Izayoi Sakamaki en Go Toubun no Hanayome

Capítulo 2: Primer día- parte 1

Izayoi bostezó mientras se estiraba en su cama, sintiendo la suavidad de las sábanas enredadas a su alrededor. Los primeros rayos de sol comenzaron a filtrarse por la ventana, pintando líneas doradas en las paredes y el suelo. A regañadientes, se cubrió con las sábanas, intentando bloquear la luz que lo obligaba a enfrentarse al nuevo día.

La parte más difícil de la mañana siempre era esa: tomar la decisión de levantarse de la cama o quedarse otros cinco minutos. Esos cinco minutos, como de costumbre, se convertían en al menos cincuenta, estirando el tiempo hasta el límite.

Finalmente, después de una lucha mental que duró 55 minutos, Izayoi se levantó con una expresión somnolienta. Su cabello, desordenado y rebelde, parecía tener vida propia. Se arrastró hacia el pequeño baño, aún medio dormido. Frente al espejo, observó su cabello con desdén; era imposible de manejar y, por lo general, no se tomaba la molestia de arreglarlo.

Rápidamente, abrió la llave del grifo y se lavó la cara con agua fría, sintiendo cómo el frescor le despejaba los sentidos. Luego, procedió a cepillarse los dientes, el sonido del cepillo frotando contra el esmalte de sus dientes llenó el pequeño baño.

Con un suspiro de resignación, se vistió con su uniforme, su expresión con evidente molestia y cansancio. Las arrugas en la camisa y el pantalón no parecían importarle en absoluto.

Se dirigió a la cocina, donde tomó dos piezas de pan tostado. Con un gesto distraído, las untó con mermelada, sin prestar demasiada atención al proceso. Nunca había sido especialmente quisquilloso con la comida, especialmente durante la época en que tuvo que pescar y cocinar por sí mismo. 

Guando probo el primer bocado frunció el ceño.

― oh, primero es comer y luego son los dientes. ― Izayoi dijo con una sonrisa aburrida.

Finalmente, tomó el "regalo" que Homura le había dado,  lo coloco sobre su cabeza, y aplasto su rebelde cabello, Izayoi consideró esto una ventaja extra, lo conecto a su reproductor de musical y espero un momento.

finalmente salió de su apartamento, con una expresión aburrida.

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Izayoi camino por la calle con una expresión aburrida en su cara.

¿Cómo se supone que debe enseñarle a alguien más?

Izayoi era un genio en toda la extensión de la palabra. 

Y no es que tuviera un ego tan grande como para creerlo sin más, aunque lo tenía, sino que era objetivamente un prodigio. A lo largo de su vida, solo había perdido una vez, y había sido en circunstancias excepcionales. Ya fuera aprendiendo un nuevo idioma, comprendiendo ecuaciones matemáticas complejas, o simplemente entendiendo conceptos abstractos,  aunque estos últimos fueron particularmente molestos, todo parecía fácil para él.

Conocía a una sola persona que estuviera a su nivel, y ese era el problema. No podía entender cómo alguien podría estar tan perdido con las cosas que enseñaban en la escuela como para necesitar un tutor. Para él, bastaba con repasar un poco cada día, y eso debería ser suficiente. Incluso si no eras un genio como él, todavía no podía concebir la idea de que alguien realmente no pudiera obtener la nota mínima aprobatoria.

Pero lo más importante era esto:

Enseñar a otros era aburrido.

 Al menos de la manera en que lo hacían los profesores de esta escuela.