Recién folladita // Nayeon Harem [Adaptación]

Capitanas // Minayeon (G!P)

Omegaverse, Mina alfa (G!P), Nayeon omega.
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Mina era la capitana del equipo de futbol americano, alfa, alta, de pelo negro y personalidad fuerte. Nayeon era una omega, la capitana de las porristas. Ella y sus chicas bailaban para animar a los jugadores, a los mejores alfas.

Casi toda la preparatoria JYPE cuchicheaba que esas dos, la omega más popular y la alfa más popular, se traían algo entre manos.

Y equivocados no estaban.

-Buena suerte hoy -susurró Nayeon, acariciando la nuca de la mayor, pegada contra los casilleros del camarín de deportistas que Mina se preocupó de que estuvieran vacíos.

-¿Estarás bailando para mí?

-Como siempre, Minari~ -se mordió el labio y la nombrada gruñó sintiendo como Nayeon soltaba feromonas dulces.

Sin hacerse de rogar, acorraló con más fuerza el pequeño cuerpo de la castaña y unió sus labios en un sediento beso, afirmando su cintura.

Su pantalón comenzó a apretarle, oír los jadeos que soltaba Nayeon la ponían dura tan fácil cómo siempre. Aunque la omega la detuvo, alejándola pequeños centímetros por el pecho.

-Debemos ir a clases -gimió, sintiendo la erección de Mina contra su pierna-. Si ganas el partido te premio.

Mina sonrió ladina, acariciando la piel de su cintura.

-¿Qué me darás? Sabes que jamás pierdo.

-No lo sé -hizo un gesto pensativo, haciéndose la inocente-. Tal vez un beso, tal vez una mamada, todo depende de cuántos puntos anotes -sonrió también.

Mina negó con la cabeza mientras reía.

-Haré un touchdown solo para ti, guapa -y le dejó otro corto beso, aprovechando de marcarla con su aroma a tabaco.

...

Nayeon movía sus pompones con una sonrisa en el rostro, destacando entre todas las omegas y betas que bailaban en la cancha. La joven brillaba, claro que sí, y eso Mina lo estaba viendo desde lejos, orgullosa de tener a esa omega solo para ella.

Cuando la coreografía finalizó, Nayeon se volteó hasta dar con la mayor y le guiñó un ojo, seguido de un pequeño beso en el aire.

Tzuyu a su lado la molestó, pegándole en el hombro.

-Veo que han avanzado -rió la alfa taiwanesa.

-No te entrometas, Tzu -dijo de broma, colocándose el casco-. Ahora vamos a patearles el trasero a estos imbéciles.

El grupo de alfas caminó hasta el centro de la cancha y Mina se posicionó en medio de todos. Miró a su oponente, un muchacho de otra escuela, e intensificó sus feromonas a tabaco, mareándolo un poco.

Sonrió orgullosa, sabiendo que su aroma era penetrante y que, por supuesto, ganaría ese maldito partido porque ansiaba que Nayeon le hiciera una mamada con su linda boquita.

-¡Dame una M!

-¡M!

-¡Dame una I!

-¡I!

-¡Dame una N!

-¡N!

-¡Dame una A!

-¡A!

-¡¿Qué dice?!

-¡Mina!

-¡¿Qué dice?!

-¡Mina!