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Su tiempo en ese mundo alterno había sido el más entretenido, Al es sincero consigo mismo pues resultó ser mucho más entretenido conocer las versiones de los pecadores que ya había convivido en su mundo: mucho más vivaces en sus personalidades, un poco amables y menos gruñones. El demonio de color galáctico estaba acostumbrado a los reproches por parte de la princesa, los insultos e intentos de asesinato que venían del joven de la mafia, Angel Dust. Ambiente difícil para trabajar. Fue un gran giro cuando la princesa no le gritaba molesta por su presencia y le pedía que se refiriera a ella por su nombre de pila y no como "princesa". La propietaria del hotel no quería tener el mismo trato que su otra versión tenía con Al, no se perdonaría nunca si le guardase algún tipo de miedo. Fue debido a todo esto que el ánimo melancólico había cambiado en Al, solo un poco.

Ahora era más animado

En su realidad, los únicos amables en el hotel solía ser Vaggie que siempre lo protegía y le daba ánimos con la actitud alegre de siempre, casi enfermiza en ocasiones que podía ser molesto tanto positivismo cuando él se conocía y era más llorón que cualquier otras cosa, pero reconoce su amabilidad en el intento. Otro pecador que recordaba podría ser Husk, el minino era diferente al que conocía, este era más estoico y bebedor que el de su mundo, el otro es más burlesco y animado, rozando el punto de ser demasiado fastidioso para los demás residentes.

Ahora Lucifer. Dejo lo mejor para el final.

Había pensado eso muchas veces, cuando lloraba por el sentimiento de mediocridad al ser molestado por el rey en ese instante solo resoplaba molesto y se dedicaba a atender su cuerpo después de las palizas que recibía por parte del monarca. En ese momento tenía claro que Lucifer jamás estaría en el puesto de los seres benevolentes en el hotel, jamás acudiría a él buscando ayuda o terminaría siendo preso en un contrato y manipulado mentalmente para actuar de maneras que no desea...

El Lucifer de su mundo era alguien amargado, carente de gracia y con una actitud bastante cruel que gustaba de torturar a las personas y romper las esperanzas de los demonios, si fuese por su propia mano sería mucho mejor para el deleite. Un hombre lleno de odio, aun con rencor por lo que le hicieron sus hermanos, Alastor no duda que si el rey tuviese la oportunidad desataría una guerra con el mismo cielo. Sin embargo, su miedo al rey se había transformado en algo diferente, cada día que pasaba parecía tachar la imagen que dejó el anterior Lucifer.

El anterior Lucifer... parecía ya un completo espejismo en su mente ahora que conoce a su contraparte y no quería pensar que volvería con el rey problemático, sacude su cabeza para apartar esas ideas nada agradables.

Algo mucho mejor se asomó en su fantasiosa cabecita, se retuerce entre las calientes sábanas que cubren su esbelto cuerpo.

Le sorprendió mucho lo frígida que resultó ser su versión en este mundo, alguien muy decente y más que todo, refinado, educado y sin el indicio de ser un nervioso cuando se habla de la parte íntima del cuerpo. Al era muy penoso, demasiado como para mantener una conversación larga con la estrella porno que la pasaba hablando de los gajes de oficio, pero no significaba que no sintiera la emoción por las noche al pensar en cierto rey rubio.

Siempre se excusaba con la araña diciendo que tenía cosas que hacer, ya muchos habrían notado su inconveniente al tratar esos temas que había sido motivo de burla unas cuantas ocasiones.

"No puedo creer que te avergüence la palabra pene o...coger! Mira te estás poniendo rojo otra vez, es increíble. ¡Alastor no muestra interés cuando hablo de estas cosas"

"Somos muy diferentes ..."

La vergüenza es algo que conoce bien, mucho más cuando hablan de la anatomía humana

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⏰ Última actualización: Nov 04, 2024 ⏰

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