✧.┊𝐂𝐎𝐍𝐅𝐋𝐈𝐂𝐓𝐈𝐍𝐆 𝐋𝐎𝐕𝐄 ▬ 𝐏𝐚𝐮𝐥 𝐋𝐚𝐡𝐨𝐭𝐞

𝐗𝐗𝐕

CHAPTER TWENTY-FIVE༄*•☆•*☽︎

i. act i!

-CUANDO PAUL le dijo que la llevaría a casa de los Cullen, ella no se dio cuenta de que se refería a su espalda.

El chico en cuestión sonrió cuando notó la expresión de sorpresa en su rostro. "¡Vamos, nena! Dijiste que querías venir, ¿verdad?".

Willow miró a su novio con cierta irritación. "Paul."

"Willow", replicó.

"Estás bromeando". Se cruzó de brazos y se movió lo suficiente para que una cadera quedara hacia afuera.

"Me temo que no, Sinclair" se rió Paul y Willow apenas pudo contenerse para no sonreír. Sacudió la cabeza, descruzó los brazos y suspiró con buen humor.

"Tienes suerte de que salga contigo, Lahote".

"No se han dicho palabras más ciertas" Dijo, sonriendo de nuevo. "Ahora, súbete".

Y de repente Willow ya no estaba mirando a su novio, sino a un lobo gris gigante de seis pies de alto que de alguna manera parecía que todavía estaba sonriendo.

"Idiota" Susurró Willow; el cariño en su voz le quitaba el sentimiento a la palabra.

En respuesta, Paul se limitó a inclinar su gran y esponjosa cabeza hasta el suelo para que ella pudiera subirse, y ella resopló.

"Bueno, esto va a ser interesante."

-CUANDO llegaron al lugar de encuentro acordado con los Cullen, Willow estaba demasiado sorprendida por el viaje hasta allí como para recordar su enojo con Edward.

Su mente todavía estaba concentrada en cómo era ver los diferentes tonos de verde difuminándose a su lado mientras el viento viajaba a través de su cabello, y cuidadosamente se bajó de Paul una vez que él se agachó para llegar lo más cerca posible del suelo mientras permanecía alerta.

Sólo cuando sus pies volvieron a estar firmemente plantados sobre tierra firme, Willow se recordó a sí misma.

Se puso ligeramente rígida e ignoró la sensación de la mirada ardiente de Edward. Y cuando sintió que Paul se acercaba mucho más a ella, con Embry apretándola al otro lado... bueno, no pudo encontrar una razón para objetar.

"Bienvenidos y gracias por conocernos", saludó Carlisle a la manada, recibiendo solo miradas en blanco como respuesta.

"Confío en que permitirás que mi hijo te traduzca" dijo el hombre rubio, haciendo la pregunta como si no hubiera otra opción de respuesta, en la que se equivocaría, pensó Willow.

Siempre podrían hacer que Sam o incluso Jacob volvieran a su forma humana para hablar por la manada.

Con el rabillo del ojo, vio que Edward se movía ante sus pensamientos, y apenas pudo evitar gritarle.

Al fin y al cabo, él seguía siendo su amigo. Un amigo al que, casualmente, en ese momento quería estrangular, pero un amigo al fin y al cabo.

Cuando Willow de su mente la idea de estrangular a Edward, se dio cuenta de que la reunión había comenzado y miró a Jasper, el único vampiro de los Cullen que había luchado contra los recién nacidos antes. Mientras trataba de prestarle atención a la rubia, no pudo evitar mirar a Edward por un momento y lo encontró mirándola.

Si hubiera podido adivinarlo, habría pensado que sus pensamientos asesinos sobre él probablemente no ayudaban a la pelea en la que estaban metidos, y sonrió tímidamente. Era solo una pequeña parte de ella la que quería cometer algún tipo de violencia contra él después de todo, y no era como si realmente actuara según sus pensamientos impulsivos.

Después de un momento más en el que continuó leyendo sus pensamientos, le devolvió una pequeña sonrisa y luego se concentró en Jasper una vez más.

Willow hizo lo mismo y se preparó para el largo período de tiempo que tendría que permanecer de pie.

Genial.

-UNA VEZ TERMINADA LA REUNIÓN, Willow estaba ansiosa por irse a casa.

Había habido un par de veces en las que Paul casi perdió la calma con Edward y Bella porque los sorprendió mirando a Willow por un segundo demasiado largo para su gusto, pero afortunadamente, la morena había podido calmarlo cada vez.

Por lo menos, la chica Sinclair sabía que sus doloridos pies no eran en vano.

Justo cuando estaba a punto de subirse a la espalda de Paul, Edward la llamó: "Lola, ¿podemos hablar?".

Todas las miradas, tanto de los vampiros como de los lobos, se dirigieron al chico de cabello bronce, antes de mirarla en busca de una respuesta.

Willow se detuvo a pensar y miró a Paul cuando un gruñido bajo salió de su garganta. "¿Puede esperar esto, Edward?", preguntó cansada.

"Por favor", fue todo lo que obtuvo como respuesta.

Suspirando, asintió. "Está bien. Pero hazlo rápido, por favor. Quiero ir a casa".

Paul se escabulló entre los arbustos para ir a desaparecer, mientras Edward se acercaba a Willow.

"Lola, lo siento."

Apretó la mandíbula por un momento, antes de mirar con enojo al chico más alto. "Eres un asco. No es un juego de palabras, porque literalmente chupas sangre animal, ¡pero ese no es el punto!". Divagó un poco.

Para su crédito, Edward logró mantener la cara seria.

"Tal vez tengas razón al llevar a Victoria a las montañas, tal vez te equivoques. No lo sé." Hizo una pausa

"Pero lo que sí sé es que estás dejando a mi familia para luchar tu batalla. La tuya y la de Bella.

Se acercó un paso más a ella y apoyó el brazo sobre su hombro con suavidad.

"Te lo juro, Lola, no dejaría que tu familia y la mía luchen solas si no estuviera seguro de poder matar a Victoria. Nuestras familias pueden arreglárselas solas con bastante eficacia y confío en que todo saldrá bien".

"Tu confianza no cambia el hecho de que se están enfrentando a un ejército de vampiros. Tu confianza no hace que eso esté bien". Hizo una pausa y observó cómo él parecía desanimarse un poco.

"Pero al final del día, sigues siendo mi amigo. Una vez que la batalla termine, no estaré tan enojada como ahora. Pero hasta entonces, no cuentes con que sea amable." Se mantuvo honesta, sabiendo que él leería la mente de todos modos.

Edward asintió. "Está bien. Puedo respetar eso, Lola. Eres una..."

"¡Quítale las manos de encima!"El sonido de la voz enojada de Paul rompió de repente el silencio pacífico que se había apoderado del bosque.

Willow miró a un Paul tembloroso y luego a un Edward igualmente agitado y suspiró.

Esto no iba a ser bueno.