Capítulo 4: La Oscuridad Revelada

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Amy no podía dejar de pensar en el momento que había compartido con Shadow en el parque. Ese toque suave, esa pequeña grieta en su muralla, había sido suficiente para que su corazón albergara esperanza. Sabía que no sería fácil, pero estaba dispuesta a luchar por él, por esa conexión que ambos empezaban a construir.

Decidió volver al parque esa tarde, con la esperanza de encontrarlo de nuevo. Quería hablar, aclarar lo que había quedado en el aire entre ellos. Sin embargo, al llegar, la sensación de calma que la había acompañado se desvaneció al instante.

El parque, normalmente pacífico, estaba en silencio. Un silencio extraño, demasiado denso. Amy sintió un escalofrío recorrerle la espalda, algo que la hizo detenerse en seco. El aire estaba pesado, y aunque no veía a nadie, podía sentir una presencia oscura.

De repente, el sonido de unos pasos rápidos detrás de ella la hizo girar. "¿Shadow?", preguntó, aunque su instinto le decía que algo estaba mal.

Pero no era Shadow quien apareció ante ella. Un erizo alto, cubierto por una capa negra, se materializó de las sombras, sus ojos brillando con una malicia que Amy no había visto antes.

"Así que tú eres Amy," dijo el desconocido, con una sonrisa que no era para nada amistosa.

Amy retrocedió un paso, su corazón acelerándose. "¿Quién eres tú? ¿Qué quieres?"

"¿Yo? Solo alguien que ha estado siguiendo de cerca la relación que tienes con cierto hedgehog oscuro," respondió, dando un paso hacia ella, como si estuviera disfrutando del miedo que comenzaba a reflejarse en sus ojos. "Pero parece que Shadow no te ha contado toda la verdad, ¿verdad?"

Amy frunció el ceño, tratando de mantener la calma. "No sé de qué hablas. Si tienes algo que decir, dímelo."

El desconocido rió, un sonido frío que resonó en el aire. "Oh, él es bueno ocultando las cosas, pero tarde o temprano, las sombras siempre salen a la luz." Hizo una pausa dramática antes de añadir: "Shadow no es quien crees que es, Amy. Y tú estás en el centro de todo."

"¿Qué estás diciendo?" preguntó Amy, sintiendo una mezcla de confusión y preocupación.

"¿No te lo ha dicho? ¿No te ha contado por qué siempre está huyendo, por qué se mantiene alejado de todos, incluso de ti?"

Amy lo miró, sin saber si debía creerle, pero la inquietud en su pecho crecía. "Shadow tiene sus razones. No tienes derecho a hablar de él así."

El extraño esbozó una sonrisa torcida. "Claro que no lo entiendes aún. Déjame mostrarte algo." Levantó su mano, y de la nada, una proyección oscura comenzó a formarse en el aire frente a ellos.

Lo que Amy vio la dejó paralizada. Era una escena que no podía comprender: Shadow, de pie en medio de una ciudad en ruinas, rodeado de caos y destrucción. A su alrededor, había figuras caídas, y la mirada en sus ojos... no era la de alguien que solo luchaba por sobrevivir. Era la de alguien que estaba causando el desastre.

"Él... no, esto no puede ser real," susurró Amy, sintiendo el horror apoderarse de ella. "Shadow no haría algo así."

"¿Estás segura?" preguntó el extraño, disfrutando del impacto que sus palabras tenían en ella. "¿Por qué crees que siempre se mantiene en las sombras? ¿Por qué crees que te advierte que te alejes? Él no es el héroe trágico que crees, Amy. Él es el causante de toda esta destrucción. Y si te quedas cerca de él... bueno, tú podrías ser la siguiente en su lista."

Amy dio un paso atrás, su mente luchando por procesar lo que acababa de ver. No podía ser cierto. Shadow no era así... ¿o sí? ¿Había algo que no le había contado?

"Él me lo habría dicho," murmuró, más para sí misma que para el extraño.

"¿Estás segura?" insistió el erizo oscuro, acercándose más. "Porque él no quiere que sepas lo que realmente es. Prefiere que sigas creyendo en esa fantasía, que sigas pensando que puedes salvarlo de su oscuridad. Pero la verdad es otra, Amy. Él es la oscuridad."

Amy sintió que el suelo se movía bajo sus pies. No quería creerlo, pero las imágenes que había visto la atormentaban. Sabía que Shadow tenía un pasado complicado, que había secretos que no compartía, pero ¿podría haber algo tan oscuro escondido en él?

"Déjame ayudarte," dijo el extraño, su voz volviéndose casi seductora. "Puedo mostrarte la verdad. Puedo hacer que veas quién es realmente Shadow, y juntos podemos detenerlo antes de que sea demasiado tarde."

Amy lo miró, sus pensamientos enredados. No podía dejar de pensar en Shadow, en lo que él le había dicho, en cómo parecía tan vulnerable a su lado. Pero ahora, frente a esta nueva revelación, no sabía qué creer.

"Yo... necesito hablar con él," dijo finalmente, su voz temblorosa pero decidida.

El extraño soltó una carcajada. "Hablar con él no cambiará nada. Solo te dirá lo que quieres oír. ¿No lo entiendes? Él siempre te manipulará. No te importa lo suficiente para decirte la verdad."

Amy apretó los puños, sintiendo una mezcla de furia y miedo crecer dentro de ella. "Voy a decidir por mí misma. No te dejaré manipularme."

El extraño dio un paso atrás, levantando las manos como si se rindiera. "Como quieras, Amy. Pero recuerda esto: la verdad siempre sale a la luz. Y cuando lo haga, no habrá vuelta atrás."

Sin decir más, el erizo oscuro desapareció entre las sombras, dejando a Amy sola en el parque, con sus pensamientos en caos y su corazón dividido.



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Uhhhhh, hasta a mi me emocionó:D
¿Qué pasará con Amy y Shadow?
¿Amy lo enfrentará?

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Hasta la próxima

Shadamy - Entre Luces y SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora