Un sueño cómodo es detenido por el sonido de la alarma, como si fuera por instinto Aory apaga la alarma y se dispone a comenzar el día. Mientras caminaba por las calles de la cuidad para llegar a su instituto escucha como alguien gritaba su nombre repetidas veces, la chica decidí voltear a observar quien era el que gritaba su nombre.
–¡Aory!... -La respiración del chico era bastante agitada y su cara estaba empapada de sudor. El chico se tomó un tiempo para calmar su respiración y tomo un respiro antes de volver a hablar.
–Aory... vengo corriendo desde tu casa, tu mamá me dijo que te habías ido desde hace 20 minutos.
–Akemi, los lunes no caminamos juntos al instituto. -El chico desvió su mirada y acomodo su cabello mientras miraba a la joven.–Desde hoy lo haremos. -La chica reaccionó de forma confundida.
–¿Eso porque..? ¡Ah!, por cierto, ¿cómo vas con Celi- Sus palabras son interrumpidas por el chico quien pone un dudo en sus labios para evitar que siga hablando.–¡Shh!, es solo... Sigamos caminando, ¿si? -Pregunto el pelicafe, a lo que la joven solo respondió asintiendo con la cabeza. Ambos caminaron en silencio hasta que el chico rompe el silencio.
–Aory, ¿has escuchado acerca de los hongos Spining? -El chico dice eso mientras camina más lento y mire a la chica de reojo con una sonrisa.–¿Hongos Spining?... Conozco algunos, pero jamás había escuchado de uno llamado 'Spining', ¿Que hay con eso?
–Bueno, tengo una tarea de campo, en la que tengo que ir a un bosque en dónde se encuentran esos hongos y hacer una investigación.La chica lo mire con cierto desinterés, pero de igual manera decidí seguir con la conversación.
–Tu investigacion es de un hongo... -Akemi se detiene y toma a Aory de las manos mientras la mira con un brillo en los ojos y una gran sonrisa, dando a entender que estaba completamente emocionado.–¿Quieres venir conmigo? Sinceramente, no quiero ir solo...
–No, aunque no te agrade mi respuesta no puedo ir, estoy castigada.Después de eso la chica camino a un paso más rápido dejando que el tema se fuera de lado y simplemente caminaran hasta el lugar deseado por ambos. Pero a pesar de esto Akemi tenía una expresión algo triste por el completo rechazo de Aory.
–Ya me voy a mi aula, ¿nos vamos juntos en la salida? -La chica dijo cuando ambos llegaron al instituto.
Aunque a la chica estás palabras eran simples y sin ningún significado, el otro no lo tomo de la misma manera ya que solo con esas simples palabras se volvió a animar, ya que sus ojos mostraban un brillo y su curpro se aferró a Aory en un abrazo fuerte.
–Aory... -Susurro el chico en su oído. –Aveces eres muy buena, y otras veces... Bueno, da igual, te dejo para que no se te haga tarde, te veo en la salida.Completo el chico su despedida y ambos de fueron a su respectivas aulas. Aory entro al aula y enseguida fue recibida por su amiga.
–Buenos días Aory.
–Buenos días May. -Respondio la chica mientras se sentaba en su asiento y acomodaba sus cosas para la primera clase, aunque su amiga seguía hablando ella simplemente no prestaba atención en sus palabras...–Por cierto, ¿escuchaste los rumores? Tu eres la protagonista de ellos. Tu y un tal Akemi. -La chica desconcertada por las palabras de su amiga la mira con confusión.
–Se dicen que tú y Akemi son novios, y que se irán de viaje juntos... uuuuuys~ -Agrega la chica en forma de burlarse de su amiga, aunque está solo se muestra igual de confundida que antes y le hace una seña para que no grite.
–Lo escuché por ahí... ¿Te gusta Akemi? -Dice May susurrando esto en el oído de su amiga.
–No, Akemi es solo un amigo, tengo cierto aprecio por el, pero, ¿gustarme? es un rotundo no.
–¿En serio? y… ¿porque no? Si el es el chico perfecto para ti Aory, es apuesto, atleta, tiene buena figura, es inteligente y se preocupa por ti, además seguro el gusta de ti.
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Spinning
Ficção CientíficaEn un mundo donde la ciencia y la tecnología habían prometido una era de prosperidad y seguridad, un enemigo silencioso y invisible se cernía sobre la humanidad. El hongo "Spinning", un organismo microscópico que se propagaba a través del aire, habí...