capítulo 7

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Naruto caminaba tranquilamente por los pasillos del castillo, en dirección al despacho del Rey Mago. Con cada paso, sentía la emoción creciente de lo que estaba por venir. No era alguien que se dejara intimidar fácilmente, pero sabía que la prueba que estaba por enfrentar sería importante para determinar su lugar en este nuevo mundo.

Al llegar al despacho, saludó con su habitual sonrisa tranquila.

—Buenos días, Juli—... digo, Rey Mago —rectificó con una leve risa al notar la mirada de Marx, quien estaba de pie a un lado del escritorio.

Julius sonrió, restándole importancia al informal saludo de Naruto.

—Buenos días, Naruto. Dame un momento, estoy terminando de darle unas instrucciones a Marx. —Luego, dirigiéndose a Marx, agregó—: Asegúrate de entregar dos estrellas. Una para los Toros Negros y otra para el Amanecer Dorado. Han hecho un excelente trabajo últimamente.

Naruto, siempre atento a lo que le rodeaba, no pudo evitar preguntarse cómo estarían sus hermanos.

—Me pregunto cómo estarán Yuno y Asta. Parece que están trabajando duro —dijo, más para sí mismo que para los demás.

Julius, al escuchar su comentario, le sonrió con amabilidad.

—Estoy seguro de que están bien. Tus hermanos son fuertes, Naruto. —El Rey Mago se levantó de su silla y continuó—: Bueno, es hora de que comencemos. Sígueme, te llevaré al lugar donde tendremos tu prueba.

Naruto asintió con confianza y comenzó a seguirlo sin más preguntas. El ambiente en el castillo era tranquilo, y mientras caminaban, no podía evitar sentir cierta curiosidad por lo que le aguardaba. Sin embargo, no era el único que tenía interés en lo que sucedía. A lo lejos, Mimosa, que no tenía ninguna tarea en ese momento, los vio pasar.

"¿A dónde irán? Nunca he visto a Julius-sama llevar a alguien con tanto misterio...", pensó Mimosa. Intrigada, decidió seguirlos en secreto, manteniéndose a una distancia prudente para no ser descubierta. Mientras caminaba detrás de ellos, no podía evitar sentir una mezcla de asombro y curiosidad por el hecho de que Naruto estaba con el Rey Mago, algo que nunca antes había visto en la historia del Reino.

Naruto, por su parte, seguía sin decir mucho, aunque notaba que estaban yendo hacia una sección más aislada del castillo. La emoción comenzaba a crecer dentro de él, listo para demostrar lo que valía en este nuevo mundo.
Claro, vamos a ajustar la escena con esos detalles:

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En la sala destinada para la prueba, el ambiente se tornaba más serio. Las paredes altas de piedra parecían resonar con el eco de los pasos de Naruto y Julius mientras entraban. Mimosa, que había logrado seguirlos sin ser notada, se escondió tras una columna cercana, con el corazón latiendo aceleradamente. No podía creer que estuviera a punto de presenciar una pelea entre el Rey Mago y Naruto.

Julius se detuvo en el centro de la sala, cruzando los brazos mientras observaba a Naruto con una leve sonrisa.

—Bien, Naruto. Quiero que me ataques con todo lo que tengas. No te contengas —dijo Julius, su tono era sereno, pero sus palabras cargaban un desafío implícito.

Naruto le devolvió la sonrisa, relajado, pero con una chispa de emoción en sus ojos. Dio un paso al frente y dejó que su energía fluyera. Su Sharingan se activó de inmediato, y sus ojos rojos brillaron intensamente en la penumbra de la sala. La katana apareció en su mano derecha con un sonido metálico, y la desenvainó con elegancia.

—Muy bien, si es lo que quieres, Rey Mago. Te mostraré de qué estoy hecho. —Naruto colocó la katana en posición, el filo de la hoja brillaba bajo la luz tenue de la sala—. Espero que puedas seguir mis movimientos... porque no me quedaré quieto.

Naruto x Black clover Donde viven las historias. Descúbrelo ahora