Capítulo 7

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Umeji

Sabía perfectamente que estaba soñando,pero,sin embargo,no quería despertar.

El agua paseaba por mi dedos,mirando el hermoso arroyo junto a toda su vegetación,

Y,sobre todo,lo que más quería,junto a mi estaba Shin.

Había soñado con cosas raras antes,pero esto me llenaba de paz. Los dos estábamos en uniforme,y Shin estaba sentado a mi lado,haciendo lo que parecía ser una corona de flores. Me acerque a él,bajo la sombra de un árbol hermoso,dejando un beso en su mejilla,haciéndolo reír. Una fresca brisa paso,alborotando así el cabello de Shin.

Tome la corona en mis manos,para ponérsela en su cabeza. Esas hermosas flores amarillas lo hacían ver tierno,tanto que era imposible no resistirme a él.

Me acerque a él,dejando un beso en sus labios,un beso que se sintió tan real,para luego simplemente abrazarlo, embriagandome con su adictivo olor. Entonces,el se escondió en mi cuello, haciéndome cosquillas,y cuando menos me lo espere,sentí un pinchazo.

Me queje,intentando separar a Shin,pero este se negaba. No entendía,¿Que carajos estaba pasando?,sentí como mi piel era desgarrada,y entonces...




Abrí mis ojos totalmente asustado,pero el dolor seguía presente. Mire una hermosa cabellera añil,para saber que era Shin. Intenté separarlo,pero no podía,no se ni como ni cuando se había vuelto tan fuerte. Sin más opción,termine dándole una patada en su estómago,el punto débil más cercano que tenía.

Shin se separó,y cayó en el piso. Su piel estaba más pálida y tenía sus venas marcadas,también de un extraño color morado y rojo. Levantó su mirada,para encontrarme con su rostro,el cual era irreconocible,sus ojos estaban rojos y vacíos,y sus labios tenían gotas pequeñas de sangre que se escurrían por toda su barbilla. Toque mi cuello,el cual estaba sangrando,viendo así mi mano llena de sangre.

—¿Q-que estabas haciendo?—Dije asustado,queriendo saber que pasaba y saliendo de la cama para acercarme a el.

—¡No!,¡Vete,alejate!—Dijo asustado,mientras retrocedía.

Se levantó,buscando la ventana la cual abrió mientras intentaba irse.

—¡Shin!—Antes de que se fuera,logré tomarlo de la muñeca.

Mi mano aún tenía sangre,y entonces la miro,para ver cómo de sus labios sobresalían unos brillantes colmillos. Lo mire con miedo,totalmente asustado,separándome de el mientras veía su expresión,me veía con esos ojos rojos tal cual como si fuese una presa y el un cazador. Sus ojos tomaron un destello,el cual lo hizo irreconocible,mientras a pasos lentos se acercaba a mi.

—Trate de advertirlo,alejándome de ti... Porque tarde o temprano esto iba a pasar—Dijo, acercándose a mi, relamiendo sus labios.

Retrocedí algo asustado,pero no pude hacer nada más cuando Shin se me tiró arriba,mostrando sus filosos colmillos para luego voltear mi rostro,dejando al aire la herida de mi cuello,a la cual el se acercó.

Nuevamente,intenté separarlo. ¡Mierda,mierda,mierda! Me sentía totalmente cansado y mi vista se apaga poco a poco,mientras que el dolor en mi cuello era inminente y totalmente molesto,hasta el punto en el que empecé a gritar pidiendo que se detuviera,pero en vano.

Antes de poder caer en la oscuridad,lo único que ví fue a Shin,el cual tenía sangre en sus labios y seguía escurriendo por toda su barbilla.

—Mierda... ¡No!,¡¿Que hice?!...




Abrí mis ojos con tanta pereza que ni siquiera sabía porque lo hacía,suponiendo solo que era la costumbre.

Mire a mi alrededor,sin recordar casi nada de lo que había pasado,y digo casi ya que lo único que recuerdo fue escuchar unas voces y caer inconsciente. Le levanté de mi cama,con un extraño dolor en mi cuello,para luego irme hacia la cocina,la cual estaba vacía.

Tenía hambre,mucha por así decirlo,así que me haría algo para calmarla y luego irme a dormir nuevamente,ya que debía ir a la Akademi en la mañana. Me hice un sándwich y me fui a dormir después de comermelo.

Cerré los ojos,mientras intentaba concentrarme,pero aún no podía conciliar el sueño. Sin más,me levanté de la cama,viendo que ya eran las cuatro de la mañana,para irme al baño y empezar a alistarme a partir de esa hora.

Después de un baño,me vesti y no me moleste en peinarme. Mire mi ventana,la cual estaba abierta,así que algo confundido la cerré,sin darle la posibilidad de que entrara el sol. Mire la hora,notando que casi eran las 6,así que sin más me fui a la cocina,en dónde estaba mi mamá haciendo el desayuno con algo de apuro debido a que posiblemente esté llegando tarde a tu trabajo,según ella.

Me senté y espere el desayuno,sin muchas ganas de querer estar hablando con ella.




Llegué a la Akademi,mire a todos lados,en busca de alguien,que de verdad no sé quién es. No sabía que era esto,se sentía raro. Yo me sentía raro.

Tenía una hambre muy extraña,no entendía por qué. Me sentía raro mirando a la multitud de estudiantes,e incluso a mis amigos,no se que era lo que estaba pasando,no paraba de mirar a todos de una manera indescriptible. Apenas mis amigos se cambiaron los zapatos se fueron al incinerador,y en cambio yo solamente me quedé estático luego de cambiarme los zapatos,sin entender que era lo que sentía el día de hoy.

Caminaba tranquilamente,hasta que llegue al laberinto. Mi curiosidad fue muy grande,ya que nunca había pasado hacía ese lugar,por lo que mis pies se movieron solos.

A medida que daba más pasos,sentía algo extraño en mi,no sabía que pasaba el día de hoy. Mi estómago me molestaba a más no poder,mientras mis venas se marcaban en mis manos,hasta que llegue a un rincón,mirando así a una chica totalmente solitaria,la cual estaba con su cara enterrada en sus rodillas.

Me sentía raro,demasiado raro,no era atracción,no podía sentir nada hacia ella,pero había algo dentro de mi que solo lograba decir una cosa.

En el mejor momento...

Un presa.

~Sed De Sangre~ Umeji x ShinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora