DOLCE ROVINA [YOONMIN]

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Despertó de golpe al escuchar el sonido insistente de su despertador siendo apagado tan rápido como comenzó a sonar.

Desde su regreso a Mónaco todo se volvió un caos, su aparición en la boda de los jeon tal vez no fue el mejor movimiento que debió hacer.

Aunque algo que agradecía era su apellido que seguía pulcro sin ningún índice de cambios y rumores estúpidos que lo llegasen a manchar.

Toda la alta sociedad, así como personas de influencia en el bajo mundo del narcotráfico y la corrupción conocían él nombre de Park Jimin. 

Aunque sea una sola mención del apellido Park era conocido por todos, siendo este un apellido digno de respeto y admiración para cualquiera que lo escuche.

Park Jimin más conocido como la joya de Italia era un chico precioso de hermosos ojos grisáceos, piel vainilla y una hermosa cabellera rubia. A sus diecinueve años de edad subió al puesto como líder de las empresas de los Park al demostrar sus dotes en los negocios internacionales y gran agilidad en relacionarse con multitudes en un segundo.

Claro que todos esos detalles eran dignos de orgullo para la familia Park al tener un hijo con tanta distinción.

Pero aún con todos esos premios, reconocimientos, habilidades y relaciones, nunca sintió felicidad de tener todo eso.

No sintió nada más que un peso menos en el mismo, otro capricho más cumplido para su familia, otra expectativa hecha realidad para la satisfacción de sus padres.

Aunque mucha gente lo considera un chico de lo más encantador con un carácter impecable y belleza envidiable.

Jamás ha tenido la dicha de saber lo que se siente exactamente ser amado o querido por alguien.

El sentir de que una persona en este mundo te anhela incondicionalmente, un amor tan puro como la brisa del mar golpeando tu rostro. 

A sus ojos ha visto el llamado “amor”, como la gente se enamora tan perdidamente que todo el mundo no importa y confían el uno al otro sin miedo, de una forma tan cegada de ilusión.

Tomando el riesgo de salir lastimados y con un inmenso dolor como el de una daga incrustada en el corazón.

Mentiría si dijera que hace tiempo no experimentó algo similar aunque ni siquiera sabría decir si eso en realidad fue amor en su momento.

El amor es pasión, confianza, unión y esperanza.

Pero solo experimento soledad, ansiedad, desconfianza y dolor.

Caminó hasta su gran closet tomando asiento justo frente al amplio espejo con luces, donde siempre se miraba al maquillarse.

Su cabello estaba bastante bien siendo un tono rubio muy brillante y hermoso a la vista de todos, le gustaba verse al espejo siempre que despertaba.