Omega revelde // Namo (G!P)

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Omegaverse, Momo G!P.
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Momo entró con aires de superioridad a la preparatoria. Sus dos amigos la seguían a cada lado, pero unos pasos detrás. Ella disfrutaba de aquello, de todos esos ojos sobre sí por ser la alfa más malditamente atractiva del lugar y sin duda la más fuerte.

Estaba cursando su último año antes de pasar a la universidad y sabía que tenía que exprimir a todos dentro de ese lugar antes de marcharse y dejar su huella por siempre.

Sonríe con diversión hacia las omegas que le miran desde los casilleros, sintiendo su pecho inflarse de orgullo.

Ella era todo lo que el mundo necesitaba y quería.

Y esa omega de cabellos castaños que ahora reía junto a una beta en mitad del pasillo no sería la excepción.

Al parecer cumplía los dieciocho, porque su amiga le sostenía un cupcake que tenía un pequeño cartel de «feliz cumpleaños». Momo cumplió la mayoría de edad en vacaciones de verano y aún recuerda la grandiosa fiesta que hizo en su hogar y como los y las omegas se morían por entregarle sus obsequios.

Nayeon y la beta, que no recordaba su nombre, dejaron las risas cuando se paró frente a ambas. Momo sonreía egocéntrica, mirándola hacia abajo como siempre hacía.

-Así que eres la cumpleañera -lamió sus labios-. Las omegas suelen rogarme por una noche con ellas como regalo y pocas veces digo que sí, pero si me lo pides tú, tal vez me lo piense por ese culo que tienes -rió y los alfas le siguieron.

Nayeon frunció el ceño realmente molesta. Le entregó el pastelito a su amiga y se volteó para enfrentarla cara a cara.

-Eres una imbécil -escupió, aguantándose las ganas de golpearla.

-Ay, Nayeon -otra risa salió de su garganta, negando con la cabeza -, no entiendo por qué te esfuerzas tanto en hacerte la rebelde, si todos aquí saben que mueres porque te meta la polla y te llene-

Su oración fue callada cuando la pequeña mano de Nayeon se atrevió a abofetearla. De repente los alumnos que las oían y observaban desde sus casilleros -porque claro que estarían pendientes a lo que hacía esa alfa azabache- quedaron expectantes, el pasillo completo en silencio y atentos a ellas.

Nadie nunca se había atrevido a golpear a Momo, mucho menos una omega.

Hirai solo tocó su mejilla, notando la sangre que salía de sus labios rotos gracias al anillo que traía puesto Nayeon.

Sus amigos quisieron atacar a la castaña, gruñéndole y mostrando sus colmillos mientras Chaeyoung intentaba apartarla de ellos, pero Momo los detuvo y Nayeon no se movió, ignorando los jaloneos de la beta.

Nayeon era así, no se dejaba llevar por nadie y no le importaba su casta, Im se defendía y golpearía a cualquier alfa si era necesario. No les temía, su odio hacia la mayoría de ellos solo la hacía más fuerte, más valiente; por ello era nombrada "omega rebelde" y por ello también, a Momo le encantaba. Le ponía que fuese desafiante, que fuera distinta y que creyera que ningún alfa la podría controlar o sacar su parte sumisa de naturaleza.

Momo deseaba ser la primera en "hacerla una omega de verdad", que cayera rendida hacia ella y gimiera rogando que se la follara y la hiciera suya. Solo suya.

Porque Im Nayeon era un desafío, quizás el más difícil hasta ahora. Y Momo adoraba ser retada y ganar.

Escupió la sangre sin interesarle que luego tendrían que limpiar unos pobres auxiliares y miró a Nayeon con las pupilas dilatadas, sonriendo.

-¿Así quieres jugar? Está bien, Nayeon, así será a partir de ahora - sentenció y le guiñó un ojo antes de seguir su camino con los otros alfas.

El pasillo entero pasó saliva, y Nayeon, aunque intentó disimularlo, lo hizo igualmente, su corazón acelerado y con un poco de miedo.

Recién folladita // Nayeon Harem [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora