Doied finalmente está por concluir su plan para atrapar y suplantar a Roier, su gemelo espejo, a cambio de ello por fin podrá salir de la federación y tener lo que nunca tuvo: una vida, la vida que sí tenía su hermano.
Sin embargo, cuando está busca...
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Tengo que ser sincero, toda esta situación me tomó por completa sorpresa, pero no me venía mal. Claramente sabía quién era aquel chico, ni siquiera había hecho falta repasar su expediente, pero lo hice solo por curiosidad.
Nombre: Spreen Buhajeruk Raza: Híbrido de oso negro Registros: Experimento 110 Nivel de amenaza: Muy alta
Había una descripción completa de él, aunque era más que todo conocimiento general y previo suyo antes de llegar a este lugar, no me sorprende el por qué Cucurucho puso sus ojos en él en cuanto llegó, después de todo no tardó en hacerse notar haciendo desastres por allí y por acá, desde estragos por varios lados hasta atentar con la vida de mi hermano, Roier.
Curioso, se supone que era su amigo... o algo así, ser parte de la federación y esperar que no te espiaran era imposible, menos si eras de sus proyectos clave, así como lo éramos él, yo y los gemelos pato, después de crecer y ser criados en este lugar encerrado por paredes blancas sería difícil desprenderse de él, es nuestro hogar, o bueno, al menos él mío. Roier y yo teníamos aptitudes diferentes, él era perfecto para salir y yo para quedarme acá, probando mil y un cosas desde adentro, como un científico más, sólo que de alto nivel.
Perseguir a Roier también estuvo entre mis tareas, lo conozco tan bien como a mí mismo y sé cuando su frágil e incrédulo corazón cae por alguien, así como había caído por Spreen, o creo que así fue antes de que lo traicionara. Por el contrario, intentar leer a Spreen fue una de las cosas más difíciles para mi, bueno, yo tampoco era bueno con las emociones, pero al menos leer a Roier y a Quackity era tan sencillo, pero Spreen.. no supe si fueron sus lentes, su expresión tan neutra o ese caparazón invisible que lo rodea, pero jamás logré saber que pasaba por su cabeza.
Ahora se había sentido tan fácil, el pánico, la angustia y el shock invadieron su rostro, ver las pupilas en sus ojos violetas achicarse por la sorpresa fue satisfactorio, ¿Quizá también hubo arrepentimiento al confundirme y creer que yo era Roier? No lo sé, pero tengo la sensación de que dejé en él esa misma inquietud que dejó en mi.
Estar adentro de este lugar no significa estar al tanto de todo, hay muchas cosas que no me interesan a menos que me lo asignen, por eso no tenía ni idea de su estadía aquí hasta el momento, después de todo hace mucho no salía, estaba muy ocupado en mi proyecto de cambio de cuerpos como para querer ver la luz del día.
Su expediente era más extenso de lo que creía, echarle un "vistazo" se extendió más de lo esperado. Cucurucho siempre había parecido tener afición por otras razas híbridas, pero jamás por una de carácter mamífero, aunque tampoco había tenido la oportunidad de tener una, cuando llegó Spreen parece que logró llamar su atención, un oso... era algo nuevo, sería interesante.
Y si que lo fue, ¿Como era posible que aquel chico hubiera sobrevivido a tan complejas situaciones en la simulación que había estado antes de llegar a la isla? O estaba loco o era muy fuerte. Según los registros el mismo día que llegó terminó matando a alguien y muchos más le siguieron, eso explicaba la falta de personal que hubo por un tiempo, era considerado incontrolable y según los informes siempre debían detenerlo con seguridad extrema o habrían desastres.
