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El pueblo donde los refugiados habitaban empezaba a ser iluminado por los rayos del sol de un bonito amanecer, los habitantes dormían, los pajaritos cantaban alegres señalando un nuevo día, y los animalitos salían a buscar comida

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El pueblo donde los refugiados habitaban empezaba a ser iluminado por los rayos del sol de un bonito amanecer, los habitantes dormían, los pajaritos cantaban alegres señalando un nuevo día, y los animalitos salían a buscar comida.

Rubius iba directo al lugar de reuniones, donde se encontraría con Juan, ¿Dónde estaba Vegetta? El pobre se quedó dormido debido a quedar trabajando hasta tarde con el dron, se había ofrecido a ayudar a repararlo y de ahí su ayuda que terminó por hacerlo acabar dormido.

Mientras que él pelicafe iba en camino, Juan miraba una de las ventanas de la sala, y detrás de si, un pelinegro aparecía.

— ¿Nuevamente sobre pensando? — Preguntó Drako, sabía perfectamente que Juan había estado pensando desde el comienzo del apocalipsis que tanto le preocupaba.

El hechicero volteó su cuerpo en dirección a su hermano, quien suspiró y asintió, obviamente tenía en cuenta lo mucho que lo conocía su hermano mayor, era de esperarse que pudiera adivinar su estado de ánimo.

— Tu que crees... Han pasado tantas cosas, estoy preocupado. — Juan pasaba una mano por su cabello, su hermano se mostró preocupado por él, había adivinado que el de gafas se estresaria en el papel de total liderazgo del pueblo luego de ocupar el trono del padre de ambos.

— Juan, no te tienes que preocupar por esto, no digo que sea una situación de la buena, pero estamos bien, estamos a salvo y listos para lo que venga, no tienes que preocuparte demasiado, te hará mal.

El castaño vió razón en las palabras salidas de la boca de su hermano, su preocupación se había elevado desde el comienzo de la trajedia en tan poco tiempo, quería tenerlos a todos a salvo, quería ser el líder que su padre jamás quiso ser, y llevar a su pueblo hacia la salvación.

— Tienes razón, pero no quita que deba ocuparme de todo lo que un líder debe hacer, es notable que el estrés esta presente en mis días pero no puedo quedarme sin hacer na- — Drako hizo una seña de que parara su hablar, sonriente.

— Hagamos algo, tu estás muy estresado, así que yo me encargaré de estar a cargo de tu trabajo hasta que encuentren a Carre y a Spreen, ¿Bien? Con eso descansas más y también aprovechas de tener alguna salida con Ari. — Le aconsejó, no le iba a molestar tomar el lugar de su hermano y hacerse a cargo de su labor por unos pequeños momentos, en cambio, le haría feliz ver a Juan libre de esos cargos porque estaría más aliviado.

— Drack... ¿Estás seguro? Es un trabajo muy duro y no creo que quieras hacerlo.

— Hermano, literalmente se te olvida que era el asistente de papá antes de que nos traicionara a todos, estaré bien, tu disfruta del día, solo ocúpate de encontrar a los dos chicos perdidos, y como ese trabajo es corto, te dará mucho mas tiempo de estar desocupado.

Juan lo pensó un poco, si debería aceptar, no había dormido mucho desde que se enteró de la ausencia de los dos habitantes faltantes, estaba estresado y la mayoría del tiempo debía hacer las labores de seguridad como dar caminata al pueblo, ver si los habitantes estaban bien, eso le cansaba.

¿𝓦հαԵ 𝕴բ...? | 𝓗𝖆𝖕𝖕𝖞𝖇𝖊𝖆𝖗 ও ˙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora