𝐌𝐄́𝐋𝐀𝐍𝐂𝐎𝐋𝐈𝐄 || 𝖱𝖺𝗇 𝖧𝖺𝗂𝗍𝖺𝗇𝗂

𝐔𝐍𝐎

Sienna ║

Las noches empezaban a ser más frías después de las lluvias en Septiembre, era muy notorio cuando pase de ir al trabajo en mi típico vestido con estampado de leopardo a ir con un chandal, pero la pizca de emoción en mi ropa nunca faltaba, amaba vestirme aun con la típica ropa que usaba en mi época adolescente, ya sabes, tiro bajo, vestidos cortos de estampados y mucho brillo, botas y sandalias altas.

Quizá fue por ese motivo por el cual desde joven la gente decía cosas sobre mi o sobre mi trabajo, porque si, ser una bailarina exótica o como muchos lo llaman "stripper" no está muy bien visto por aquí, y menos a una edad tan temprana, algunos me dicen "Vaya, solo desperdicias tu juventud" o "Eres una cualquiera a una edad tan tempranana".

Pero eso no era cierto, o quizá eso era lo que yo pensaba, podía trabajar en cualquier cosa, pero lo admito como muchas otras chicas que pasaron por lo mismo que yo, cuando no tienes una familia que te cuide o suficiente dinero, la vida no es fácil, y mi sueldo de camarera por las tardes no iban a poder cubrir mis gastos de la Universidad.

Verás, siempre había deseado ser Bióloga Marina, y por ende tenía que ir a la Universidad, no me malinterpretes, siempre fui una estudiante de honores, pero por alguna razón nunca me quisieron aplicar una beca en la Universidad, cosa que me frustró mucho y tuve que empezar a trabajar, porque definitivamente mi tía, a pesar de criarme toda la vida, no me iba a pagar la Universidad, y lo entendía de cierto modo, no era su hija.

Creo que pensar en cosas insignificantes como estas me hacían olvidar en donde estaba, o mejor dicho tenia la cabeza entre las nubes siempre pensando en mis tonterías, el taxi ya estaba parado delante del club en donde trabajaba, y el conductor me miraba con cara de pocos amigos esperando su pago.

─Perdone, aquí tiene, gracias por el viaje.─dije de forma rápida dándole su dinero para luego salir de aquel auto algo avergonzada, caminé hacia la parte trasera del club, donde al entrar la fuerte música y aquellas luces neón moradas y rojas me daban la bienvenida a otra noche de trabajo, quizá siendo una buena noche, quizás una mala, todo dependía de que clientes vendrían hoy al lugar.

No era como si tuviera muchas amigas en el trabajo, todas se veían como competencia para ver quién podía conseguir más dinero, supongo que eran cosas que pasaban cuando no te pagan un sueldo, y todo lo que ganas en la noche es tu sueldo, así funcionaban las cosas por aquí, o mínimo, en este club.

En el camerino dejé mis cosas, arreglando por unos segundos mi pelo y maquillaje, la lencería siempre la solía tener debajo de la ropa con la cual venía no podía perder tiempo aquí, así que rápidamente al ponerme los tacones salí hacia la parte delantera del club.

Vi como el lugar lentamente se iba llenando, teniendo cada vez más gente bailando y bebiendo, hombres en grupos sentados mientras eran atendidos por las damas de compañía, prefería no mirar, solían ser personas peligrosas como muchos los que venían a este lugar, no por algo estaba en una zona llena de delincuencia.