𝐌𝐄́𝐋𝐀𝐍𝐂𝐎𝐋𝐈𝐄 || 𝖱𝖺𝗇 𝖧𝖺𝗂𝗍𝖺𝗇𝗂

𝐓𝐑𝐄𝐒

𝐒𝐢𝐞𝐧𝐧𝐚 𝟐𝟎𝟏𝟕 ║

Sentí sus brazos rodear mi cintura, por alguna razón mis manos fueron automáticamente a su pecho, apoyándome en el, eran movimientos involuntarios, quizá la tensión del momento y lo guapo que era me hacían pensar que una oportunidad como esta no volvería a haber.

Sentí como empezaba a dejar besos en mi cuello, moví mi cabeza hacia un lado casi al instante, dejando que el chico tuviera más acceso a mi cuello, sus manos no tardaron en bajar a mi trasero, apretándolo, mi cuerpo se movió hacia delante, soltando un suspiro por el tacto entre los dos.

Mis piernas abrazaron su cadera al sentir como me levantaba, caminando conmigo hacia la cama, donde me dejó caer casi al instante, subiéndose sobre mi.

—Te haré sentir bien..te lo prometo—dijo, me quede mirando fijamente como de forma rapida se quitaba la camisa, dejando ver su abdomen a la vista, mi mano fue de curiosa hacía el, tocando la zona de su abdomen donde tenía aquel gran tatuaje, podía suponer que estaba en toda aquella parte de su cuerpo, hasta la pierna.

—No te dolió?—pregunte, refiriéndome al tatuaje, escuché como soltaba una risa floja, inclinándose hacia delante poniendo una mano sobre mi cuello, hasta ir bajando por medio de mis pechos.

—No..soy un hombre que aguanta bien el dolor..y a ti? Te dolió?—pregunto también, tocando la zona entre mis pechos hasta bajar por mi cintura, tenía un tatuaje allí, era una serpiente, la cual parecía subir por aquella zona, me lo había echo en la adolescencia, era la forma en la que muchos me solían conocer en el tiempo de las pandillas.

—Si..si me dolió—respondí, viendo como sonreía, sus manos subieron por detrás de mi espalda, obligándome a arquear un poco mi espalda, sintiendo como desabrochaba la parte de arriba de la lencería y la tiraba de ahí.

—Pero el resultado quedó hermoso..—dijo, una de sus manos atrapó las mias y las puso por encima de mi cabeza, sin dejar moverme, su boca fue nuevamente a mi cuello, dejando besos húmedos, no pude no gemir al sentir como dejaba alguna que otra mordida o un chupetón, el sabía lo que hacía.

Lentamente fue bajando sus besos entre mis pechos, besando desde la parte superior hasta el final, mi piel se erizó al sentirlo. Vi como su miraba se conectaba con la mía, subiendo nuevamente, esta vez parando en uno de mis pechos, dejando besos alrededor de mi pezón, el cual no tardó mucho en empezar a lamer y jugar con el.

—Ran..—gemí su nombre al sentir aquello, cerrando fuertemente los ojos, era una sensación incomparable, hacia mucho tiempo que no estaba delante de un chico de esta forma, y de cierta manera saber que lo volvería a hacer así me hacía sentir caliente.

La mano que tenía libre fue directa a mi otro pecho, apretándolo entre sus manos y pellizcando mi pezon, me estaba estimulando a más no poder y los gemidos salían sin parar de mi.