Harrison Konrad Grindelwald

Capítulo 6: "Extraordinario domador de dragones, a su servicio"

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Al día siguiente
Sala común de Slytherin
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Harry estaba esperando a Corvus en la puerta ya que acordaron encontrarse allí después del desayuno.

El niño más joven llegó después de unos minutos y comenzaron a caminar afuera.

"Ayer tomé prestado un libro de la biblioteca sobre criaturas mágicas y leí sobre los Zouwus".

—¿Ah, sí? ¿Y qué has aprendido? —preguntó Harry sonriendo.

—Bueno, en realidad solo comen animales muertos porque no matan nada para alimentarse. Solo pelean si se los provoca y, por lo general, se los describe como gigantes amables —explicó Corvus y Harry asintió, confirmándolo.

"Es cierto. Los zouwus son básicamente grandes felinos. Pero son muy ágiles".

Harry no quería llevar a Corvus al bosque prohibido, así que se quedaron en el borde.
"¿Listo?"

Corvus asintió con entusiasmo y Harry se transformó. Su pelaje blanco brillaba al sol y su larga cola azul se movía de un lado a otro.

—¡Guau! —exclamó el mago de cabello negro mientras lo observaba.

Harry se acercó a él y le frotó la cabeza contra el costado, lo que le valió algunas risas felices y algunos rasguños.

El Zouwu bajó alegremente la espalda, levantó a Corvus y lo puso boca arriba.

"¡Merlín! ¡E-Espera, no puedo sujetar nada más que tu pelaje!", comenzó, pero luego Harry saltó y el niño instintivamente agarró su melena.

A la criatura gigante no le importó y corrió con Corvus en su espalda, quien al principio estaba demasiado asustado para abrir los ojos, pero después de unos momentos comenzó a disfrutar de que Harry fuera tan ágil y rápido. Le tomó un tiempo, pero pronto, el niño comenzó a reír de alegría y el mago mayor corrió aún más rápido y saltó aún más alto.

Cuando sintió que el agarre de su melena se aflojaba un poco, Harry bajó suavemente a Corvus y se transformó nuevamente.
"¿Cansado?", preguntó sonriendo y el chico asintió.

—Sí. ¡Pero esto fue genial! ¡Monté un Zouwu! ¡Qué increíble! —exclamó Corvus y luego abrazó a Harry—.Gracias —susurró.

El animago sonrió suavemente y le devolvió el abrazo. Luego, comenzaron a caminar juntos de regreso al castillo.

"Entonces... ¿por qué te molestan tus compañeros de año? Pareces un chico genial".

Corvus desvió la mirada.

"... Tú también te reirás de mí..." dijo en voz baja y Harry puso una mano tranquilizadora sobre su hombro.

"No lo haré. Lo prometo."

"... En el tren yo... Cuando nos pusimos nuestras batas ellos uh... Uno de ellos vio algo en mi baúl."

"¿Qué? ¿Como un libro de Artes Oscuras o..."

"Una falda. Ellos... Ellos vieron una falda."

—Oh, ¿eso es todo? —preguntó Harry, parpadeando confundido.

Corvus lo miró de repente.

"¿N-no crees que es raro? Yo-yo lo uso a veces, ya sabes..." Murmuró el final en voz baja y Harry se encogió de hombros.

"¿Y qué? ¡Estoy segura de que te ves bien!"

El niño lo miró con incredulidad, pero cuando vio que Harry no se estaba burlando de él, comenzó a reír.