Naruto x Black clover

capítulo 8

Capítulo 8: La misión en la mazmorra

En los cuarteles de los Toros Negros, Asta estaba entrenando, como siempre, cuando Yami apareció, con su típico cigarrillo en la boca y una mirada seria.

—Asta, Noel, Luck. —llamó, captando su atención de inmediato—. Se acaba de abrir una mazmorra en el límite con el Reino del Diamante, así que los tres van a ir a investigar.

Asta, emocionado como siempre ante la idea de una nueva misión, saltó hacia adelante.

—¡Sí, Capitán! ¡Voy a demostrar lo fuerte que me he vuelto!

Noel, algo más reservada, simplemente asintió, aunque sus ojos brillaban con determinación. Luck, por su parte, soltó una sonrisa amplia y maniática.

—¡Una mazmorra! ¡Eso significa que habrá peleas! No puedo esperar para ver qué tan fuertes son los oponentes que encontraremos.

Yami les lanzó una mirada de advertencia.

—No te emociones demasiado, Luck. El Reino del Diamante también puede enviar gente a esa mazmorra, así que no solo serán bestias mágicas con lo que tendrán que lidiar. Tengan cuidado. —Luego, Yami se rascó la cabeza y suspiró—. Y si pueden evitar problemas, háganlo. Aunque, conociéndolos, dudo que sea el caso.

Noel levantó una ceja.

—¿Problemas? Con Asta y Luck... eso parece imposible.

Asta, siempre optimista, se rió.

—¡No te preocupes, Noel! ¡Te protegeré si es necesario!

—¿Protegerme? —replicó Noel, con las mejillas encendidas—. ¡No necesito que un idiota como tú me proteja!

Luck, aún emocionado, interrumpió con su típica sonrisa llena de emoción por la batalla.

—¡Vamos, vamos! ¡Ya quiero ir a esa mazmorra!

Yami los observó un momento, antes de despedirlos con un gesto de la mano.

—Váyanse ya, y traten de no morir.

Asta, Noel y Luck se dirigieron hacia la mazmorra, preparados para lo que vendría. Mientras tanto, en el despacho del Rey Mago...

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Naruto, sentado en el despacho de Julius, estaba terminando de organizar una pila de documentos. Mientras lo hacía, no pudo evitar preguntarse si ahora su trabajo consistía en ser el "secretario personal" de Julius. Aunque la tarea en sí no le molestaba, se le cruzó la idea de usar clones para terminar más rápido.

—Podría haber usado un clon para esto —pensó Naruto mientras ordenaba los últimos papeles—. Pero supongo que sería muy obvio.

Antes de que pudiera reflexionar más al respecto, Julius interrumpió sus pensamientos con una sonrisa.

—Naruto, ya es hora. Ahora sí, puedes ir a la mazmorra.

Naruto dejó los documentos a un lado y se levantó con energía.

—¡Por fin! Pensé que solo me harías ser tu secretaria todo el día.

Julius soltó una carcajada.

—Vamos, sabías que solo era una pequeña tarea. Ahora tienes algo más emocionante por delante.

Naruto sonrió y asintió. Sabía que la misión en la mazmorra sería una oportunidad perfecta para estirarse y relajarse un poco

—Bien, nos vemos luego, Julius.

Con eso, Naruto salió del despacho, listo para unirse a la misión en la mazmorra,