PACIFY HIM ; appleradio au

1

El sonido de pasos apresurados causados por la propietaria del hotel Hazbin no despierta señales para que los residentes se preocupen de que algo haya pasado, hay días en donde la princesa está con demasiada energía y otros donde se estresa por los siguientes ejercicios de redención que están acostumbrados a los shows que pueda darse.

Pero esta vez no parecía ser algo simple, eso lo supo Vaggie cuando ve a su novia aparecer por el marco de la puerta, se nota desalineada, tenía mechones rubios alborotando la armonía de su cabello dejando ver una apariencia similar a una lunática.

—¡Hice algo terrible!— dice dando pequeños saltitos en su sitio, no puede contener su energía por lo que da ese aviso a su novia quien no se encontraba sola ya que el actor también estaba con ella en esa habitación. La mujer rubia se fue por la misma dirección por donde vino, asustada y pensando en un millón de probabilidades, Vaggie se levanta del sofá junto con Angel Dust que decide acompañar a las chicas, mayormente es impulsado por saber que pudo haber hecho la princesa.

—Charlie, ¿qué sucede? ¿estás bien, amor?— la chica de cabellos grises trata de detener a su novia, pero es hasta que llegan a la puerta que pertenece a la pequeña biblioteca que tiene el hotel que todos toman un tiempo y recuperan su aliento. La princesa está nerviosa, empieza a caminar de un lado a otro sin siquiera abrir la puerta, está pensando detenidamente sus palabras antes de hablar —Amor, respira y me podrás contar qué sucedió.

Charlie toma un gran respiro y su mano va a la manija de la puerta, decide entrar primero y los demás la siguieron un poco asustados. Estando dentro, la mujer rubia decide finalmente explicar qué ha sucedido.

—He visto cómo Alastor tiene mucho trabajo, entre ser anfitrión del hotel, reuniones con los demás soberanos y también ha empezado a ayudarnos en nuestros ejercicios de confianza—la chica suelta las palabras de una sola vez y luego agarra aire para seguir con su historia—entonces quería aligerar su trabajo, pero sabes cómo es él y jamás aceptaría esa ayuda, por lo que recordé un hechizo que me enseñaron mis padres para cuando necesite ayuda, entonces pensé que serviría para Alastor y entonces ...

—No puede ser— es la voz del actor quien se adelantó para observar que estaba detrás de la princesa, y sinceramente fue algo que no creía posible.

—¡Hice otro Alastor, pero fue un accidente!— dijo la rubia escondiendo su rostro con las manos, realmente la había jodido esta vez.

Vaggie decide cerciorarse por ella misma dando unos cuantos pasos hasta toparse con un cuerpo inconsciente sobre la alfombra de la habitación. Si no lo hubiese visto Vaggie habría dudado en lo que decía su novia. Es la ángel que toma la parte posterior de su lanza y mueve con sumo cuidado el cuerpo para poder observar bien al desconocido que ciertamente tiene un parecido a al socio de la princesa: las pequeñas astas de venado, unas grandes orejas esponjosas, unos grandes ojos y de igual manera, un micrófono era agarrado entre sus delegados dedos. Los presentes no lo dijeron, sin embargo pensaron que este extraño sería inconfundible con Alastor ya que prácticamente era exactos, excepto por el pequeño gran detalle que esa persona posee un color azulado en la mayor parte de sus ropas y cabello, era una versión de Alastor pero de tonalidad azulada.

El cabello es de color azul marino, las puntas no eran negras sino que contrastaban en un tono celeste mucho mas claro como el cielo en el mundo mortal, la piel era de un tono un poco más claro y no tan grisáceo como era propio del demonio radio. En cuanto a la vestimenta, se repartía en varios todos parecidos al cobalto, azul oscuro y celestes.

—Se parece al chico malo, pero este tiene un color muy feo—dice Niffty apareciendo de la nada y asustando a los presentes. La cíclope es la única valiente que pica con sus dedos el rostro del falso Alastor, el pequeño toque fue suficiente para que el extraño reaccionara abriendo sus ojos de golpe, alertando a los pecadores y sacando a más de uno un pequeño grito de asombro.