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Teme el sexo y a la vez anhela las caricias, sentir la mano de alguien sobre él, aunque eso también le aterra. A veces se mira los brazos y le indunda un odio hacia sí mismo tan profundo que apenas puede respirar; gran parte de la transformación que ha experimentado su cuerpo ha escapado a su control, pero los brazos son obra suya, y solo puede culparse a sí mismo. Cuando esta vestido es una persona, pero sin ropa se muestra tal y como es, los años de podredumbre se ponen de manifiesto en su piel, la carne habla de su pasado, de depravación y corrupción.

-Tan Poca Vida (Pág 432)

Frases de Tan Poca VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora