Ay Sebastián... Te portas bien.
Sebastián- vos también... Nada de mirar a los hombres musculosos.
Silvia- ¿A los otros si?
Sebastián- chau.
Dice fingiendo celos y Silvia ríe y agarra del brazo para detenerlo y que lo mire.
Silvia- Te amo chocolate.
Sebastián- te amo vainilla.
Se dan un beso cargado de ese amor que creció entre ellos.

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